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Campaña del Ecuador


Enviado por   •  25 de Febrero de 2015  •  1.420 Palabras (6 Páginas)  •  122 Visitas

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Campaña del Ecuador

El 11 de enero de 1821, en Bogotá, Sucre fue nombrado por Bolívar comandante del Ejército del Sur, en reemplazo del general Manuel Valdés; era la fuerza que, desde 1820, operaba en Popayán y Pasto. No recibió Sucre el cargo porque razones de índole estratégica y política hicieron que Bolívar anulase tal designación y le diese comisión para marchar a Guayaquil, donde reemplazaría al general José Mires y asumiría la misión que se le había encomendado: la de hacer que la provincia (la cual se había independizado de los españoles en octubre de 1820) se incorporase a la República de la Gran Colombia y tomar el mando de las tropas que hubiese en Guayaquil, como pasos previos para la liberación de Quito, que era el propósito principal de las operaciones que se ejecutasen. El 6 de abril llegó Sucre a Guayaquil y al presentarse ante la Junta de Gobierno, expuso la razón de su presencia allí y de la idea de una unión de la provincia con Colombia. El 15 del mismo mes fue celebrado un tratado entre Sucre (por Colombia) y José Joaquín de Olmedo, Francisco Roca y Rafael Jimena, miembros de la Junta. El tratado estipulaba que Guayaquil mantendría su soberanía, pero bajo la protección de Colombia. En aquella oportunidad Sucre quedó facultado para abrir la campaña contra los realistas, y con tal motivo, Guayaquil le ofreció todos los recursos disponibles para liberar a Quito.

El 19 de agosto de 1821 se da la batalla de Yaguachi (o de Cone) entre tropas independentistas guayaquileñas de la División Protectora de Quito y refuerzos grancolombianos, liderados por Sucre contra las tropas realistas del coronel Francisco González. Sucre vence a los españoles y aseguró la independencia definitiva de la Provincia Libre de Guayaquil.

Las tropas de Sucre tras haber vencido en Yaguachi avanzan hacia Quito, los españoles al mando del mariscal de campo Melchor de Aymerich los seguían de cerca y tomaron posiciones en un terreno llamado Huachi donde ya habían derrotado a fuerzas guayaquileñas un año atrás. El 12 de septiembre de 1821, tras un breve contacto entre ambas fuerzas, los realistas intentaron huir. El general José Mires permitió a los batallones Albión y Guayaquil perseguir a los realistas, pero estos fueron atacados por la caballería e infantería realista que dio vuelta y cercó a los batallones patriotas. Con el ejército patriota en desorden y Sucre herido, los patriotas se volvieron a Guayaquil, dejando en el campo de batalla a muchos hombres y pertrechos. Los realistas lograron salvar así Quito del ataque de los independentistas.

Últimos días

Sucre era conocido en el ejército con los apodos de “Mulei” o “Mulengue”, alusión que hizo el general Luis Urdaneta, cuando escribe a Juan José Flores desde Tocaima 19 días antes del asesinato: “... A García, el diputado por Cuenca, le instruí de todo lo que debía decir a Ud. y ahora le añado que es preciso que Ud. redoble su vigilancia con el M...” Tres días antes de su muerte, el periódico "El Demócrata" de Bogotá publicó el siguiente artículo: “Acabamos de saber con asombro, por cartas que hemos recibido por el correo del Sur, que el general Antonio José de Sucre ha salido de Bogotá... Las Cartas del Sur aseguran también que ya este general marchaba sobre la provincia de Pasto para atacarla; pero el valeroso general José María Obando, amigo y sostenedor firme del Gobierno y de la libertad, corría igualmente al encuentro de aquel caudillo y en auxilio de los invencibles pastusos. Puede que Obando haga con Sucre lo que no hicimos con Bolívar...”

Como se ve, el asesinato de Sucre fue como una “Crónica de una muerte anunciada”, ya que el mismo fue planificado y ejecutado en las Montañas de Berruecos- Arboleda (Nariño) cerca de Nariño el 4 de junio de 1830 con alevosía, ensañamiento, ventaja y premeditación, allí permaneció su cadáver por más de 24 horas hasta que los pobladores de las localidades cercanas le dieran cristiana sepultura. Si el mariscal se hubiese ido por Buenaventura, allí lo esperaba el general Pedro Murgueitio para darle muerte; si optaba por la vía de Panamá lo acechaba el general Tomás Herrera, y desde Neiva lo vigilaba el general José Hilario López. El Libertador, que rara

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