Reduccion De Riesgo
RLPG30 de Noviembre de 2014
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Principios guía: Plataformas Nacionales para la Reducción del Riesgo de los Desastres
LAS NACIONES UNIDAS HACE UN LLAMADO A LAS PLATAFORMAS NACIONALES PARA LA REDUCCIÓN DE DESASTRES
En 1999, en su resolución 1999/63, el Consejo Económico y Social “hace un llamado a todos los gobiernos para mantener y fortalecer las plataformas nacionales y multisectoriales ya establecidas para la reducción de desastres de origen natural, con el fin de lograr las metas y los objetivos del desarrollo sostenible, con la plena utilización de los mecanismos técnicos y científicos. Le incumbe a cada gobierno decidir sobre la forma y estructura de la plataforma multisectorial en su propio país. Debido al gran éxito de los comités y puntos focales nacionales durante el Decenio en una gran cantidad de países, el Secretario General exhorta firmemente a los gobiernos a tomar las medidas necesarias para implementar esta petición”.
Posteriormente, en el párrafo 7 de su resolución 54/219, la Asamblea General “les hace un llamado a los gobiernos a continuar cooperando y coordinando sus esfuerzos con el Secretario General y el Subsecretario General para Asuntos Humanitarios, los sistemas de las Naciones Unidas, las organizaciones no gubernamentales y otros socios, como fuese apropiado, para implementar y desarrollar una amplia estrategia para maximizar la cooperación internacional en el campo de los desastres naturales (…)”.
Como sucesora del DIRDN, la secretaría de la EIRD mantiene un gran interés en la promoción del desarrollo y el fortalecimiento de las plataformas nacionales para la reducción del riesgo de desastres (PN para la RRD). Esta labor representa una prioridad para esta secretaría en aras de garantizar una implementación exitosa de la UNISDR.
Como parte de sus esfuerzos actuales, la secretaría ha elaborado estos principios guía como documento de referencia para asistir en el desarrollo de las PN para la RRD. Este documento intenta brindar orientación para planificar, establecer, apoyar o mejorar las PN para la RRD. Estos principios están definidos en concordancia con los actuales esfuerzos en el ámbito del desarrollo para lograr una adecuada gobernabilidad, enmarcándose dentro de los Objetivos de Desarrollo del Milenio de la ONU.
Este documento se basa en otras experiencias similares en relación con las necesidades nacionales de establecer plataformas en diversos campos del desarrollo sostenible. El propósito principal del documento es brindar una orientación general; debe destacarse por ello la necesidad de contar con un proceso en el cual la implementación de los principios guía se adapten a las necesidades específicas tanto regionales como del país en cuestión.
II. PN para la RRD
Es importante definir la esfera de competencias de las PN en relación con el ámbito de la Reducción del Riesgo de Desastres. El glosario de la UNISDR define tal reducción como “el marco conceptual de trabajo de los elementos que se consideran que tienen la posibilidad de minimizar la vulnerabilidad y los riesgos de desastres en una sociedad, para evitar (prevención) o limitar (mitigación y preparación) los adversos impactos de los peligros, dentro del amplio contexto del desarrollo sostenible”.
Una PN para la RRD se puede definir como un mecanismo nacional -que adopta la forma de sistema, foro, comité, red, etc.- que aborda los objetivos de la reducción del riesgo de desastres mediante un proceso coordinado, participativo e interactivo de pensamientos y acciones. El proceso que llevan a cabo las PN para la RRD abarca el análisis de la situación, la formulación de políticas y planes de acción, y la implementación, monitoreo y revisión habitual de las actividades para la reducción de desastres. El énfasis de este proceso es el manejo del progreso hacia los objetivos de la reducción de los desastres y no necesariamente la producción de un “plan” como producto final.
Desde el punto de vista de su funcionamiento, las PN para la RRD apuntan a lograr esfuerzos más eficaces, integrados e ingeniosos para la de reducción del riesgo entre las “partes interesadas” (stakeholders) en el ámbito nacional, y entre ellos y los actores relevantes a escala regional e internacional.
Las PN para la RRD pueden servir de herramientas para la toma informada de decisiones y brindan un marco de trabajo para un análisis sistemático y el compromiso con aquellas acciones prioritarias entre diferentes sectores y territorios. Para lograrlo, se institucionalizan los procesos de consulta, negociación, mediación y el establecimiento del consenso sobre temas sociales prioritarios donde los intereses difieren.
