VIOLENCIA CONTRA LA MUJER UNA HISTORIA QUE NO TIENE FINAL

VIOLENCIA CONTRA LA MUJER

UNA HISTORIA QUE NO TIENE FINAL

La violencia contra la mujer es por su denominación un grave problema social puesto que se atenta contra el bienestar y la integridad psicológica, emocional y física de las mujeres. Las Naciones Unidas la definen como “todo acto de violencia de género que resulte, o pueda tener como resultado un daño físico, sexual o psicológico para la mujer”. Este tipo de violencia contra la mujer parte de la creencia errada del cónyuge sobre la superioridad del sexo masculino frente al femenino en cuanto a su dependencia económica y la situación de desigualdad que existe en la sociedad.

En Bolivia esta problemática no pasa desapercibida puesto que como podemos observar nuestro día a día la violencia contra la mujer aun sigue latente y todavía no se puede encontrar una solución definitiva. Se estima que, de cada 10 mujeres, 7 de ellas sufrieron algún tipo de violencia física en sus vidas, esto debido a que dicha violencia en Bolivia es considerada un fenómeno cultural amplio y complejo.

La violencia contra la mujer en Bolivia es alarmante, puesto que muchos de los casos que iniciaron con violencia psicológica, pasaron rápidamente a una violencia física - sexual, para que finalmente muchas de esas mujeres sufrieran el feminicidio por parte de sus parejas.

Según la encuesta presentada por el Instituto Nacional de Estadística, a la Organización de Naciones Unidas, se estima que los departamentos con mas casos de violencia física contra mujer se dan en La Paz con un 80,9%, en Potosí, con un 77,6 % y Cochabamba, con 62,6%. De la misma forma se detalla que la mayoría de las victimas tiene entre 29 y 59 años de edad,

Es este sentido, es que se puede argumentar que tanto la cultura como también los medios de comunicación juegan un papel crucial frente a la violencia contra la mujer, ambos en cierto sentido pueden ser la solución o el detonante para que se sigan registrando mas casos de este tipo de violencia.

La cultura transmitida a través de la educación formal como también de la informal son partes frente a lucha contra la violencia, puesto que una sociedad educada sobre estos temas buscará la manera de frenar los casos y no cometer los errores del pasado que llevaron a Bolivia a padecer de estos casos de violencia. El gran problema que aqueja a nuestra sociedad son enseñanzas erradas que se transmiten de generación en generación, de manera implícita como también explicita sobre la supuesta superioridad del hombre frente a la inferioridad del sexo femenino.

De la mima forma los medios de comunicación como también las redes sociales, en reiteradas ocasiones transmiten contenidos dañinos y violentos frente a este problema social, también cabe señalar que se emiten mensajes con antivalores, violencia, escenas con alto contenido sexual, estereotipos de género y frases que marcan la mentalidad de niños, niñas y adolescentes.

Frente a este problema, se tuvo la iniciativa de crear la Ley 348, la cual tiene el principal objetivo de garantizar a las mujeres una vida libre de violencia, una ley bastante prometedora y bastante publicitada, sin embargo, más allá de lo bueno que pueda parecer esta ley, la realidad es que los hechos de violencia contra la mujer siguen vigentes, e incluso me atrevería a decir que tienen mucha más fuerza que en el pasado.

En este sentido, no vale la pena señalar culpables, y no me refiero al culpabilizar al gobierno sino mas bien a reflexionar personalmente sobre nuestro aporte frente a la lucha contra la violencia, porque sin lugar a dudas por mas leyes que se presenten en nuestro país, sino existe un compromiso ciudadano frente a este problema, la violencia contra la mujer estará inmerso en un la historia que jamás acabará, por lo que es preciso y pertinente que tanto la sociedad sea parte de la solución y no del problema, puesto

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