Sin WiFi no se puede pensar

Escuela de Educación y Desarrollo Humano Licenciatura en Gestión de Instituciones Educativas

Seminario: Problemáticas Educativas Contemporáneas.

“SIN WIFI NO SE PUEDE PENSAR”

Equipo de cátedra: Claudio Suasnábar Daniela de Michele

Fernando Gabriel Martínez Sebastián Koc Muñoz

Integrantes:

María Paula Domínguez Bernardino Ellero Muth Daniela A. Escalante

Jonathan Espínola Natalia Farías

Año: 2023

Comisión: ASIG00002 y TRAYE0002

SIN WIFI NO SE PUEDE PENSAR

Abstract

La pandemia de COVID-19 ha tenido un profundo impacto en el sistema educativo de Buenos Aires, especialmente en el barrio de Bajo Flores. Marcó un punto de inflexión

significativo, requiriendo que todos los actores del sector educativo se adaptaran y repensaran diversas estrategias pedagógicas para garantizar la continuidad de los recorridos educativos de los estudiantes. Obligó a la comunidad educativa a buscar herramientas y métodos para transmitir de manera efectiva el contenido y el conocimiento a los estudiantes.

¿Fueron suficientes las herramientas y estrategias implementadas por los docentes durante la pandemia para ofrecer educación de calidad?

¿Tuvieron acceso a los materiales, recursos y equipos necesarios para llevar a cabo sus tareas de enseñanza de manera efectiva?

Para abordar los desafíos planteados por la limitada conectividad de las familias, los docentes diseñaron un sistema de comunicación telefónica para llegar a los estudiantes de manera más efectiva. La presentación investiga si la escuela mantuvo un contacto regular con las familias y sus estudiantes durante toda la pandemia.

Los docentes emplearon una variedad de herramientas y plataformas digitales, para facilitar la enseñanza y el aprendizaje a distancia.

Los hallazgos sugieren que los educadores en la Villa 1-11-14 tuvieron que innovar y adaptarse mediante el empleo de diversos recursos para llegar a todos los hogares y mantener un grado de interacción con sus estudiantes.

La pandemia obligó a los educadores a superar obstáculos y desafíos significativos en la búsqueda de una educación de calidad.

INTRODUCCIÓN

A partir de mediados del mes de marzo del año 2020, la pandemia de COVID-19, que comenzaba a alterar al mundo, tuvo un impacto muy significativo en la sociedad, y la Villa

1-11-14 ubicaba en el barrio de Bajo Flores de la ciudad de Buenos Aires no fue la excepción.

Esta villa, como otros sectores de bajo recursos en todo el mundo, se vio alterada por la crisis sanitaria y la información que circulaba de una enfermedad hasta entonces inédita y de consecuencias imprevisibles que llevó a paralizar todos los servicios no considerados

esenciales y afectando especialmente a la comunidad vulnerable desde el aspecto social y

económico. La propagación del virus se desarrolló de manera más rápida y letal debido a la falta de acceso a recursos básicos, la densidad poblacional, al hacinamiento, y a las

condiciones precarias de vida.

Las escuelas debieron cerrar precipitadamente sus puertas como medida preventiva y adaptarse a la nueva modalidad de enseñanza a distancia, generando grandes desafíos a toda la comunidad educativa. Esa práctica hasta entonces reservada solamente a algunas instituciones de nivel superior y a su vez los docentes tuvieron que explorar alternativas,

estrategias y plataformas de educación digital que les permitiera llegar a todos sus

estudiantes; aún sabiendo que esta brecha digital sería una gran desventaja para brindar una educación de calidad a estos sectores más vulnerables debido a la falta de acceso a dispositivos móviles, recursos tecnológicos, internet, y a la falta de espacio propicio para realizar las actividades escolares promoviendo barreras muy significativas.

Los docentes y directivos de las escuelas de la Villa 1-11-14 se esforzaron por mantener el contacto con sus estudiantes y brindarles apoyo académico en la medida de lo posible, pero la situación era desafiante.

La pandemia no solo puso de manifiesto las desigualdades existentes en el sistema educativo argentino, sino que también resaltó la necesidad urgente de abordar estas disparidades. La Villa 1-11-14 es solo un ejemplo de muchas comunidades marginadas que

enfrentaron dificultades similares durante la pandemia. La crisis sanitaria ha dejado en claro la importancia de garantizar un acceso equitativo a la educación y de fortalecer el sistema

educativo para que sea más resiliente ante situaciones de emergencia.

