Pluralismo Estructurado

PLURALISMO ESTRUCTURADO: HACIA UN MODELO INNOVADOR PARA LA REFORMA DE LOS SISTEMAS DE SALUD EN AMERICA LATINA

Desde mediados del siglo XX, han venido dándose una serie de rápidas modificaciones, en las que los países latinoamericanos han experimentado cambios que en países desarrollados tardan siglos en darse. Esta modernización a ocurrido a diferentes ritmos en los diversos segmentos de la sociedad, lo que ha llevado a agudizar mas la desigualdad entre ellos. La combinación entre cambio rápido y desigualdad, ha llevado a estos países a enfrentarse a nuevos problemas característicos de sociedades desarrolladas, sin que hayan resuelto por completo los problemas asociados a sociedades pobres. En el caso de Latinoamérica, sigue existiendo un rezago epidemiológico relacionado con el resurgimiento de algunas enfermedades infecciosas que ya habían sido controladas, la desnutrición y los problemas de salud reproductiva, característico de poblaciones en vía de desarrollo, en contraste con el envejecimiento demográfico, el acelerado proceso de urbanización, la degradación del ambiente y la adopción de estilos de vida poco saludables, responsables de enfermedades no transmisibles y lesiones características de sociedades desarrolladas; como consecuencia , los sistemas de salud se ven cada vez más en la necesidad de hacerse cargo de las consecuencias de estas.

La mayoría de los países en Latinoamérica no han resuelto problemas propios de sistemas menos desarrollados, como cobertura ineficiente y pobre calidad técnica, al tiempo que enfrenta muchos problemas que repercuten en sistemas más desarrollados; ejemplos de esto son la escalada de costos, incentivos inapropiados, inseguridad financiera, insatisfacción de los consumidores, expansión tecnológica y en general, problemas asociados con la gerencia del sistema en su conjunto. La fragmentación institucional existente, junto con el desequilibrio en los gastos, provoca una carga financiera excesiva, principalmente en los grupos más pobres.

Los retos a los que se enfrentan la población y las instituciones, resaltan las limitaciones de las políticas actuales para la atención a la salud; los sistemas de salud no se han acoplado a la rápida transformación que se sigue dando; el primer paso es tener una conceptualización clara del sistema de salud, para lo que se propone una visión dinámica, como un conjunto de relaciones estructuradas en dos componentes fundamentales: población e instituciones; en los cuales los diversos grupos de población representan una serie de condiciones que constituyen las necesidades de salud, las cuales requieren una respuesta social organizada por parte de las instituciones.

El pluralismo estructurado surge para desarrollar opciones para reestructurar los sistemas de salud utilizando para ello un enfoque sistemático, enfatizando en las relaciones entre sus principales componentes: modulación (establecer, implantar y monitorear las reglas de juego para el sistema de salud), financiamiento (movilización del dinero de fuentes primarias y secundarias y su acumulación en fuentes reales o virtuales), articulación (organización y gerencia del consumo de la atención. Chernichovsky) y prestación (combinación de insumos en un proceso de producción que conduce a una serie de productos que generan un resultado). En algunos modelos, algunas de las funciones pueden no estar asignadas de manera explícita, esto es lo que ocurre con los sistemas integrados verticalmente. Estas omisiones son más comunes en los casos de la modulación y la articulación; por esto, se sugiere que las reformas presten especial atención a estas dos funciones.

El aspecto crucial que deben tener en cuenta los sistemas de salud es la cuestión de la integración de los dos actores principales: las poblaciones y las instituciones; respecto a las poblaciones la integración se refiere al grado en que los

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