Trabajo practico de sociología

Trabajo practico de sociología

Alumno: Crespin Guido

DNI: 41710468

Carrera: Licenciatura en administración

Aquel 20 de octubre sonó la alarma a las 7:30 como casi todos los días. Había dormido tan mal que decidí posponerla 20 minutos. Otro largo y rutinario día me esperaba. Me levanté antes de que la alarma sonara. Como tenía tiempo de sobra, decidí arrancar mi mañana de otra manera, aludiendo a la idea de “proceso de habituación”, que consiste en lograr una particular efectividad en las acciones habituales mediante su repetición monótona y constante. Este proceso está respaldado por la idea de que el individuo encuentra más fácil hacer algo si no piensa que lo está haciendo, de esa manera no gasta energía. En fin, en vez de desayunar, cepillarme los dientes y vestirme, cambié el orden de todas esas acciones, fue caótico. No creía que el proceso de habituación fuese tan “así” hasta que esa mañana la puse a prueba.

Emprendí mi viaje en bondi hasta Ramos deseando que la cursada se pasara rápido. Si bien estaba muy dormido sabía que las primeras dos horas de Sociologia iban a ser más aprovechables que las últimas dos de Análisis Matemático; no había chance de que no me quedase dormido en esa clase.

La cursada se pasó más rápido de lo que esperaba. Saliendo del aula 713 recibí un mensaje de mi madre diciendo:

‒ Guido estoy en la puerta esperándote con Nico (mi hermano de 7 años). Te llevo al dentista en auto.

La felicidad duró poco: abrí la puerta del auto y junto a mi hermano había 3 compañeritos suyos gritando a más no poder.

‒ Dejá Ma, me voy en bondi, le dije desilusionado

‒ GUIDO TE SUBIS AL AUTO YA PORQUE TE LO DIGO YO!, exclamó de manera salvaje.

Me vi obligado. Sin embargo, esa respuesta me dejó un gusto amargo en la boca. Odio esa manera tan poco racional que tienen los padres para dejar en claro que las cosas se hacen como ellos dicen. Creen que, porque tienen más años y más experiencia, son poseedores de la verdad, cuando hay otras formas efectivas y de convencer a las personas. Hubiese preferido que me dijera “Mirá, hay mucho tráfico y es hora pico, no vas a llegar”. Esa respuesta me hubiera convencido. Pero estaba tan cansado que no me iba a poner a discutir, me subí.

Cuando el semáforo se puso en rojo, una pareja de hombres de unos 30 años tomados de la mano cruzó la senda peatonal. Mi hermanito, reaccionó como hubiese visto una rareza totalmente desconocida dijo:

‒ Ma, ¿qué hacen esos dos señores tomados de la mano? Si eso no es normal. Ella se rió con ternura.

‒ Mira Nico, si para vos el hecho de que dos hombres se tomen de la mano te parece raro es porque naciste en una sociedad machista con predominio masculino heterosexual. Pero como tenés poca experiencia, no entendés que las cosas pueden darse de maneras muy distintas a las que vos pensás. Eso te pareció raro porque la Sociedad te impuso la idea de que la atracción sexual más normal se da entre dos personas de genero opuesto – argumenté con poca tolerancia.

‒ ¿Por qué la Sociedad me impone, si yo no le hice nada? No me esperaba esta respuesta. Me reí.

- “No es nada personal Nico. Hace siglos que las sociedades influencian las decisiones de las personas. Por ejemplo: ¿Como hiciste para que Camila (su “novia”) se enamorara de vos?”

- “Le regale una flor” Dijo tímido.

- “Yo le di un chocolate” Dijo otro. “Yo le regale una cartita” Grito el tercero.

- ¿Ves Nico?  Te parece raro que dos personas se tomen de la mano, pero no el hecho de que todos tus compañeros les hayan regalado cosas a sus noviecitas para demostrarles amor… Bueno, eso se da en todas las sociedades capitalistas de este mundo. Esos objetos que les dieron a ellas, tienen una valor o un peso cultural, que es el mismo peso que el de muchas otras sociedades”.

- “A donde aprendiste a hablar así Guido?” Dijo mi mamá sorprendida.

- “Lo aprendí en el Sociologia del CBC”

- “¿Socioqué? Si eso no sirve para nada” Gritó uno de los amiguitos de mi hermano. Mi reacción inmediata fue desabrocharme el cinturón de seguridad para ahorcar al pequeño cual Homero a Bart. Pero mi mamá impidió que sucediera.

- “Pará loco! ¿Qué te pasa?” Me rehusé a contestarle.

Pasaron unos minutos de aquel tenso momento.

• “Che y de qué trata esa materia Sociologia? ¿Para qué sirve? Es la primera vez que la escucho”. Pregunta mi hermanito curioso.

 Como yo sabía que él no iba a entender mi explicación, y debido a mi cansancio y poca paciencia, no tenía energía para elaborar una respuesta entendible por un nene de 7 años, me las rebusqué para que dejase de preguntar cosas.

• “La Sociologia es una ciencia cuyo objeto de estudio no es del todo homogéneo. Bauman diría que es una ciencia residual, sin embargo, no estoy tan de acuerdo con este término. Yo diría que la Sociologia empieza donde las otras disciplinas académicas terminan. En este sentido, posee un campo muy abarcativo, dado que un sociólogo sabe de todo, y no solo eso, estudia las consecuencias sociales de las medidas, procesos o decisiones estudiadas por otros campos académicos ya sean políticos, culturales, económicos o hasta climatológicos.”
• “A ver, ya que estudias sociologia y sabés todo: ¿Qué comí ayer en la cena?” Preguntó uno de los nenes haciéndose el gracioso.
• “¡No me refería a ese tipo de conocimiento, inútil! Para que lo entiendan: supongamos que tenemos en frente a un traumatólogo, un ginecólogo y un anestesiólogo. Si bien los 3 son médicos, sus campos de estudio son limitados y bien definidos. Si yo le pregunto al ginecólogo a qué se debe mi dolor de cabeza, probablemente no tenga respuesta. Lo mismo pasaría si le preguntamos a un traumatólogo cuánta dosis de cloroformo se necesita para dormir a una persona, no lo sabría. Ahora bien, un sociólogo sabría hablar sobre problemáticas políticas, económicas o culturales y otras temáticas”

- “Pero yo también sé muchas cosas distintas y no soy sociólogo ‒ dijo mi hermano.

- “En parte sí lo sos. Todos tenemos un principio de sociólogo adentro, ¿por qué? Porque tenemos sentido común “ese conocimiento rico pero desorganizado, asistemático y con frecuencia inarticulado e inefable de que nos valemos para el diario oficio de vivir” (Bauman-Sociologia, para qué?) Ésta es otra de las diferencias entre la Sociología y las otras disciplinas académicas. Estas tienen escasa o nula relación con el sentido común porque no tiene nada que decir acerca de las disciplinas duras. La Sociología es diferente porque toda la experiencia que aportan la materia prima para sacar conclusiones sociológicas es experiencia de la gente común en la vida común y cotidiana, experiencia vivida por alguien más, un no sociólogo.

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