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Reseña de La Formación del poder político en México

Cayes19Reseña3 de Enero de 2021

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La Formación del Poder Político en México escrito por Arnaldo Córdoba es una lectura de breve extensión ya que cuenta con apenas 100 páginas, sin embargo es muy rico y extenso en cuanto a su contenido ya que de forma analítica y precisa logra plasmar la forma de desarrollo que ha tenido el poder político en nuestra nación mediante la elaboración de un estudio global de la sociedad mexicana y forma de interpretar los cambios a través de los años.

El autor coloca a la modernización capitalista mundial como un factor determinante en el

desarrollo del Estado mexicano. Así mismo, Córdova señala con claridad que la

modernización del Estado cuenta con una lógica histórica interna.

El contenido se divide en cinco temas que separan los distintos aspectos que evaluó el

tan brillante pensador. La primer parte es titulada “La constitución de un gobierno fuerte”

en la cual habla acerca de forma analítica sobre uno de los periodos de la historia

mexicana más intensos que abarca de 1876 a 1910, es decir, el Porfiriato.

En esta sección se plantea que durante este periodo se condicionan los avances

posteriores de la nación y los cimientos de un gobierno fuerte. Desde su ascenso al poder

en 1876 demostró una evidente preferencia por los grupos sociales de mayor posición

económica, es decir, su pensamiento tenía como base el interés económico.

Córdoba plantea que durante la dictadura del General Porfirio Díaz existieron dos hechos

que marcarían la vida política futura de la nación mexicana, siendo el primero el

fortalecimiento del poder nacional mediante la transformación de poder personal que

consistió en una política llena de privilegios, estímulos y concesiones especiales; el

segundo acto fue la concepción del desarrollo convertida en política económica la cual

buscaba la colaboración de nacionales y extranjeros, ya que al intercambiar inversiones

no se obtendría más que el engrandecimiento económico de la nación, siendo que este

pensamiento fue muy acertado de su parte trayendo consigo un crecimiento del 2.7% en

la producción.

Así también el aumento del ingreso, la orientación de la agricultura hacia el mercado, la

formación de un proletariado agrícola e industrial y la más estrecha vinculación interna

con el exterior, hecho que permitió la creación del mercado interno y externo.

Debido a tan inteligentes acciones el mandato de Díaz introdujo la extensión de

ferrocarriles que ayudarían a hacer más eficiente el traslado de productos a lo largo y

ancho de la nación, el aumento y refuerzo de la industria minera, y el fortalecimiento del

comercio.

Arnaldo Córdoba cita a Leopoldo Solís “quienes analizan el desarrollo de México, suelen

por lo general, concretarse al periodo iniciado en 1940… Sin embargo, los

acontecimientos del México actual y del desarrollo económico del país se remontan a

finales del siglo pasado”.

El gran ritmo económico que Porfirio Díaz había conseguido para 1910 había sido

sensacional y nunca antes visto en la historia mexicana consiguiendo la creación de una

infraestructura moderna, sin embargo este proceso se vio suspendido tiempo antes del

inicio de la revolución mexicana y gran parte del capital mexicano fue destruido.

Este desplome económico fue ocasionado porque la fuerza de trabajo concentrada en el

comercio se destinó a las luchas armadas, también en muchas ocasiones lo que sucedió

fue que al no querer combatir muchos optaban por la alternativa de migrar del país.

El México posrevolucionario se encontraba dañado, sin embargo cuando empezaba a

lograr superar los efectos ocasionados por la lucha armada recibió un golpe por parte de

la gran depresión de 1929 a 1933, aunque no con un daño significativo.

Durante la década de los treinta México atravesó por significantes cambios en la

infraestructura económica, aunque desde una perspectiva social y política no ocurrieron

cambios notables. Sin embargo posterior a la revolución mexicana la nación no pudo

volverse autónoma y siguió dependiendo económicamente de la inversión extranjera.

La segunda sección de la lectura es titulada “¿Revolución o reforma?” En esta parte

Córdoba define a la Revolución Mexicana como un enfrentamiento democrático liberal

debido a que buscaba terminar con el Porfiriato en busca de libertades ciudadanas y la

participación efectiva del pueblo, así también lo definió como un movimiento agrario,

popular y antimperialista, ya que él consideraba que la movilización del pueblo para luchar

contra el orden establecido y reclamaba las condiciones de total sometimiento del pueblo

campesino y citadino, así también luchaba en contra del imperio establecido por el rescate

de los bienes.

