Teoría de la estupidez humana

Teoría de la estupidez humana

Alguna vez me han preguntado mi opinión sobre el mundo en general, por regiones, estados, países y universos pero la verdad sobre todo y todos no la conozco y no pretendo darla en estos momentos. Sólo esperaban algún día bueno para que saliera la verdad que se asoma desde hace algunos ayeres en la mente de toda ese gente acostumbrada a ver el mundo de una forma tan agria y grosera, buscando el error y tropiezo de los demás para satisfacer sus necesidades de superioridad.

Al contrario de lo específico de la situación que he de mejorar al pasar las líneas no puedo evitar imaginar los pensamientos de la gente que vaya a leer esto y no me da consuelo el saber que tal vez y seguramente nunca logre adivinarlos.

Como venía diciendo con anterioridad trataré de sonar lo más práctico y lacónico que pueda para no enredar las mentes que ya surgen con sus ideas propias al mundo exterior por lo cual no pretendo exigir que lidien sus ideales con los míos porque provocaría una pelea existencial en sus mentes a menos claro está, que se quejen demasiado por la arrogancia escrita y desechen el porvenir de mis ideas como si fuera la envoltura de un dulce.

Los más plausibles argumentos que se pudieran presentar en cualquier teoría estúpida no se pueden refutar como con ésta ya que se pretende ser un poco optimista y como siempre resolver la sed de conocimiento ante los fenómenos que no se pueden explicar tan sencillamente, puede que se expliquen de otra forma más científica pero como somos tan evidentemente morbosos ante las infinitas posibilidades y vagancias absurdas que sugeriré otras maneras de apreciar la forma en la que el mundo toma al mundo, en la que se muestran los colmillos para juzgar a la demás gente e imperiosamente asumen papeles que no se les corresponde en tiempos donde no se les llama. Los términos empleados en la explicación no tendrán más objeto que el de liberar una tensión más en mi cabeza así que si alguno está en desacuerdo puede estarlo y seremos felices todos.

Es de conocimiento público que las mayores invenciones en este mundo han venido engendradas por genios y magnates de la historia de la humanidad que nos han dejado perplejos e incrédulos ante tanta sabiduría o ingenio empleados por esas gentes. Lo vemos en muchos casos de la ciencia con grandes descubrimientos y avances, en el arte con creaciones inéditas y recordadas por décadas incluso siglos, en la música, la escritura el folclore de nuestra variedad humanística que hemos vivido a lo largo de milenios. Alguna vez alguien se ha preguntado ¿De dónde viene todo eso? Es impensable decir que viene de un cerebro y pensamientos comunes y corrientes como los que han ido evolucionando, por citar a los grandes pensadores griegos (No cito a ninguno porque me parece de mala educación) que presagiaron tantos cambios y otorgaron pie firme en fundamentos actuales, ellos que cimentaron la mayor parte de lo que somos ahora y sin menos preciar a otras culturas. ¿Será acaso que todo viene del espacio exterior? ¿Será que a esos grandes genios con inteligencia superior han sabido encontrar la respuesta a todo con ayuda de los seres superiores que vienen de los cielos y el infinito universo? Amigos míos siento desilusionarlos con esto pero temo decirles que están especulando mal al darme crédito a semejante tontería que propuse, se preguntarán ¿Por qué? Si la aparente idea no sonaba tan descabellada después de todo, ¿No es así? La respuesta es muy sencilla: La teoría de la estupidez humana nunca dará méritos a los seres del universo porque nosotros mismos somos responsables de la desgracia humana o las altitudes alcanzadas. Bueno una vez descartados a los amigos alienígenas puedo seguir relatando el provechoso mundo del poder mental y ocurrencias fingidas o reales que se originan en el cerebro humano.

Parecería mentira si les dijera que esto tiene que ver con la vida y la muerte, con los sueños, ideales, miedos, amores, tentaciones, virtudes, defectos y demás cosas que conlleva vivir una vida hasta el final. Como se sabe estar en el camino de la vida te deja apaciguado en muchas ocasiones así como también te prosterna en incontables veces para hacerse valer, pero dejemos de lado eso que ya todos saben de memoria cuando una persona es golpeada interminables veces  por menesteres de la vida. Bueno pues, la verdad, es que todos los sufrimientos y logros que se tiene actualmente en una vida se van guardando en una urna pequeña pero hermosa, de material intocable e invisible al ojo humano que se mantiene abierto y atento por sus caminos en la vida pero que sin embargo dicha caja, cofre o mejor dicho artilugio de ultratumba está plagado de esos sentimientos y experiencias que vive cada persona. Los recuerdos vividos, los amores perdidos, las ideas fascinantes, los pequeños detalles, las ideas emprendedoras, las ideas suicidas, los desalientos, las blasfemias, los mimbres de dolor con el que se teje la vida. Todas esas magníficas y empoderadas sensaciones se guardan en el ancestral objeto que se encarga de guardarse y hacerse visible como un cajón póstumo del encuentro a la siguiente vida.

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