Rebeliones Criollas Y Guerras De La Independencia Del Ecuador
wlopez287 de Noviembre de 2013
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REBELIONES CRIOLLAS Y GUERRAS DE LA INDEPENDENCIA DEL ECUADOR.
Criollo es un término que históricamente fue utilizado en el pasado colonial bajo la metrópolis española, para designar al habitante nacido en América que descendía exclusivamente de padres españoles o de origen español.
Mediado el siglo XVIII controlaban buena parte del comercio y de la propiedad agraria, por lo que tenían un gran poder económico y una gran consideración social, los criollos; aunque había algunas excepciones, tenían que contentarse con puestos de menor importancia.
Estaban desplazados de los principales cargos políticos en favor de los nacidos en España (chapetones) esta situación constituía una afrenta intolerable para el orgullo criollo.
Por otra parte, en las últimas décadas del siglo XVIII, los criollos también conocidos como La Aristocracia Quiteña fueron adquiriendo cada vez más conciencia de sí mismos como grupo, a medida que aumentaba su prosperidad y se ensanchaba la distancia que les separaba de los peninsulares. Aunque las reformas de la administración traían la promesa de un mejor gobierno, no pudieron satisfacer a los criollos, ya que se les negaba el acceso al control de éste, pese al preeminente lugar socioeconómico que ostentaban. Entonces llegaron las primeras manifestaciones de las rebeliones criollas, cansados de soportar la soberbia, arrogancia y altanería de parte de los españoles; debido al monopolio que ellos ejercían que impedían a los criollos su desarrollo y libertad económica.
Rebelión de las acabalas.-
El 23 de julio de 1592, llegó la orden al presidente de la Audiencia de Quito Manuel Barros de San Millán para que se ejecute el decreto del rey Felipe II, que consistía en el cobro de impuestos por alcabalas del dos por ciento por las ventas.
Se excluía del impuesto a los artículos de primera necesidad comerciados por menor. Quedaban exentos del pago los indios y los religiosos que comerciaban para su manutención. El presidente de la Audiencia de Quito se puso manos a la obra. Tal medida provocó la inmediata reacción del Cabildo de Quito, cuya cabeza más visible fue su procurador interino Alonso Moreno Bellido. A medida que avanzaron los días las posiciones se radicalizaron. En Quito llegó a generarse una movilización de amplias características en contra de la medida llegando a niveles insurreccionales. En algún momento los alzados intentaron ajusticiar a Barros e incluso pensaron en la independencia de España. El Presidente pidió apoyo militar la Lima. De Lima salió el General Arana hacia la ciudad levantada. En diciembre de 1592, el pueblo quiteño con los jefes del Cabildo a la cabeza se armaba para el eventual enfrentamiento que no se llegó a dar. El principal cabecilla de la revuelta, Moreno Bellido fue asesinado a fines de ese mes. Las autoridades de la Audiencia por largos meses permanecieron refugiados en las casas reales. En marzo llegó el reemplazo de Barros de San Millán, se trataba de Esteban de Marañón. Tras suyo hizo su ingreso el General Pedro de Arana. Comenzó la puesta en orden y la represión.
Fueron ajusticiados los otros dirigentes del movimiento, los alcaldes Jimeno y De la Vega y el regidor Diego de Arcos. Los otros dirigentes lograron escapar. El ex presidente Barros también fue fuertemente sancionado.
Además, las sanciones al Cabildo fueron contundentes, siendo un llamado de atención de la política estatal a todas sus colonias. Así la capacidad democrática de elección del Cabildo fue suspendida. Los nuevos regidores fueron desde esa fecha nombrados por las autoridades monárquicas. Se introdujo la práctica de vender los cargos públicos al mejor postor del sector privado, distorsionando la capacidad representativa del Cabildo. Estas fueron las reglas del juego que regularon las relaciones Estado-sector privado durante el siglo XVII y gran
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