Con todo lo anterior de por medio la Revolución Mexicana dejó como resultado la creación

de la propiedad privada, de manera predominante en el sector del campo; a diferencia con

una revolución política clásica esta incluye un nuevo elemento, el fenómeno del terror

convirtiéndola en la única forma de aislamiento de la participación directa e independiente

de las masas populares en el movimiento revolucionario nacional.

Debido a los problemas sociales que enfrentaba la nación durante esa época, en 1915

Carranza y sus seguidores los carrancistas señalaban la existencia de “movimientos

sociales” que en realidad eran organizados por el mundo político y no por la sociedad

mexicana, hecho por el cual no podían esperar cambio social alguno. Por esta razón el

pueblo mexicano cambio de estrategia convirtiendo su movimiento en una revolución

política para que de esta forma se pudiese solucionar el problema existente entre las

masas.

Y aunque al finalizar el conflicto se presumía de haber vivido una revolución social este

hecho se encontraba muy lejos de serlo pues realmente este evento se trataba de una

forma única e inédita de revolución política tal como una revolución populista que obtuvo

un control impresionante sobre las masas cumpliendo con el fin o la meta que se habían

propuesto al inicio del conflicto social.

La culminación de la Revolución Mexicana creó un nuevo régimen dando paso a la

fundación de un sistema de gobierno paternalista y autoritario que conforme el paso de

los años se fue institucionalizando, de esta forma se le otorgaron más cargos al poder

Ejecutivo de poderes extraordinarios permanentes que están encargados de proveer un

dominio de tipo absoluto sobre las relaciones de propiedad y el arbitraje sobre los

conflictos que surgen entre las distintas y fundamentales clases del pueblo mexicano.

Así mismo también se implementó un nuevo modelo de desarrollo capitalista fundado

mediante la defensa del principio de la propiedad privada y del propietario emprendedor

con una política de conciliación de las clases sociales, de esta forma todos los grupos y

clases sociales se veían obligados a finalmente vivir bajo el mismo régimen político, bajo

este modelo se pasó de una etapa de institucionalización política a una nueva que era la

industrialización constituyendo un nuevo propósito nacional supra clasista que iba de la

mano con la promoción constante de las reformas sociales.

Posterior a esta etapa inicia la siguiente sección nombrada “Colaboracionismo de clases y

populismo” en la cual comienza a hacer un análisis profundo y sencillo acerca de los

gobiernos presidenciales que se encuentran posteriores a la Revolución Mexicana en

donde se describen las consecuencias de ese movimiento populista.

Córdoba plantea que en el mensaje que dio Emilio Portes Gil el 30 de noviembre de 1928,

al rendir su protesta como presidente interino, incluía ideas que tenía contenido

sumamente ilustrativo acerca de un nuevo orden o forma de administración política, ´por

lo que de cierta forma se renovaría el gobierno mexicano. Así mismo marca que el hecho

dijo que los esfuerzos realizados para el beneficio de los obreros, no sólo no perjudican al

industrial progresista y bien intencionada, sino que además ayudaban a mejorar las

condiciones generales de la producción y asegura el desarrollo industrial del país y del

progreso intelectual y económico de los laborantes así como de los gremios obreros, por

lo que de esta forma se empieza a tratar a los trabajadores de una forma respetada y

mejor pagada.

Es decir, que es inevitable negar la coincidencia entre los intereses institucionalizados de

obreros y campesinos e intereses de grupos propietarios ya que el contexto los colocaba

en el programa constitucional de las reformas sociales.

El general Álvaro Obregón no sólo obtuvo beneficio del apoyo otorgado por el elemento

militar durante su lucha contra Carranza, sino, de manera fundamental, de la ayuda que le

otorgó la organización sindical más fuerte de dicha época, la CROM, dirigida por Luis N.

Morones. Posteriormente Morones con arreglos con Obregón fundó el Partido Laborista

con el único fin de darle apoyo durante la lucha electoral. Gracias a este hecho y al ganar

Obregón la candidatura Morones y su equipo obtuvieron puestos importantes en

...

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