¿Pueden las regiones de nuestro país lograr un desarrollo sustentable?

¿Pueden las regiones de nuestro país lograr un desarrollo sustentable?

Bien es sabido, ya que varios autores así lo han dejado en manifiesto, que la dimensión territorial es de gran ayuda en el desarrollo de un país, además de ser necesaria en la organización de este mismo y la clave para el desarrollo económico tanto a nivel regional como a nivel nacional, lo que no es diferente para Chile, y a las 16 regiones que comprende. Es por esto que el presente ensayo abarcará esta temática desde los distintos puntos de vista de tres autores referente a la dimensión territorial y el crecimiento o desarrollo económico, más específicamente de la Provincia de Osorno y sus alrededores, y si esta misma ha crecido o no, sabiendo aprovechar sus distintos territorios.

Osorno, ¿ha crecido o no? Es la pregunta que muchos individuos se hacen y más si estás interesado en buscar un buen lugar donde vivir, debido a que ya resides en Chile y quieres cambiar de ciudad o eres extranjero y quieres establecerte en un nuevo lugar, o netamente porque estás interesado en adquirir conocimientos con propósitos académicos o personales.

Según Adam Smith, considerado por muchos, si no por todos, el padre de la economía, deja en evidencia en su libro La Riqueza de las Naciones, libro de carácter económico pero también deja entrever un carácter un tanto moral, referente al concepto de “Interés Propio” visto por otros expertos en el tema como algo netamente ligado al egoísmo humano, él hace las observaciones que la naturaleza humana es algo mucho más complejo. Él habla del interés propio como algo moralmente legítimo y que la competencia está también basada en pensamientos morales. Además creía que el concepto fundador de la economía ligado a este interés propio, es el intercambio, ya que, si no existiera la propensión a intercambiar en la naturaleza humana no existiría la división del trabajo o el mercado propiamente tal. Lo que tiene lógica, puesto que Smith se iba dando cuenta de la evolución de la sociedad y cómo desde los primeros estadios de la sociedad, cazadores y recolectores existía el trueque. Luego en Europa antigua los habitantes tanto de la ciudad y campo, intercambiaban productos primarios por productos manufacturados, donde el campo suministraba a la ciudad los medios para poder subsistir y las materias primas para su manufacturación, el intercambio o pago en este caso era mediante el envío de productos manufacturados, ambas partes reciben ganancia. Y el desarrollo o crecimiento de los territorios se debería en primer lugar enfocar en el cultivo y mejora del campo ya que al fin y al cabo es el que finalmente suministra subsistencia. Lo que si lo llevamos al contexto de Osorno y sus alrededores este supuesto plasmado en “Visión socioeconómica de la comuna de Osorno, una aproximación a la realidad” indica el fuerte crecimiento urbano que se ha experimentado en esta zona lo que se traduce en que al final, aproximadamente el 89 por ciento de la población comunal se concentra en la ciudad en contraste al 11 por ciento que se concentra en zonas rurales. (Herrera, CEDER ULAGOS, 2002) Desencadenando en que la mayoría de los recursos se dirigen hacia la ciudad, provocando además de hacinamiento en la ciudad, y escasos puestos de trabajo, pobreza en zonas rurales, ya que no existe suficiente mano de obra para lograr explotar toda la materia prima, además de poseer bajos niveles de capacitación, lo que si fuese en caso contrario, y las zonas rurales en primer lugar fueran un foco en la provincia completa de Osorno, lograrían suministrar a la ciudad, logrando el intercambio y potenciando ambas zonas.

¿Pero esa es la verdadera fórmula para lograr el crecimiento económico de la zona? ¿aplica ese supuesto de Smith siendo que para América latina pueden influir diferentes factores? Adecuándose a los tiempos de Smith pareciera que sí, pero según Iván Silva Lira, en su texto “Desarrollo económico local y competitividad territorial en América Latina” año 2005, deja en evidencia que en el plano territorial, además que la globalización juega un papel fundamental, incidiendo en la transformación de los territorios sub-nacionales en espacios de la economía internacional reforzando la división tanto territorial como social del trabajo, es importante diseñar instrumentos y políticas públicas de gestión en función de las características de cada territorio, en particular, dirigidas a estimular el aprovechamiento de los recursos locales para lograr el desarrollo económico, además del análisis de las disparidades y tipologías de los territorios. Al igual que el primer autor nombrado que mezclaba la economía con la moral, Silva también, pero él lo atribuye a que el verdadero desarrollo es principalmente un proceso de activación y canalización de fuerzas sociales, un proceso social y cultural. Él deja en manifiesto que existen enormes desigualdades territoriales en Chile y no se enfoca como otros autores en un foco netamente económico por ejemplo en erradicar la pobreza, él ve que la desigualdad es algo ligado a este concepto que con el apoyo en diferentes aspectos ya sea; Solidaridad Territorial; Gestión asociativa entre representantes tanto públicos como privados; Estimulación de la capacidad de detectar las potencialidades propias; Desencadenaría finalmente en espacios para proyectos políticos innovadores que ayudan a la construcción de territorios competitivos, y por ende a la transformación de los sistemas productivos locales. Y dentro de este contexto Osorno en el año 2016 su Índice de Calidad de Vida Urbana, ICVU, sitúo a esta comuna en el puesto 13 de mejor calidad de vida dentro de las 93 comunas que en Chile sobrepasan los 50.000 habitantes, además que en otros rankings similares como el Índice de Competitividad de Ciudades (UNAB) ubicó a Osorno en tercer lugar a nivel nacional. (Fellay, 2017) Según Silva para lograr el desarrollo regional, en tanto, se deberían aplicar políticas públicas en ayuda de esta misma, lo que en este caso en particular no ha sido en su totalidad de esa forma, puesto que existe un bajo gasto público en comparación con otras comunas como es el caso de Lo Barnechea, Castro y Puerto Varas que tienen un gasto municipal de 530, 249 y 197 (M$/hab) y Osorno sólo de 140. Pero si deja entrever que un aumento de políticas públicas en ayuda de las comunas con iniciativa propia en aumentar los estándares de vida puede repercutir sin medida en aumentar aún este indicador, lo que sin lugar alguna ayudará a un crecimiento regional.

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