Soluciones Sistemicas
lucatadeo31 de Octubre de 2014
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LAS ÓRDENES DEL AMOR
Bert Hellinger desarrolla su método de Constelaciones Familiares mediante lo que describe como “órdenes del amor.” Fruto de su intuición y de la base que le proporciona la comprensión de los fenómenos que se presentan en el transcurso de las constelaciones que lleva a cabo en psicoterapia.
La repetición de unos mismos fenómenos lo lleva a establecer una teoría realizada a partir de las observaciones, y de la práctica de que todo orden nace del amor. Bert Hellinger habla de un orden predefinido, lo describe como “la observancia de un orden superior de amor; [Amor] que nos obliga a someternos con humildad a nuestro propio destino”.
Estos órdenes aparecen, por tanto, ligados a la noción de humildad. Quizá se puede explicar la humildad por la famosa frase de Bert Hellinger: “Admitir lo que es.” De todas formas, dice, no tenemos elección, estamos sometidos a nuestro propio destino o al lugar que ocupamos en un sistema.
Las Constelaciones están dirigidas por las leyes sistémicas y éstas parecen responder a una gran necesidad actual de claridad y estructura. Necesitamos recordar entre otras cosas que «el ser humano no es un ser solitario, cuya misión principal sería la sola realización personal, [...] sino que pertenece y sirve a una entidad más grande y por lo tanto se perjudica a sí mismo cuando perjudica a otros” (Bert Hellinger).
Paradójicamente, el reconocer esta dependencia nos devuelve nuestra fuerza y nuestra libertad de acción, a partir de aquí, podemos salir de la lucha personal y actuar de forma realista y claramente definida. Los conceptos de la humildad y orden pueden parecer algo conservador, incluso reaccionario o fundamentalistas, después de un siglo de tendencias anti-autoritarias, de libertades de todo tipo y de “autorrealización” a toda costa.
Autorrealización sin tener en cuenta o ignorando la fuente de toda manifestación, la “razón implicada” de David Bohm (Físico), esa fuerza invisible y por tanto origen de todo movimiento sentido y/o forma visible a nuestros ojos, esas memorias que actúan a niveles de inconsciente colectivo, el alma del sistema, como lo describe Hellinger.
Se entiende por órdenes del amor aquellas leyes o principios de la conciencia sistémica, arcaica, o inconsciente por el que se rige todo sistema humano.
Son precisamente estas leyes que, respetadas, aportan orden en las relaciones. Un orden necesario y a través del cual puede fluir el amor en las relaciones personales. En el no respeto de estos órdenes se encuentra el origen de conflictos personales que más tarde, habiendo creado éstos un desequilibrio en el sistema familiar, organizacional, cualquiera que observemos, se presentan y actualizan como el origen de patologías a nivel psíquico, físico o relacional. Todo sistema humano está regido por estas leyes físicas.
1ª ley – La pertenencia
Ésta se basa en el amor, cuyo propósito siempre es la inclusión. Se trata del derecho a pertenecer totalmente, estar incluido de pleno derecho en el sistema al que pertenecemos.
Nadie puede ser excluido, esto representa que todos los miembros de un sistema son iguales en derecho de pertenencia y deben ser reconocidos según este mismo derecho. La exclusión de un miembro crea un desequilibrio un desorden en el sistema que, más tarde recurrirá a mecanismos de compensación a menudo traumáticos.
La exclusión tiene diferentes facetas. Puede excluirse por simple olvido o porque el comportamiento no corresponde a los valores y creencias del sistema familiar (u otro). Puede ser porque el recuerdo de la persona es causa de dolor, también pueden ser niños no natos, en estos casos no se le menciona.
2ª ley – El sistema jerárquico
Esta ley se realiza a través del tiempo, el que llegó primero es prioritario, el sistema respeta el orden de aparición en el tiempo y lo interpreta como más importante. También es importante la función que desempeña, un miembro cuya función es más importante para la supervivencia o el mantenimiento del sistema tiene prioridad.
3ª ley – La necesidad de equilibrio entre dar y recibir
Cuando alguien nos da algo sentimos de inmediato la necesidad de compensar, de devolver, de equilibrar. Así si alguien nos hace un regalo, sentimos el deseo de darle algo también, pero así como ocurre con lo positivo ocurre también en lo negativo.
Si alguien nos hace un mal, también sentimos la necesidad de devolverlo y de esta forma creamos nuestro intercambio, no se disuelve la relación por ello, la relación se disuelve cuando ya no hay intercambio.
