Resumen exposición “Naturaleza y cultura”
Paola VigoyaEnsayo20 de Febrero de 2019
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Pontificia Universidad Javeriana
Facultad de Comunicación y Lenguaje
Resumen exposición “Naturaleza y cultura”
Paola Andrea Vigoya Alba
11 de febrero del 2019.
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Sujetos a la regla
En la presente exposición se busca dar cuenta de la diferenciación entre la vida natural salvaje y la introducción de las reglas y normas de comportamiento como sinónimo de cultura, haciendo énfasis en este ultimo aspecto. Esto se logrará tomando en cuenta el capitulo “Naturaleza y cultura” de Claude Lévi-Strauss como principal material de apoyo, y algunas otras fuentes de conocimiento que hayan estudiado el tema.
Para comenzar, no siempre es fácil distinguir entre el estado de naturaleza y el estado de cultura (o estado social). De hecho, casi siempre las conductas del sujeto humano resultan de una verdadera integración de causas tanto biológicas como sociales y por esta misma razón, aunque los estudios sirven para clarificar parte de las dudas, cada vez resultaba más complicado encontrar el punto en el que una terminaba para darle paso a la otra. Sin embargo, en uno de estos estudios realizados para distinguir esta gran dicotomía, Levi-Strauss choca con una conclusión que a pesar de resultar obvia, requería de un trabajo de campo elaborado para salir a la vista. Fue así como evaluando a aquellos grandes monos se reveló que la vida biológica y natural salvaje puede encontrarse en completa similitud con la humana, pues el comportamiento instintivo es característica de ambos grupos, incluso, aquellos mamíferos poseen todas las posibilidades de adoptar un nivel más avanzado de conducta si ese fuera el lugar a donde quisieran llegar. Aunque fue en este punto donde se descubrió aquello que este grupo salvaje no poseía y por lo cual se diferencia del humano racional, la ausencia de reglas, la vida social del mono carece totalmente de cualquier tipo de norma, este actúa de la misma manera con cualquier figura que se encuentre con él, no hay ningún marco bajo el que se rija su comportamiento.
Es entonces como reconocemos el criterio más apto para distinguir las actitudes sociales, la manera de comportamiento adquirido del instinto y de la naturaleza en presencia o, en su defecto, ausencia de la regla. Para el ser humano racional y cultural, sus deseos y necesidades no son más que un estimulo de la parte instintiva y biológica con la que cuenta, pues no es ni más ni menos de lo que un mono podría desear, aspectos naturales como la búsqueda de alimento para supervivencia, o de bienestar e incluso protección, son totalmente universales y se caracterizan por ser espontáneos. Sin embargo, con la introducción de la sexualidad se empieza a ver involucrado el otro, empieza todo el proceso de descubrimiento y de observación de la otra persona como figura de placer propio con autonomía y responsabilidad, lo cual trae consigo convencionalismos y por lo tanto, la implantación de las reglas en la sociedad. Es entonces, como empieza la persona a buscar como regular el comportamiento frente a la sexualidad para que este no se torne inapropiado o indebido.
Con el surgimiento de este gran identificador de cultura, las normas acerca de la sexualidad son las primeras reglas para lograr definir a la cultura, ahora no se trata de la cultura, de una singularidad, pues se crean varías que logran diferenciarse en términos de ideologías en cuanto a la sexualidad, cada una de ellas estipula tipos de conductas apropiadas e inapropiadas para cada uno de los sujetos que se identifica con dicho tipo de pensamiento y se rige bajo este mismo. La variedad de pensamientos e ideologías que se tienen culturalmente frente a este tema son prácticamente infinitas, pues se puede ver de todo a medida que la cultura cambia, desde sexo extra marital moralmente aceptado ante los ojos de Dios como se puede encontrar en Iran únicamente con mujeres viudas y divorciadas, prestamos de parejas en Groenlandia o en el Ártico, el entendimiento del rechazo como una ofensa en culturas donde prima la religión como Malasia o Borneo, la necesidad de dolor físico como ritual sexual para mayor satisfacción, hasta el hecho de que el conocido ritual de “virgen hasta el matrimonio” tenga una connotación completamente negativa y sea sinónimo de rechazo.
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