Reforma agraria

“La reforma agraria debe ser un proceso masivo, rápido y enérgico de redistribución de los derechos sobre las tierras y sobre las agua.”

Cuando se lleva a cabo una reforma agraria, es con la finalidad de hacer un cambio positivo que mejore al país en cuanto a su forma de repartir las tierras de acuerdo a lo que se necesita y hace falta. En el caso de México, antes de la reforma la mayoría de tierras agrícolas eran propiedades ejidales, las cuales no podían ser vendidas por sus dueños de manera legal, también en ese entonces se establecía que el gobierno debía repartir las tierras a quienes las solicitaban, pero por el crecimiento de la población hace que esto se vuelva muy complicado.

“Las reformas agrarias se realizan generalmente ante la presión popular de los jornaleros sin tierra y los campesinos pobres, o cuando las formas de propiedad agraria son un freno para el desarrollo general de la economía; o donde el poder terrateniente es un obstáculo para la conformación de un Estado moderno. Sin embargo, todas las reformas agrarias tienen una sola causa común: la necesidad de liberar fuerzas productivas del campo y ampliar así el mercado interno, condición indispensable para el desarrollo del capitalismo.”

El artículo 27 de la Constitución Política que aun estaba vigente en 1988, decía que era obligación del gobierno dar tierras a quienes las solicitaran, pero ciertos problemas como el gran crecimiento de la población en las regiones rurales, lo cual implicaba mayor demanda de tierras, con las cuales no se contaba. Además, el estado de las tierras de México no son buenas en todos los lugares, muchas partes no contaban ni cuentan aun con buena irrigación, lo cual obviamente no permite una buena producción agrícola y eso afecta tanto a los campesinos, como al país, pues no se recibe ninguna ganancia.

El incremento de población igualmente genera otro problema, que es la exigencia de trabajo en el ámbito rural, la cual no puede ser abastecida del topo por parte de las industrias y empresas.

Ante todo esto, Carlos Salinas de Gortari establece que es necesario terminar con el reparto obligatorio de las tierras, él afirmaba que ya no quedaban más tierras por repartir y con esto empieza a estructurar sus reformas.

“En relación con el proceso de la reforma agraria, existe una estrecha vinculación entre la producción y el nivel de vida de los campesinos. En general, si dicho proceso tiene efectos positivos sobre la producción, lo tendrá también sobre el nivel de vida de los agricultores.” La reestructuración agraria se debe hacer pensando siempre tanto en el desarrollo del país como en beneficio de los que trabajan el campo, forma parte de una serie de pasos que buscan mejorar la economía, a gran escala y no de forma limitada o parcial, es decir no mejorando solo a unos cuantos.

La reforma agraria la considero como una medida política y económica, lo primero porque busca mantener un equilibrio y estabilidad en el país, enfocándose obviamente mas al ámbito rural dándoles una mejor forma de trabajo y mas igualdad, y lo segundo porque se necesitaba incrementar la producción del campo, tanto para abastecer al pueblo como para entrar a la globalización como lo quería Salinas de Gortari.

Para hacer la reforma se tuvo que modificar el artículo 27 constitucional, pues la mayoría de las zonas agrícolas eran ejidos, y muchos de los propietarios no contaban

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