UN NUEVO MODELO DE DESARROLLO REGIONAL

UN NUEVO MODELO DE DESARROLLO REGIONAL

El crecimiento por el crecimiento es

la ideología de la célula cancerígena

EDWAR ADDEY

En el proceso de construcción de un modelo conceptual racional de desarrollo para nuestra región se debe dar sobre el fundamento de la realidad propia del espacio objetivo, dado que dicho espacio posee características especificas que exigen un manejo singular y diferencial para no caer en el viejo error de simplemente copiar modelos con éxitos aparentes en espacios muy diferentes al que se pretende analizar en el proceso de diseño de este ensayo. Para no caer en el error antes descrito y al revisar la teoría económica nos enfrenta a un proceso reflexivo sobre la vigencia de las teorías económicas, sobre su veracidad y aplicabilidad en el espacio real, por ello nos disponemos a dejar de lado el afirmar que es la teoría clásica, el keynesianismo, el marxismo o cualquier otra escuela del pensamiento, la verdad absoluta en la interpretación o manejo de la realidad económica histórica de una sociedad.

A si entonces buscaremos realizar una concatenación entre las diferentes fuentes del pensamiento económico, liberándonos de la acción de asumir una postura polarizada desde una escuela determinada, seremos entonces francamente pluralistas en nuestra visión a fin de no asumir como única verdad, determinados conceptos, que nos pueden condenar a faltar a la veracidad a fin de solo defender una necia posición.

Nuestro trabajo entonces basara su conceptualización en los discursos de pensadores económicos contemporáneos, los cuales ya realizaron la labor de discutir sobre la aplicabilidad de las diferentes tendencias del pensamiento económico. Cabe aclarar que aunque presentan marcados sesgos sobre algunas escuelas del pensamiento esto no será relevante en nuestra discusión ya que no lo trabajaremos desde esa postura, solo nos limitaremos a extractar la esencia del modelo dejando de lado la posición ideológica del pensador.

Al iniciar en pleno el diseño de nuestro modelo conceptual de desarrollo para nuestra región es necesario discutir sobre los planteamientos de Sergio Boisier economista chileno, quien realiza un discurso sobre las nuevas tendencias de la economía mundial, que están ratificando cada vez más la importancia de lo local y regional en el desarrollo de las naciones en el mundo. La discusión sobre la efectiva capacidad de planeación y gestión del desarrollo de las instancias locales se ha centrado en los últimos años, en los procesos de cómo llevar a cabo las intervenciones en el territorio y que éstas, efectivamente generen mayores dinámicas en el crecimiento y desarrollo económico y social de su población.

En primera instancia concretemos de acuerdo a Boisier y profundizando en sus planteamientos el desarrollo dista de estar exclusivamente relacionado con logros materiales, sociales e individuales, por importantes que ellos sean en sí mismos. Como es crecientemente reconocido en la literatura, el concepto de desarrollo tiende a ser más y más interpretado como el logro de condiciones culturales, institucionales, éticas, políticas, y por cierto económicas, condiciones de entorno que potencien la transformación de los seres humanos en verdaderas personas humanas dotadas de dignidad, de subjetividad, de sociabilidad, de trascendencia que conlleven a la emancipación del ser humano. El desarrollo es entonces principalmente intangible, tiene que ver más con el ser que con el tener, aunque jamás podrá concebirse sin la superación de las carencias concretas. El desarrollo está o debería estar en espacios concretos: el espacio social con personas y poblaciones sanas, educadas, laborantes, solidarias, plenas de satisfacción de sus necesidades y en pleno uso de sus capacidades básicas, en el espacio geográfico cotidiano, es decir en el territorio al cual se pertenece.

Boisier discute que el crecimiento económico es una función de producción y se refiere tan solo a la acumulación del stock y al flujo de bienes y servicios, de capital físico, humano y de conocimientos de la región. Por ello asume que se debe buscar «el desarrollo regional, consistente en un proceso de cambio social sostenido que apunta al perfeccionamiento de la región (sociedad y territorio), de la comunidad de personas que constituye la sociedad regional, y de cada individuo, miembro precisamente de esa sociedad y habitante de esa región». Por tanto, como concepto y como proceso estructural el desarrollo regional es cualitativamente distinto.

Se ha hablado durante muchos años acerca del desarrollo global, una expresión falacial favorita de los economistas “macro” y hasta hace no mucho todas las mediciones sobre el nivel de desarrollo consistían en promedios que ocultan varianzas extremas y que en realidad, y por ello mismo, describen un mundo de fantasía, un mundo en que las personas y sobre todo los analistas económicos parecen levitar, a varios centímetros del suelo. Estas características de los analistas no permitieron la generación de políticas específicas, solo se limitaron a tomar acciones universales sobre falsas mediciones, negándose la singularidad del territorio, por ende dando como resultado la perdida de posibilidad de aprovechar recursos y tiempos valiosos en los procesos concretos de desarrollo. Por ello es necesario la creación políticas microterritoriales cuyo objetivo, si bien entendido, no puede ser otro que crear o potenciar las condiciones de entorno ya mencionadas para que los seres humanos se transformen en personas humanas, políticas que no obstante se aproximan a su objetivo por la vía o a través de intervenciones en el territorio y el aprovechamiento de los recursos de forma responsable.

Es de destacar además que muchas de las políticas aplicadas en nuestro territorio son lo suficientemente obsoletas, es decir que han perdido vigencia y por ende no son efectivas, mostrando una tremenda heterogeneidad territorial, social, productiva y tecnológica, signo evidente de que el éxito ha sido esquivo.

Sin embargo para el caso de nuestra región los problemas que se han evidenciando no han permitido que se logre establecer un plan de desarrollo que conlleve a integrar las potencialidades de la región con el direccionamiento hacia el cual se esta orientado la economía a nivel mundial.

Es importante destacar que lo complicado de las técnicas de análisis y el sistema de organización del conjunto de tareas propias del proceso planificador para las regiones, tuvo su origen y fundamento en las orientaciones teóricos-metodológicas que conceptualmente se venían aplicando en realidades distintas

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