El desequilibrio entre dar y recibir surge cuando alguien da más de lo que recibe o cuando alguien recibe tanto que se siente incapaz de devolver algo equivalente, o cuando alguien es incapaz de tomar del otro…
Cuando respetamos estos órdenes nos sentimos inocentes y el amor puede fluir libremente, el sistema ofrece seguridad y fuerza cualquiera que sea la experiencia que abordamos en la vida.
“A veces pensamos que la vida nos pertenece, o que podemos hacer con ella lo que queramos. Probablemente es más cierto lo contrario: nosotros somos los que pertenecemos a la vida que, querámoslo o no, tiene sus reglas, llenando de dicha a quien, humildemente, recoge todo de quienes le precedieron, reconoce a todos su lugar y se abre a intercambiar y a transmitir lo recibido. La pretensión de otra cosa solo acarrea, como atestiguan diversas tradiciones, la expulsión del Paraíso”
Bert Hellinger
LA PAREJA
Después de haber leído este libro, podemos entender un poco más la dinámica de pareja así como sus diversas facetas por las que pasan para poder ser una relación estable y sólida.
Es importante que cada uno de los miembros de la pareja aprendan a conocerse y saber de las necesidades y carencias que cada uno tiene con respecto a si mismos, o bien, de las cuales hayan sufrido dentro de su familia de origen. El hombre y la mujer se necesitan, y más para poder llevar adelante una relación, pues cada uno de buscará complementarse mutuamente, buscando en el otro aquello que le falta para sentirse pleno y satisfecho con una relación.
Sin embargo cuando hablamos de pareja, englobamos muchas situaciones, desde lo que se espera de cada persona, así como también el aprender a manejar vínculos que se tengan con la familia de origen de cada uno, pues en ocasiones esto es fuente de conflicto y de separación de la pareja.
Es importante que cada uno aprenda a romper esquemas o marcos referenciales con su familia para poder lograr la identidad como pareja, es decir, ajustarse a vivir nuevas experiencias y saber manejarlas sin que exista conflicto.
El autor de este libro nos muestra detenidamente como puede darse la solución de problemas a través de constelaciones familiares, ya que aquí se explica que la pareja actúa o se comporta de cierta manera por lealtad a alguno de sus familiares, sin embargo a través de la constelación se puede lograr que aquello no resuelto o que crea dolor sea solucionado.
En una relación se tiene que tomar en cuenta el hecho de dar y recibir, es decir, la relación se logra a través de una compensación continua entre dar y tomar, unida al amor. Lograr una relación sana y estable, es considerado como una época de culminación en la pareja, me refiero, al hecho de encontrar aquella persona con la cual deseemos compartir nuestra vida y estar unida a ella por el resto de nuestra vida, aceptándola tal y como es, y encontrando en ella la estabilidad emocional y aprendiendo de cada uno, logrando la madurez en la relación, pues quien no está de acuerdo con su pareja tal y como es, la perderá. Quien pretende remodelar a su pareja la perderá.
La solución para la pareja consiste en reconocer las diferencias entre sus familias, reconociéndolas como iguales de valor y de rango y que cada uno se deje enriquecer por la familia del otro.
Por tanto, en una relación de pareja es necesario que los compañeros establezcan algo común, porque cada uno de ellos tiene raíces distintas. La condición previa, sin embargo, es que cada uno reconozca, valore y quiera a la familia del otro.
RELACIONES ENTRE PADRES E HIJOS
Desde el enfoque de las Constelaciones se pueden reconocer y solucionar relaciones familiares problemáticas. Dando una mirada sanadora, para que la vida se viva con plenitud, cada uno lo que le toca, respetando un orden que facilita las relaciones, en vez de dificultarlas. Con dos palabras clave: Sí y Gracias, dirigidas a nuestros padres en particular y, con mayúsculas, a la vida que nos toca vivir.
Cada vez con más fuerza, las Constelaciones Familiares están creciendo a nivel mundial y en todos los ámbitos; social, terapéutico, educativo y empresarial. Este enfoque ha sido desarrollado en profundidad por el alemán Bert Hellinger, desde principios de 1980, y continúa con lo que él llama la terapia familiar sistémica.
Poniendo atención en la familia y sus relaciones, como punto de partida, para descubrir el origen de muchos de nuestros problemas afectivos, relacionales e incluso de enfermedades.
La familia
Si pensamos en una familia, cada uno de nosotros tendrá una imagen determinada, seguramente la de su propia familia de cuando era niño o la de ahora que es adulto, o incluso la de su ideal de familia. Algunos imaginarán a un padre y una madre con sus hijos, otro a los abuelos con los nietos, otros visualizarán a un padre o madre ausente y a unos hijos que sufren por esta ausencia. Habrá tantas tipologías
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