Responsabilidad Social Empresarial

A menudo, el término “empresa” se utiliza o piensa como una unidad con fines económicos, la cual está integrada por elementos tanto humanos como materiales y técnicos, y cuyo objetivo es obtener utilidades al participar del mercado de bienes y servicios haciendo uso de factores productivos, tales como el trabajo, el capital y la tierra. Si bien este concepto no es errado, no es del todo completo. A partir del primer cuarto del siglo XX, las empresas comenzaron a adoptar el término de responsabilidad social empresarial o corporativa, la que se fue fortaleciendo en los años 50 y 60, y que nace a partir del pensamiento que, si las empresas utilizan los recursos que posee la sociedad, esta misma debe, de una u otra forma, devolver a la sociedad los beneficios generados por dicho uso. Es decir, las empresas no solamente persiguen un fin económico y lucrativo, sino también, mejorar la calidad de vida de la sociedad por medio de acciones de desarrollo laboral, educacional, económico y medioambiental de la sociedad.

Como señala Peter Drucker en su libro La sociedad postcapitalista: “Es una futilidad argumentar, como hace el economista y premio Nóbel Milton Friedman (n. 1912), que una empresa sólo tiene una responsabilidad: los resultados económicos. Conseguir esos resultados es la primera responsabilidad de una empresa, y la que no obtiene unos beneficios por lo menos iguales al coste de capital es socialmente irresponsable; despilfarra los recursos de la sociedad. Pero el rendimiento económico no es la única responsabilidad de una empresa, como tampoco el rendimiento académico es la única responsabilidad de una escuela”. Basándose en esta cita, se plantea mostrar cuales son las acciones de responsabilidad social que realizan dos empresas de este país. Por un lado, Scotiabank, una empresa bancaria canadiense con sucursales en Chile y que realiza acciones de responsabilidad social en el país, y por el otro lado la institución educacional AIEP.

La primera empresa mencionada, Scotiabank, centra sus esfuerzos de responsabilidad social en cinco aspectos, que se separan en Gobierno Corporativo, Clientes, Empleados, Medioambiente y Comunidad. Gobierno Corporativo hace referencia a garantizar que las prácticas y políticas cumplan las normas regulatorias locales exigidas, en este caso, en Chile. Por este hecho, en el año 2012, a Scotiabank Chile se le otorgó una certificación de acuerdo a la Ley N° 20.393 sobre Responsabilidad Penal de las Personas Jurídicas en delitos de cohecho a funcionario público, nacional o extranjero, prevención de lavado de dinero y financiamiento del terrorismo. En cuanto a la responsabilidad con sus clientes, este banco ofrece consejos y soluciones ante distintas situaciones financieras que estos estén atravesando. El tercer aspecto mencionado, empleados, demuestra el interés y la preocupación que tiene esta institución por sus trabajadores, dándoles oportunidades para que estos se desarrollen y puedan avanzar dentro de la organización. Este interés, hizo que el Banco fuera merecedor del reconocimiento “Mejores Empresas para Madres y Padres que Trabajan”, y en el año 2013 fue elegido como una de las 50 mejores empresas para trabajar en Chile, según Great Place to Work, empresa de consultoría internacional dedicada a ayudar a las organizaciones a identificar, crear y mantener grandes lugares de trabajo. Siguiendo en el mismo aspecto, esta institución financiera cuenta con el programa Avance de la Mujer, cuyo fin es entregar herramientas y competencias a sus colaboradores para que así puedan autogestionar sus carreras, potenciar su rol de liderazgo e incrementar las posibilidades de optar a puestos de alta dirección dentro de la institución.

El cuarto aspecto en el que Scotiabank centra sus fuerzas es el de Medioambiente, ya que buscan ser reconocidos como una empresa responsable en cuanto a este tema, es por eso que desarrollan iniciativas que mejoren la calidad de vida de la sociedad, tanto actual como futura. Debido a eso, optimizan el uso de recursos y fomentan el uso eficiente de la energía e implementan proyectos que aporten a la sustentabilidad del medioambiente. A partir del año 2011, Scotiabank comenzó a desarrollar la campaña “Vive Comprometido con el Medioambiente”, con la finalidad de contribuir a la reducción del impacto que produce en el consumo energético y de papel, además de iniciar un plan de reciclaje de papel, latas y botellas plásticas. En adición a esto, desde el año 2012, la empresa realiza jornadas de reforestación en los cerros de Renca, plantando a la fecha, más de 700 árboles nativos, con la participación de voluntarios de la misma empresa, que cada año van incrementando las horas dedicadas a trabajos de voluntariado, comenzando con 4.000 horas el año 2011, llegando a las 14.500 horas durante el año 2013. También, la empresa ha procurado reducir la Huella de Carbono, que en un año disminuyó de 4.556 a 3.978 toneladas, representando una baja de un 13%. El quinto y último aspecto en el que se enfoca Scotiabank es el de la Comunidad. En este aspecto se puede encontrar el Programa Iluminando El Mañana, cuya finalidad es el apoyo a corporaciones dedicadas a la

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