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Resumen Emergencias NTPS


Enviado por   •  10 de Marzo de 2020  •  Apuntes  •  5.118 Palabras (21 Páginas)  •  120 Visitas

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NTP 36: Riesgo intrínseco de incendio

Método de valoración del riesgo intrínseco:

Las industrias se clasificarán según el nivel de riesgo intrínseco de su propia instalación. En función de la carga de fuego pondera del local se establecen niveles que van del 1 al 8, siendo el nivel  1 y 2 bajo (Qp<200) , del 3 al 5 medio (200>Qp<800)  y del 6 al 8 alto (Qp>800)

Esta carga de fuego ponderada (Qp) se calcula considerando todos los materiales combustibles que formen parte de la construcción, los utilizados en los procesos de fabricación y todos los combustibles que pueden ser almacenados. Su cálculo se realiza con esta expresión:

[pic 1]

Siendo:

-Pi: Peso en kg de cada una de las diferentes materias combustibles.

-Hi: Poder calorífico de cada una de las diferentes materias en Mcal/kg.

-Ci: Coeficiente adimensional que refleja la peligrosidad de los productos según estos valores: Alta (C=1,6), media (C=1,2) y baja (1).

-A: Superficie construida del local, considerada en m2.

-Ra: Coeficiente adimensional que pondera el riesgo de activación inherente a la actividad industrial tal que un riesgo de activación alto es 3, uno medio es 1,5 y uno bajo es 1.

Nivel de riesgos  intrínseco

de la  industria

Separación mínima

en m.

Alto

10 m.

Medio

5 m.

Bajo

Cualquiera

NTP 40: Detección de incendios

La detección de un incendio se puede realizar por detección humana, por una instalación de detección automática y por sistema mixto. Se eligen por las pérdidas humanas o materiales en juego, la rapidez requerida, la posibilidad de vigilancia constante y total por personas, la fiabilidad requerida, su coherencia con el resto del plan de emergencia, su coste económico, etc.

  • Detección humana: Es la realizadas por personas. Durante el día se asegura una rápida detección en zonas visible, pero no en zonas “escondidas”. Durante la noche la detección se confía al vigilante que realizará rondas cada cierto tiempo, su labor de vigilancia debe supervisarse con técnicas como fichar cada cierto tiempo. La rapidez de la detección en este caso es baja, pudiendo alcanzar una demora igual al tiempo entre rondas. Es imprescindible una correcta formación del vigilante en materia de incendios.

  • Detección automática: Permiten detectar y localizar de manera automática el incendio y de la misma forma poner en marcha las secuencias del plan de alarmas incorporadas a la central de detección. La rapidez de detección es superior a la detección por vigilante, aunque puede haber detecciones erróneas. Además, pueden vigilar zonas inaccesibles a la detección humana. Normalmente la central está supervisada por un vigilante aunque pueden programarse para que actúen automáticamente (plan de alarma programable). Los principales componentes de un sistema de detección automática son: detectores automáticos, pulsadores manuales, líneas, aparatos auxiliares y central de señalización y mando a distancia.

  • Mixto: Combina ambos sistemas, pasa a ser semi-automática.

Podemos hacer otra clasificación de detectores atendiendo al fenómeno que detectan, donde encontramos cuatro tipos:

  • Detector de gases de combustión iónicos (humos visibles o invisibles): Poseen dos cámaras ionizadas por un elemento radiactivo, una de medida y otra estanca o cámara patrón, pasando una pequeña corriente de iones de oxígeno y nitrógeno por ambas. Cuando los gases de combustión modifican esa corriente se produce una variación de tensión que hace saltar la alarma. Los humos no procedentes de incendios y las corrientes de aire con velocidades superiores a 0,5 m/s-1  pueden dar lugar a falsas alarmas. Su sensibilidad es regulable.

  • Detector óptico de humos: Detectan humos visibles. Se basan en el oscurecimiento que provocan los humos en las cámaras de medid o en el efecto Tyridall. El polvo afecta a su detección y sus soluciones son difíciles. Son de construcción complicada ya que requieren una fuente lumínica permanente o intermitente, una célula captadora y un equipo eléctrico muy complejo.
  • Detectores de temperatura: Hay dos tipos básicos: de temperatura fija o termovelocimétricos.
  • Temperatura fija: Son los más antiguos y actúan cuando se alcanza una determinada temperatura. No se suelen encontrar en instalaciones grandes.
  • Termovelocimétricos: Miden la velocidad de crecimiento de la temperatura. Normalmente su sensibilidad se regula a unos 10ºC/minuto. Compara el calentamiento de una zona sin inercia térmica con otra zona del detector que posee una inercia térmica determinada.

Detectores de llamas: Detectan las radiaciones infrarrojas o ultravioletas que acompañan a las llamas. Contienen filtros ópticos, célula captadora y equipo electrónico complejo. Requieren un mantenimiento similar a los ópticos de humos. Radiaciones procedentes de otras fuentes afectan en la detección, aunque se puede solventar con filtros en los detectores limitando la sensibilidad de la célula.

Detectores térmicos

Detectores humos

En zonas con superficie igual o inferior a 40 m2 se instalará mínimo 1. En zonas con más de 40 m2  como mínimo uno cada 30 m2.

En zonas con superficie igual o inferior a 80 m2  se instalará mínimo 1 y a una altura inferior a 12 metros. En zonas con superficie superior a 80 m2 se instalará mínimo 1 cada 60 m2 si la altura del local es igual o inferior a 6 m. y cada 80 m2 si su altura está entre 6 y 12 m.  En pasillo de hasta 3m de ancho, habrá 1 detector térmico cada 9m. y un detector de humos cada 11,5 m.

NTP 41: Alarma de incendios

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