La cuestión fue ¿cómo llevar adelante este desafío? (considerando que en nuestro país se había decretado el aislamiento social preventivo obligatorio).

¿Todos los docentes contaban con las herramientas y recursos?

Los equipos de conducción inmediatamente tuvieron que realizar un relevamiento para conocer las necesidades y posibilidades de los docentes para llegar a establecer una comunicación con todo el alumnado.

A su vez, tuvieron que armar tutoriales conjuntamente con la facilitadora pedagógica digital para que todos los docentes pudieran apropiarse de las plataformas y de los dispositivos a pesar de la resistencia que tenían algunos.

En este contexto, es fundamental reflexionar sobre cómo se puede trabajar juntos para superar los desafíos educativos que ha traído consigo la pandemia en la Villa 1-11-14 y en

comunidades similares. La educación es un pilar fundamental para el desarrollo de las personas y de la sociedad en su conjunto, y la pandemia nos ha recordado la importancia de garantizar que nadie se quede atrás en este proceso de aprendizaje y crecimiento.

Y DE PRONTO TODO SE CERRÓ

El ministro de Salud de la Nación, Ginés González García y de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Fernán Quirós brindaron el 2 de marzo de 2020 una conferencia de prensa en la que informaron sobre el primer caso confirmado de COVID-19 en Argentina.

Se trataba de una persona de 43 años de sexo masculino, que había estado entre 19 al 21 de febrero en Milán y entre 22 y 29 del mismo mes en otras ciudades de Italia y España e ingresó al país el domingo primero de marzo, fecha en la que realizó la consulta médica al presentar fiebre, tos y dolor de garganta.

Desde diciembre de 2019, cuando se notificaron los primeros casos de una forma desconocida de neumonía en la ciudad china de Wuhan, hasta ese mes de marzo, la mayoría de los países aún no había previsto los efectos socioeconómicos disruptivos que ocasionaría y se debatían sobre las diferentes formas de controlarla. Así, en poco tiempo se decidió el cese de actividades y cierre de lugares de concentración de público, entre los que se encontraban los colegios. Más de 120 países se inclinaron por la opción del aislamiento social afectando a más de un tercio de la población mundial y si solo consideráramos el espectro educativo, más de 2200 millones de estudiantes de todo el mundo se vieron afectados por las medidas restrictivas.

Al decir de Byung-chul Han la crisis sanitaria en occidente fue mal gestionada ya que desde su punto de vista podría haberse utilizado la tecnología digital para controlarla, tal

como se hacía en oriente, aunque el pensador resaltaba la confianza en el Estado por parte de los ciudadanos en parte debido a la mentalidad cultural autoritaria. En su exposición

calificaría de absurdos los cierres de frontera.

En tanto Robert Castel, en su libro “La inseguridad social” define la seguridad social como "un conjunto de instituciones y mecanismos que tienen por objeto proteger a los individuos y a las familias frente a los riesgos de enfermedad, desempleo, vejez, etc.". En el contexto del estado protector, la seguridad social se entiende como un mecanismo de integración social que tiene como objetivo garantizar a los ciudadanos un mínimo de bienestar, independientemente de su condición social o económica.

Si tomáramos este concepto y lo volcáramos al contexto de aquel momento, con carencia de antecedentes inmediatos, solo teniendo en cuenta los registros históricos de episodios pandémicos producidos un siglo o más atrás, cuando el efecto globalizador

principalmente afectado por el transporte de personas y mercaderías no tenía la magnitud conocida por todos, era indispensable tomar medidas urgentes y drásticas que permitieran frenar el avance de la nueva enfermedad.

Con el correr de los días en el ámbito local, y más precisamente en los entornos

escolares de la Ciudad de Buenos Aires, se presumía una posible suspensión de actividades cercana, tal y como se había dispuesto en 2009, cuando la gripe A (H1N1) que afectara a la

población de nuestro país. Docentes de los distritos escolares del sur de la ciudad consultados previamente entre los ministerios de Salud y Educación, confirmaron que durante la semana del 9 al 12 de marzo de 2020 esa posibilidad era latente y por lo tanto se decidieron reuniones organizativas para la siguiente semana, entre directivos y supervisiones, para acordar medidas preventivas que permitan afrontar una posible suspensión temporal breve, tomando en

especial consideración la población social y económicamente vulnerable y vulnerada.

El Presidente de la Nación, Alberto Fernández, luego de encabezar una reunión en la quinta de Olivos donde participaron funcionarios del gabinete, dirigentes de la oposición

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