PROYECTO DE REDUCCION DE RIESGO DE LA ONU (CIUDADES RESILENTES) APLICADO A CARACAS (VENEZUELA)

PROYECTO DE REDUCCION DE RIESGO DE LA ONU (CIUDADES RESILENTES) APLICADO A CARACAS (VENEZUELA)

INTRODUCCION

Una ciudad resilente es aquella en la que la ocurrencia de desastres son minimizados, porque la población reside en viviendas y barrios adecuados que cumplen con las normas básicas fundamentales para resistir a un evento adverso, así como infraestructuras, servicios y en la que no existen asentamientos humanos informales como viviendas ubicadas en llanuras aluviales o pendientes escarpadas debido a la falta de conciencia de la población al construir en esas zonas.

En este contexto el marco de acción de HYOGO 2005/2015 aumento la resilencia de las naciones unidas y las comunidades ante los desastres que fue aprobado por los estados miembros de las naciones unidas en 2005 y desde entonces son utilizadas en políticas naciones e internacionales en sus esfuerzos por reducir sustancialmente las perdidas.

Poco tiempo después de que la ONU anunciara que, por primera vez en la historia de la humanidad, más del 50 por ciento de la población mundial está viviendo en las zonas urbanas, en mayo del 2010, la Oficina de las Naciones Unidas para la Reducción del Riesgo de Desastres (UNISDR) lanzó la campaña titulada “Desarrollando ciudades resilientes ¡Mi ciudad se está preparando!”. Desde entonces, 1,050 ciudades se han integrado a la campaña y muchas más están esperando hacerlo.

CONTENIDO

PROYECTO DE REDUCCION DE RIESGO DE LA ONU (CIUDADES RESILENTES)

Este informe es el resultado de un estudio que emprendió un distinguido equipo de académicos del Instituto Internacional para el Medio Ambiente y el Desarrollo, con sede en Londres.

En el documento incluye una reseña de más de 40 ciudades y se entrevistó a diversos alcaldes y administradores municipales para ese propósito.

El informe describe el valor de la campaña a la fecha como elemento posibilitador de la resiliencia urbana, con base en la evidencia que presentan las ciudades y las entrevistas con los gobiernos que se condujeron especialmente para este documento.

¿Qué permite que una ciudad sea resiliente ante las amenazas naturales y las que induce el ser humano?

La resiliencia se acumula a través del proceso de urbanización y planificación, y mediante acciones específicas para reducir el riesgo y adaptarse al cambio climático. Una resiliencia acumulada es lo que permite que una ciudad funcione diariamente.

Los ingredientes: Reglamentos adecuados, un buen mantenimiento, la capacidad para gestionar emergencias, instituciones sólidas, una planificación urbana participativa, la concesión de permisos de construcción, la gestión de los recursos hídricos y de los desechos sólidos… todo esto permite que con el tiempo aumente la resiliencia.

No hay asentamientos informales construidos en planicies aluviales o en cuestas muy empinadas porque no hay ninguna otra tierra disponible.

La población y las autoridades locales comprenden sus riesgos y establecen una base de información local en común sobre las pérdidas que generan los desastres, las amenazas y los riesgos, lo cual incluye quiénes están expuestos y quiénes son vulnerables.

 Tecnologías de monitoreo y alerta temprana.

 La habilidad para responder y restaurar los servicios básicos.

 Condiciones propicias para aumentar la resiliencia

Hay varios factores que permiten que las ciudades sean más resilientes ante los desastres y que se motive a los gobiernos locales a tomar acciones. Con base en un análisis de los hallazgos de las ciudades y de los gobiernos locales que participan en la campaña, se incluyen los siguientes elementos:

 Un sólido liderazgo y voluntad política;

 La sostenibilidad de las capacidades y los recursos institucionales en el ámbito local;

 La habilidad de participar en actividades de alto impacto desde las etapas iniciales;

 Alianzas de trabajo y oportunidades de aprendizaje de ciudad a ciudad;

 La integración de la reducción del riesgo de desastres en los diferentes sectores; y

 El reconocimiento de las mejoras necesarias para lograr que la infraestructura sea más resiliente.

Estos y otros factores establecen las bases esenciales de la resiliencia.

Los representantes de las ciudades que se benefician directamente de la campaña explicaron que su valor agregado radica en lo siguiente:

 Permite que las autoridades municipales logren una mayor presencia a raíz de las labores ya realizadas en el campo de la gestión del riesgo de desastres y su reducción.

 Ofrece un marco para el diálogo entre los actores de diferentes disciplinas, a fin de prestar apoyo a las ciudades en la conducción de sus autoevaluaciones sobre el riesgo de desastres.

 Crea una plataforma predefinida para el intercambio de ciudad a ciudad en el ámbito internacional.

 Permite que las ciudades reciban el reconocimiento de la UNISDR, a través del marco de las ciudades modelos, el Premio Sasakawa de la ONU para la Reducción del Riesgo de Desastres y otros marcos relacionados con la campaña.

 Atrae la atención de los medios de comunicación hacia la reducción del riesgo de desastres, lo cual en cambio da origen a un mayor grado de rendición de cuentas entre las autoridades de los gobiernos locales, al igual que de los ciudadanos.

Para muchas ciudades, su inscripción en la campaña y su compromiso con los principios relativos a la reducción del riesgo de desastres, los cuales se destacan en una serie de declaraciones nacionales e internacionales, demuestran un fuerte indicio de voluntad política.

La campaña también es una poderosa herramienta de reclutamiento local y ha logrado atraer la atención de una amplia variedad de actores de una sección transversal de escalas y sectores legislativos.

Los diez aspectos esenciales Un punto fundamental de la campaña

La simplicidad y claridad de los diez aspectos esenciales representan un punto fuerte fundamental de la campaña. Estos lineamientos

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