Politicas culturales
margarita riveroEnsayo5 de Marzo de 2021
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Universidad Central de Venezuela
Facultad de Humanidades y Educación
Escuela de Artes
Cátedra: Introducción a la Promoción Cultural
Profesora: María Cristina Fernández
POLÍTICAS CULTURALES
Alumna: M. Louani Rivero Ibarra. C.I. 13.472.419
Caracas, Octubre 2012
Lo único que hasta el momento puedo agradecer de la conformación de la ONU, es la posibilidad de acceder a la documentación que se ha hecho sobre las discusiones y determinaciones allí establecidas, ya que podemos percatarnos de la influencia e ingerencia de este ente internacional sobre las políticas de Estado implementadas en nuestro país, así como en el resto de los naciones que conforman la lista de países “subdesarrollados” o “en vías de desarrollo”. Podemos hacernos preguntas sobre la “soberanía” de los pueblos, y las prioridades de los gobernantes a la hora de dictaminar el camino por el cual avanzará una nación. “El Decenio Cultural” de María Paola Goncalves nos permite seguir la historia que comenzamos con Gloria Martín en “Metódica y Melódica de la Animación Cultural” y en su otro libro “De Los Hechizos De Merlín a la Píldora Anti-cognitiva”, en los que se cuenta la historia de “lo cultural” a partir de la visión occidental de la Organización de las Naciones Unidas, y lo que en nuestro país se hecho de la “cultura” siguiendo estos parámetros transplantados.
En esta oportunidad debemos reflexionar sobre lo que está sucediendo actualmente en nuestro país referente al tema de la “cultura” y sus “políticas culturales”. Para esto nos acompañó también el Prof. Ronny Velazquez y su conferencia: “Desarrollo ampliación y críticas de la acción cultural en Venezuela”, ampliamos el tema con el actual “Proyecto de Ley Orgánica de la Cultura”, y le sumamos lo que Carmen Hernández llamó “La mercantilización de la cultura y la práctica artística como rebeldía discursiva” del libro “Coloquio Crítica del Arte: Prácticas Institucionales y Artísticas en la Contemporaneidad”. Todos estos materiales sugeridos por la material, tenían como objetivo ubicar al estudiante en un universo de contenidos y terminologías que permitieran fundamentar su reflexión.
En el “viaje” hacia esta reflexión nos topamos con términos de aparentemente consabida significación, como: LEYES, ORGÁNICA, POLÍTICA, CONDICIÓN HUMANA, CULTURA (nuevamente nos topamos con este término tantas veces definido), PAZ, DESARROLLO, COSTO HUMANO, PARADIGMA, SOBERANIA, BIENESTAR, etc.; pero que con el transcurrir de las lecturas se fueron desdibujando y convirtiendo en slogans utilizados para la venta de un modelo económico-político-social que debían adoptar los países “chicos” para poder convertirse en “grandes”. Entendiendo por “chicos” aquellos países que no cumplieran con los cánones tecnológico-económicos establecidos por las grandes “superpotencias”.
Ahora bien, ¿cómo reflexionar sobre un tema que presenta tantas aristas, tantos enfoque en oposición? El tema de la “cultura” por sí sólo representa el gran tema de donde parten todos los demás. Cómo hablar entonces de “políticas culturales” y todo lo que esto conlleva, si ni siquiera se tiene claro qué es “cultura”. Partamos de allí:
¿Qué es cultura? Entendamos que “cultura” es la suma de fenómenos sociales que conforman el pensamiento e identidad de un grupo de personas que conviven en un mismo espacio, llamémosles pueblos. Pero esto no es suficiente, pues “la asociación de muchos pueblos forma un Estado completo”[1]. En este respecto tendríamos que cambiar un poco nuestra definición y aseverar entonces que “cultura nacional” es: los fenómenos sociales que según el Estado conforman el pensamiento e identidad de una nación.
Dejando a un lado la idea de que “cultura” es todo lo que el hombre crea (tangible o no) para cohesionar su intuición-intención-deseo con el fin de entablar una comunicación entre él y su entorno.[2]
Bien, delimitado ya nuestro concepto de “cultura”, nuestro siguiente paso vendría a ser definir lo que entendemos como “Políticas Culturales”:
Si partimos del supuesto negado de que política cultural es igual a política social entonces diríamos que es:
Desdoblándola como arte o práctica de un lado, y como expresión doctrinal o teórica del otro, L. Alcalá-Zamora y G. Cabanellas, en su Tratado de política laboral y social, definen esta última, en el primero de los sentidos, como la concepción de planes y la aplicación de medidas, por el Estado y otros organismos de eficacia pública, que contribuyen a la eliminación o alivio de los antagonismos sociales e impulsan, a más del urgente remedio de angustiosas necesidades permanentes u ocasionales de índole general, el bienestar material y moral de la Sociedad, colectivamente considerada, y, más en especial, el de los sectores de menores recursos, con el propósito adicional de fomentar el mejoramiento del nivel de vida y las aspiraciones laudables de todos, dentro de lineamientos conjuntos o de gran amplitud [3]
Definido lo que es Política Cultural, le toca ahora el turno a LEY ORGÁNICA:
¿Qué es una Ley?