Las PN para la RRD facultan a los países a abordar problemas sociales, económicos y ecológicos interrelacionados, al contribuir al desarrollo de las capacidades, establecer procedimientos y marcos legislativos, asignar racionalmente recursos limitados y presentar un cronograma de las acciones que se llevarán a cabo. Los países se pueden beneficiar en forma sustancial con el desarrollo de una efectiva plataforma nacional directa (como resultado de la reducción del riesgo de desastres) e indirecta (del proceso en sí).
En los Anexos se puede encontrar un marco general de trabajo para orientar y monitorear la reducción del riesgo de desastres. Este marco brinda una base de referencia para la evaluación y la supervisión de los logros en el campo de la reducción de desastres, y facilita la labor de las plataformas nacionales cuando efectúen actividades críticas tales como:
• El establecimiento de bases de referencia.
• La identificación de tendencias existentes.
• El establecimiento de indicadores sobre el progreso alcanzado.
• La determinación de áreas de interés y desafíos.
• La redirección de los esfuerzos.
• El establecimiento de buenas prácticas.
• El registro y monitoreo sistemático de los objetivos fijados.
Las metas específicas del proceso de las PN para la RRD son:
• El incremento de la colaboración entre los grupos nacionales involucrados.
• El aumento tanto del conocimiento como de la visibilidad de las experiencias nacionales en los ámbitos regional e internacional.
• Un aumento en los niveles de conocimiento y capacidades dentro de toda la comunidad mundial dedicada a la reducción del riesgo.
• El liderazgo y el compromiso a escala nacional con respecto a la sostenibilidad de las PN para la RRD.
• El establecimiento de contrapartes nacionales en términos de implementación de la EIRD.
• La credibilidad entre diversas instituciones y grupos de interés.
• El compromiso para ayudar a los más vulnerables.
Cada país necesita determinar por sí mismo la mejor forma de abordar la elaboración e implementación de su PN para la RRD, dependiendo de las circunstancias prevalecientes en términos económicos, sociales y ecológicos. En la mayoría de los casos, las PN se desenvolverán en un contexto de mecanismos y procesos ya existentes. En ese contexto, el fortalecimiento, realineación o redirección de las estructuras presentes permitirán el desarrollo de las capacidades de forma más eficiente y efectiva. Los grupos o comités nacionales existentes para reducir los desastres también tendrán la oportunidad de incrementar su acceso a otros órganos relevantes en los ámbitos nacional, regional y mundial, al igual que verán fortalecidos sus vínculos con ellos.
La aplicación de un “modelo único” a seguir para el desarrollo de las PN para la RRD no es posible ni deseable. Una PN para la RRD puede constituirse de la forma en que un país desee; lo que es importante es garantizar la aplicación consistente de los principios fundamentales y que los contextos económico, social y ambiental estén presentes de forma equilibrada e integrada en la composición de la plataforma. De la misma manera, las PN deben ser flexibles. Las dinámicas situaciones nacionales, principalmente en términos de los factores políticos y económicos, también requieren que las PN respondan y sean adaptables al cambio.
III. Lecciones Aprendidas de Iniciativas Similares
Durante la década anterior, se formularon diversas estrategias integrales a escala nacional para la reducción de desastres, el desarrollo económico, el mejoramiento del bienestar social y la conservación ambiental, que fueron acompañadas con el desarrollo de plataformas o comités nacionales. Estas estrategias incluyeron: planes nacionales para la reducción de desastres, programas de ajuste estructural, y estrategias para el desarrollo económico y la reducción de la pobreza. Las estrategias nacionales de conservación y los planes nacionales de acción ambiental representan otros ejemplos.
Algunas de estas estrategias se elaboraron sobre la base de las necesidades nacionales. Muchas otras, sin embargo, se auspiciaron a través de las instituciones financieras multilaterales, o bien, se fomentaron mediante las convenciones mundiales con el apoyo monetario necesario para su formulación. En general, estas motivaciones externas tuvieron resultados variados. Aunque se alcanzaron logros muy notables en ciertas áreas, también fueron comunes las deficiencias en muchos países, que pueden adjudicarse a:
• La falta de una visión clara y pragmática.
• La ausencia o limitado sentido de pertenencia.
• El énfasis en la producción de “documentos”.
• La carencia o deficiencia de consultas públicas para identificar problemas y establecer prioridades, y en
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