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Conde Lucanor


Enviado por   •  4 de Junio de 2012  •  8.212 Palabras (33 Páginas)  •  726 Visitas

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El conde Lucanor.

CUENTO I. Lo que sucedió a un rey y a un ministro suyo

El Conde Lucanor le pregunta a Patronio acerca de un hombre ilustre que le ha ofrecido sus tierras porque desea irse y le tiene mucho afecto. Patronio desaconseja a su señor que las acepte pues le puede pasar como al ministro ambicioso al que un rey puso a prueba ofreciéndole su reino. Para su suerte, un sabio que tenía como esclavo en casa le abrió los ojos sobre las intenciones del rey. La moraleja de este cuento nos previene de la AMBICIÓN.

CUENTO II. Lo que sucedió a un hombre bueno con su hijo

El Conde Lucanor le pide consejo a Patronio sobre algo que quiere hacer y que no lo hace por miedo a ser criticado. Patronio le cuenta la historia de un hombre que tenía un hijo que siempre le recordaba las cosas negativas que pudieran surgir de cualquier acto. Para demostrarle lo erróneo de su comportamiento, el padre lo lleva al marcado con una bestia de carga y, durante el camino, escuchan diversas críticas sobre si hacen bien o mal en la forma de hacer el camino. El padre le demuestra a su hijo que no se pueden seguir todos los consejos. La moraleja de esta obra es actuar siempre con juicio y no dejarse condicionar por las CRÍTICAS.

CUENTO III. Lo que sucedió al rey Ricardo de Inglaterra

cuando saltó al mar para luchar contra los moros

El Conde Lucanor se siente arrepentido por los pecados que ha cometido en las batallas en las que se ha visto envuelto y desea saber cuál es la mejor penitencia para estar a bien con Dios. Patronio le cuenta la historia de un ermitaño que había llevado una vida ejemplar y al que Dios iba a poner en el paraíso junto al rey de Inglaterra, cosa que sorprende mucho al ermitaño puesto que el rey de Inglaterra es, al fin y al cabo, un guerrero. Dios, sin embargo, demostrará al ermitaño que cada uno tiene una función en la sociedad y debe cumplirla. Ese es el autentico camino hacia Dios. La moraleja de este cuento podría ser que cada persona debe ser responsable de su POSICION.

CUENTO IV. Lo que, al morirse, dijo un genovés a su alma

El Conde Lucanor pide a Patronio consejo sobre la posibilidad de meterse en un negocio de riesgo que le han ofrecido unos conocidos. Patronio le cuenta lo que hizo un genovés que, sabiendo que se moría, reunió a toda su familia y, delante de ellos habló con su alma para decirle que no iba a encontrar nada mejor de lo que tenía. La moraleja de este cuento podía ser, no te pongas en manos de extraños que pueden desear ocupar tu posición económica.

CUENTO V. Lo que sucedió a una zorra con un

cuervo que tenía un pedazo de queso en el pico

El Conde Lucanor le cuenta a Patronio que un amigo le ha propuesto un negocio con hermosas palabras. Patronio le cuenta la historia del cuervo y la zorra. Este llevaba un trozo de queso en el pico y la zorra, para quedarse con él, comenzó a alabarle sus virtudes. Después de tanta lisonja le pidió que cantara y el cuervo dejó caer el queso que se comió la zorra. La moraleja podría ser que quien te alaba en exceso quiere aprovecharse de ti.

CUENTO VI. Lo que sucedió a la golondrina con los

otros pájaros cuando vio sembrar el lino

El Conde Lucanor pide consejo a Patronio porque le han dicho que unos vecinos suyos se están preparando en su contra y no sabe si debe hacer algo al respecto. Patronio le cuenta el cuento de la golondrina y los otros pájaros. La golondrino ve como los hombre siembran lino y avisa al resto de los pájaros de que sería conveniente arrancarlo antes de que se hiciera fuerte porque con él serán cazados más tarde. Los pájaros no le hacen caso y la golondrina decide ponerse bajo la protección de los hombres. Cuando los pájaros se dan cuenta de que el peligro es real ya es demasiado tarde para ponerle fin. La moraleja es que los problemas deben ser solucionados antes de que se hagan demasiado grandes.

CUENTO VII. Lo que sucedió a una mujer que se llamaba doña Truhana

El Conde Lucanor le cuenta a Patronio que un hombre le ha propuesto un negocio que, si sale todo bien, podría ser muy provechoso. Patronio le cuenta el cuento de Doña Truhana, que se dirigía al mercado con una olla de miel en la cabeza para venderla y empezó a fantasear con la forma de invertir las ganancias. Tan feliz se vio con sus fantasías que empezó a reír y la olla se cayó y se rompió y con ella todos sus sueños. La moraleja sería que no hay que dejarse llevar por la fantasía y pensar las cosas con los pies en la tierra.

CUENTO VIII. Lo que sucedió a un hombre al que tenían que limpiarle el hígado

EL Conde Lucanor le cuenta a Patronio que debe vender unas tierras para poder prestarle dinero a una gente que sabe que, en realidad, no lo necesita. Patronio le cuenta la historia de un hombre al que tuvieron que extraerle el hígado para limpiárselo por una enfermedad y otro hombre que estaba allí pidió un trozo para dárselo de comer a su gato. La moraleja es que no prestes a quien realmente no lo va a necesitar o tú serás el perjudicado.

CUENTO IX. Lo que sucedió a los dos caballos con el león

El Conde Lucanor le cuenta a Patronio que su enemigo de toda la vida y él están amenazados por el mismo hombre. Así que su enemigo le ha propuesto que se junten para enfrentarse con él, pero él no sabe si fiarse. Patronio le cuenta el cuento de dos caballos que se odiaban a muerte, pero al verse enfrentados a un león se hicieron amigos inseparables. La moraleja sería que si necesitaba el apoyo de su enemigo se fuera fiando de él poco a poco. Si la confianza se afianzaba, bien, pero si se daba cuenta de que, a pesar de todo, seguía desando su mal, se alejara de él todo lo posible.

CUENTO X. Lo que ocurrió a un hombre que por

pobreza y falta de otro alimento comía altramuces

El Conde Lucanor le cuenta a Patronio que se ve amenazado por la pobreza y esto le produce mucha congoja. Patronio le cuenta el caso de un hombre que había sido muy rico y se empobrece hasta tal punto que lo único que tiene para comer son unos altramuces. Mientras se los come va llorando y tirando la piel de estos. Entonces se da cuenta de que hay otro hombre detrás de él, que también había sido rico y ahora se sentía feliz de comer, por lo menos, las pieles

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