Constituye la ley una de las fuentes, tal vez la principal, del Derecho. En sentido amplio, se entiende por ley toda norma jurídica reguladora de los actos y de las relaciones humanas, aplicable en determinados tiempo y lugar. Dentro de esa idea, sería ley todo precepto dictado por autoridad competente, mandando o prohibiendo una cosa en consonancia con la justicia y para el bien de los gobernados. Así, entrarían dentro del concepto no solo la ley en sentido restringido o propio, como norma jurídica elaborada por los órganos estatales con potestad legislativa, que en los regímenes constitucionales es el Congreso que la sanciona y el jefe del Estado que la promulga, sino también los reglamentos, ordenanzas, órdenes, decretos, etc., dictados por una autoridad en ejercicio de sus funciones.[4]
¿Qué es una Ley Orgánica? “La dictada con carácter complementario de la Constitución de un Estado, por ordenar ésta la formación de una ley que estructura una rama fundamental de la Administración pública.”[5]
Todas estas definiciones lo que han hecho es enredar más el papagayo, es decir, si la cultura son todos los “fenómenos sociales” que expresan la identidad de una nación, en ese saco entraría no sólo el arte (entendiéndose por arte todo aquello que cumple tanto un fin comunicacional dialéctico sino también estético) sino también: la educación, el uso del idioma, la artesanía o manufactura, las costumbres alimentarias (donde entran también métodos de cultivo y recolección), los medios de comunicación, el deporte y la recreación, la religión / Fe / creencias, entre otros. Si todo esto conforma la cultura de un pueblo, y entendemos como las políticas culturales “[…] la concepción de planes y la aplicación de medidas, por el Estado y otros organismos de eficacia pública” estaríamos diciendo entonces que las Políticas Culturales marcan todo lo que se dice y se hace en un gobierno, es decir, son los lineamientos que debe seguir un Estado a la hora de planificar el bienestar de su pueblo.
Con respecto a la reflexión sobre la actualidad nacional en torno a la cultura:
Sobre la Ley Orgánica de la Cultura y la cultura nacional:
Ni el Proyecto de Ley Orgánica de la Cultura ni la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela especifican bajo que acepción es considerado el término “cultura”. La Ley Orgánica para la Cultura se circunscribe a la “concepción cultural establecida en la Constitución de la Republica Bolivariana de Venezuela[…]”[6]. La Constitución deja claro que en su Preámbulo que la cultura es un derecho, y es un garante de la condición “pluricultural” de la identidad venezolana, pero ¿qué se entiende por “cultura”? Se deja claro que “[…] la cultura es primordial como fuerza transformadora”[7] pero no se determina el espectro que abarca la definición. En el artículo 9 de la Constitución se establece que […] los idiomas indígenas […] deben ser respetados en todo el territorio de la República, por constituir patrimonio cultural de la Nación y de la humanidad”[8], pero sigue la incógnita: ¿qué es cultural? El artículo 15, por ejemplo, dice que “El Estado tiene la obligación de establecer una política integral en los espacios fronterizos terrestres, insulares y marítimos, preservando la integridad territorial, la soberanía, la seguridad, la defensa, la identidad nacional, la diversidad y el ambiente, de acuerdo con el desarrollo cultural, económico, social y la integración [...][9], es decir, que de acuerdo a el “desarrollo cultural” el Estado debe garantizar e instaurar políticas que preserven una serie de valores (tangibles o no) en los espacios fronterizos, eso está claro peor, se habla de “desarrollo cultural” y no se define que es “cultura”. El Capítulo VI que está dedicado a la cultura y la educación tampoco nos aclara mucho el panorama: “Artículo 98. La creación cultural es libre”[10] es decir, la cultura se hace. En fin, la Constitución no nos define claramente qué es “cultura”, da por sentado que la cultura es algo que ya existe y que el Estado será el guardián para su preservación, difusión, promoción, divulgación, restauración, protección, y que los venezolanos tenemos el derecho a ella.
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