Una lectura marxista de la crisis estructural del capitalismo actual

Una lectura marxista de la crisis estructural del capitalismo actual

Edgar Eduardo Pinto Cuadra

En el año 2008 estallo  una crisis financiera  desatada por la  burbuja inmobiliaria de las hipotecas subprime en los Estados Unidos, la cual se propago con gran fuerza en todo el mundo,  y 10 años después, lejos de estar superada la crisis, todavía los distintos gobiernos del mundo viven con la zozobra de una caída drástica de la economía mundial.

En materia económica resulta contradictorio las formulas planteadas por los economistas, donde se sigue insistiendo en el libre mercado tanto en el sistema productivo como en el financiero, aunque si dichos sistemas entran en crisis se avala la intervención de los diferentes estados en asuntos económicos, además,  se ve con ojos tímidos la aplicación  de políticas de carácter keynesiano con el objetivo de estimular la demanda global, pero dejando asuntos importantes como la ocupación, los salarios, entre otras.

Resulta interesante la pregunta hecha por la Reina  Isabel II de Inglaterra a los directivos de la London School Economic en diciembre de 2008, la cual estuvo centrada en porque nadie pudo prever la crisis en que había caído la economía mundial. La respuesta es simple, al estar bajo un paradigma de libre juego entre las fuerzas del mercado, no existe la posibilidad para crisis, sino de fallos del sistema que con el transcurso del tiempo volverán por la senda del equilibrio.

Por tanto para explicar la crisis  que atraviesa en estos momentos el sistema capitalista es necesario hacerlo fuera de la lógica de las escuelas dominantes de la Economía, es necesario resolver preguntas  acerca de cómo se generó la crisis, la trayectoria que tomo y a quienes beneficio.

A 150 años de la aparición del primer tomo del Capital, el pensamiento Económico de Karl Marx sigue siendo vigente, y aunque  fue en el tercer tomo de dicho libro donde se habla de las causas del capitalismo, una lectura del capitalismo desde el marxismo es acorde y necesaria para entender el porqué de la crisis financiera y de la crisis estructural del capitalismo.

Tasa Decreciente de Ganancia

En la sección tercera del Tomo 3 del Capital de Marx, este desarrolla  tres tesis fundamentales del funcionamiento del sistema capitalista, siendo la principal de ellas la tendencia decreciente de la tasa  de ganancia, la cual se da principalmente por un aumento de la composición orgánica del capital, donde el capital fijo  o constante aumenta, y el variable disminuye (Marx, 1959).

Es decir, el proceso de acumulación capitalista genera una tendencia decreciente en la tasa de ganancia cuando aumenta la composición orgánica del capital, es decir, dicho descenso no se produce porque el trabajo sea menos productivo, sino precisamente todo lo contrario, aumenta su productividad (Gill, 2002; 529).

Aunque Marx insiste en existe un camino  decreciente de la tasa de ganancia en el sistema capitalista, existen varias causas que contrarrestan  estas tendencias negativas, como el comercio exterior,  el sistema financiero, un mayor  grado  de explotación del trabajo, un  aumento relativo de la población que implica un aumento del ejercito de reserva, entre otras.

Estudios  de Economistas marxistas como Dumenil - Levi (2007) y Wallerstein (2007) han  mostrado que la aplicación de las medidas económicas para frenar la tendencia decreciente de la tasa de ganancia no significa un alza definitiva o mínimamente continua de dicha tasa,  por tanto, se puede inferir  que la clase capitalista nunca podrán superar las crisis de manera definitiva, enfrentándonos a la aparición de crisis en el sistema capitalista de manera más frecuentes y más violentas en sus repercusiones sociales que las anteriores.

La manifestación real de la crisis no siempre es la misma, en algunos casos  se manifiesta como  caída de la demanda, otras veces como crisis de la oferta  a través de la no  realización de las mercancías y también por la depresión económica, esta ultima un agravante tanto de la oferta como la demanda, las fuerzas motrices del mercado.

Pero una crisis estructural del sistema capitalista no significa necesariamente la caída del sistema, desde la aparición del capitalismo nos hemos enfrentado a varias crisis estructurales, donde  las clases capitalistas han salido  triunfantes, aunque a un costo social elevado. Lo anterior nos lleva a plantear que las crisis del capitalismo no se arreglan automáticamente por el libre juego de las fuerzas del mercado, sino por el enfrentamiento entre clases sociales.

Para entrar en nuestro análisis económico y social de la actual crisis estructural del capitalismo, la cual podemos situar  sus inicios a finales de los años 60 y principios de los 70 del siglo pasado, es necesario estudiar primero crisis estructurales anteriores, además como era el mundo en materia política y económica antes  de entrar en la última crisis del capitalismo.

La crisis estructural de finales del siglo XIX

En 1926, el economista soviético Nikolai Kondratieff publico una investigación académica titulada “Los ciclos largos de la Coyuntura” donde analizaba el largo recorrido por la economía capitalista, donde encontró la presencia de ondas cíclicas en el devenir económico. Estas ondas se componían de una etapa de cresta o expansión económica, y una etapa valle conocida como de recesión. En base a los estudios de Kondratieff, los economistas marxistas plantearon las ondas de trayectoria económica “Modo Marx”.

Dumenil y Levi (2007) sitúan la crisis estructural del capitalismo de finales del siglo XIX en la década de 1870, donde a los problemas políticos en Estados Unidos  como la Guerra de Secesión, se sumó un recalentamiento total de la actividad económica en 1880. Además, esta crisis estructural de capitalismo trajo consigo  una crisis de la competencia,  y como medida de protección, las empresas se aliaron para salvar la rentabilidad del capital, lo cual dio origen a los cartels y trust y el proceso de acumulación capitalista se conoció como el capitalismo de los monopolios, aunque Lenin y otros escritores marxistas lo denominaron Imperialismo.

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