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Poder Y Corrupción


Enviado por   •  26 de Abril de 2015  •  1.539 Palabras (7 Páginas)  •  187 Visitas

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Poder y corrupción

En sentido propio, la transparencia es el carácter o la propiedad de algo que es transparente, en concreto, algo que se deja atravesar por la luz o que permite el paso de la luz, dejando ver formas y colores. En cuanto a aquello que es traslúcido, solamente deja pasar la luz, así que si bien se percibe la misma, no es posible distinguir bien formas y colores, o al menos se ven los mismos en forma confusa y mezclada.

En sentido figurado, el término "transparencia" es utilizado para caracterizar una práctica social guiada por la sinceridad y por la perfecta o casi perfecta accesibilidad a toda la información vinculada, y que concierne e interesa a la opinión pública, o a un sector de la misma, o incluso a un solo individuo, es decir, es la preocupación por explicar, por hacer comprender, por reconocer errores o malas decisiones o actitudes, por describir fielmente hechos y circunstancias. Entonces esto es lo que debiera regir las decisiones y actitudes, de los gobernantes, sin embargo es esto lo que más escasea en el mundo entero y contradictoriamente la transparencia es lo más necesario para alcanzar la completa armonía y paz en un mundo lleno de gobernantes intransigentes, regidores de dolor y sometidos al yugo del mal poder. Por eso es urgente exigir no solo al gobierno sino a la sociedad y a nosotros mismos que todas las actividades que desempeñamos las realicemos con la más alta ética, perpetuando los valores y la transparencia.

"El poder es siempre relativo y transitorio; es útil mientras sea respetado y no sea socialmente censurado. En consecuencia, su uso siempre tiene un costo"

(Anónimo, 2009).

La palabra poder designa la capacidad o posibilidad de obrar, de producir efectos, y puede ser referida, tanto a individuos o grupos humanos como a objetos o fenómenos de la naturaleza. En tal sentido, podemos distinguir entre un poder político, poder ideológico, poder sobrenatural así como un poder social.

Ante la realidad del poder, es esencial, el sentido de la anticipación, porque hay que prever todos los movimientos; objetividad, por cuanto hay que estar pendiente de todos los ámbitos de la realidad en su conjunto; precaución, para no caer en la precipitación; paciencia, para saber esperar el cambio favorable que permita actuar, y, por último, perseverancia, en el intento de mejorar, cada día, la propia capacidad de poder.

De todos los aspectos de la realidad, el poder sigue siendo uno de los menos comprendidos y uno de los más importantes. En efecto, se trata de un aspecto obligatorio de la comunicación humana y deja sentir su influencia en todo orden; la realidad social, es producto del poder, en una medida mucho mayor de lo que imaginamos. El afán por el poder ha sido una característica permanente del individuo a lo largo de los tiempos, de hecho, la organización y la vida misma se hizo en torno al poder desde épocas antiguas, pues el hombre está movido por la constante búsqueda de poder, en cualquiera de sus modalidades tales como: mando político, prestigio, fama, riqueza, reconocimiento, etcétera, y ellas no son más que distintas expresiones del poder que anhela.

Esto es lo que conlleva al hombre a creer que el poder y la corrupción son un escalones para pisotear los derechos humanos, dado que pierde la facultad para razonar y tener claridad al ejecutar sus acciones y por ende actuar como un ser humano humilde, honesto y empático con su prójimo, dejando a un lado toda igualdad entre las llamadas “clases sociales”, en las que sólo los privilegiados tienen acceso a ese extenso mundo del poder erróneo a diferencia de personas que no anhelan el poder, sino que sus facultades y actitudes, los llevan a él, es entonces cuando el hombre mantiene su moral intacta, más no siempre es así, tal y como lo decía Pitágoras:

“El hombre adecuado para el poder era aquél hombre sin pizca de vanidad, pues un hombre vanidoso y en el poder olvida sus valores, sólo busca satisfacerse a sí mismo y que los demás puedan ver cuán influyente y prestigioso es”

Al hablar de la corrupción, la mayoría de las personas imaginamos únicamente a presidentes, gobernadores, diputados, pero no solamente ellos son corruptos, también la sociedad es partícipe de la corrupción en el momento en que ve pero no actúa y prefiere mantenerse callada, pero no por ello se debe creer que otros ámbitos como el empresarial, el educativo, el religioso, no son corruptibles, no olvidando que son comandados por seres humanos que pueden ser tentados a la corrupción existente y que ello los lleve a tener como resultado personas más ambiciosas, codiciosas, desvalorizadas en un mundo donde la vorágine destructora de la corruptela es abrasadora.

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