Resumen GUASH

RESUMEN GUASH, ÓSCAR. 2002 [1ª ED. 1997] Observación participante. Cuadernos Metodológicos. Centro de Investigaciones Sociológicas. Madrid

DEL ARTE DE OBSERVAR

Si la mirada es un acto común que selecciona diferentes imágenes de forma inconsciente y no presta atención al entorno, contemplar, por el contrario, supone ir más allá e implica dar el paso a los sentimientos que provoca lo observado.

Observar se considera una forma de mirada ya que es un “acto de voluntad” que selecciona una zona para ver algo.  Las ciencias sociales miran teniendo siempre en cuenta el contexto en el que está situada la realidad que quieren observar.

En sociología, el termino “distancia” es el que se utiliza para para mirar lo real y es una distancia que se construye a través de la encuesta y la estadística que permite dar objetividad a dicha mirada, aunque la mirada nunca suele ser objetiva, es subjetiva.

La distancia es realizada mediante el cuestionario y la distinción hecha entre el encuestador y el encuestado permite al investigador crear una barrera que permite omitir la implicación personal con la realidad elegida.

En la observación participante es muy importante tener en cuenta la participación sobre todo en los aspectos de cuestión técnica y sentido común. La etnografía no es la observación participante, sino su resultado, y también cabe destacar que la observación participante y su resultado son anteriores a las ciencias sociales.

EN LA PRÁCTICA

La observación participante es la técnica más empleada para analizar la vida social de los grupos humanos. Se emplea para obtener datos donde resulta difícil utilizar otro tipo de técnica. La observación participante se lleva a cabo para estudiar desde dentro los pueblos primitivos, minorías, grupos étnicos, organizaciones, subculturas y profesiones.

El investigador se convierte en nativo de la realidad social que va a investigar, y depende de los datos recogidos en la investigación para poder analizarla. Uno de los objetivos claves es definir los conceptos claves desde el punto de vista de los actores implicados en la realidad social para comprender el modo en que los miembros se ven a sí mismos. Es preciso tener en cuenta diversas estrategias y que la proximidad al campo de investigación dificulta la perspectiva crítica.

Un  escenario puede ser abierto o cerrado según el grado de negociación requerida para acceder al mismo.

La observación participante se puede desarrollar en diferentes escenarios y también posee diferentes maneras de acceso. Por un lado podemos encontrar un escenario opaco, en el que se deja ver muy poco lo que está ocurriendo; por el contrario, puede haber un escenario transparente con el que se vea con claridad lo que acontece. También podemos diferenciar entre una observación abierta o cerrada, viendo las facilidades o dificultades que nos encontramos para acceder.

A la hora de trabajar tienes que tener en cuenta que hay escenarios en los que tienes que actuar como uno más del grupo e integrarte para obtener la información. Otras veces esto es mucho más complicado por lo que tienes que pactar o negociar en el escenario en el que quieres intervenir, estas negociaciones se denominan estrategias abiertas. Por otro lado están las estrategias encubiertas, donde las personas no saben que hay un individuo que está observando y recogiendo información.

 Pero sin embargo lo que se pretende es pasar lo más desapercibido posible para que las personas a investigar no se sientan incómodas y sean ellas mismas. Si no es así las personas intentarán hacer ver al investigador que comportamientos raros o inusuales son raros en la sociedad y no en ellos mismos.

Hay situaciones en las que investigar un escenario ajeno puede ocasionar situaciones de malestar, por lo que hay que adquirir una cierta confianza y una cierta contribución con aquellas personas que son observadas y se encentran en el entorno a investigar. Y es precisamente gracias a esta confianza que se debe establecer con la que los investigadores deben llegar a indagar en aquellos aspectos que les sean relevantes para su observación.

 CINCO EJEMPLOS

El diario de campo suele ser subjetivo, por lo tanto en el encontramos los miedos, frustraciones, placeres, etc.

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