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Cronica de una calle


Enviado por   •  17 de Agosto de 2015  •  Ensayos  •  1.058 Palabras (5 Páginas)  •  262 Visitas

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Lo más probable es que todos los que lean este texto hayan visto a alguna persona en situación de calle. Y además que no hayan hecho nada por ayudar esas personas que viven en la miseria. Es llamativo pensar, que cuando los transeúntes ven a los mendigos en las calles, tratan pasar como si no existieran o esquivarlos para evitar un mal rato o un mal olor.

Al ver este estigma que tiene el un grupo de chilenos, decidí ir a enfrentar esta realidad y conocer razones para este tipo de vida. No sabia lo que me esperaba, pero era una experiencia que me podría dar conocimientos sobre esta situación real de nuestro país.

Para poder llegar a establecer una relación con estas personas fue tener algo que los incitará a compartir conmigo y poder establecer una conversación. Es por eso, que hice unos robos en la cocina de mi casa y me puse a cocinar unos panes con huevo y jamón. Aparte llené un termo con café con mucha azúcar. Siempre pensé que este era el mejor método para acercarme a la gente, poder captar su atención y así conocer y entender su estilo de vida.

Alrededor de las 20:30 pm, me subí al auto y partí rumbo al Hospital Parroquial de San Bernardo por la calle Gran Avenida. Era una noche fría: sentía mucho nerviosismo por la reacción que podían tener estas personas, ya que siempre he tenido el presentimiento que son personas de pocos amigos y que no les gusta que los molesten.

Ya iba llegando a la línea férrea, que se encuentra a metros del hospital, y pude divisar a las primeras personas en situación de calle. Algunos se veían bastante tapados con frazadas, otros parados alrededor de una improvisada fogata que los ayudaba a combatir las bajas temperaturas de esa noche.

Con el auto ya estacionado, me dispuse a sacar las cosas que llevaba y se me acercó una señora, de alrededor de 50 años, con cara de pocos amigos, a pedirme una limosna. Lo primero que se me ocurrió fue presentarme y decirle que no tenia dinero, pero sí tenia algo para comer, lo cual aceptó de inmediato. Mientras le servía el café le pregunté por qué no iba a algún albergue a pasar el frio, ella me respondió simplemente: “la calle es mi hogar y no la cambiaría por nada”. Respetando su respuesta, no me quedó nada más que darle el café y seguir caminando por la calle.

A medida que camino por la calle, con una bolsa con panes y un termo, veo a una persona, con un estilo muy formal, sentada en la vereda, bajo un foco leyendo un libro. Fue una imagen que nunca pensé que me encontraría esa noche, me motivé a interrumpirlo y ofrecerle algo para comer. El cual con muy buenos modales, me respondió: “Sí por favor”. Me siento al lado de Pedro, de 72 años y le pregunto por qué vive en la calle y viste tan formal. Sin pensar mucho la respuesta, me dice que él es un profesional y que toda su vida se ha vestido así, y que no cambiaría su estilo por vivir en la calle. A medida que se alargaba la conversación, me cuenta que él es Ingeniero Civil de la Universidad de Chile, y que trabajo alrededor de 35 años en una empresa de calzados. La razón de su estilo de vida es el alcohol: “perdí familia y trabajo”. Mientras conversaba con Pedro, no me podía sacar la imagen de mi abuelo, también Ingeniero, acostumbrado a vestirse de traje todos los días, se me hacia difícil comparar estas dos vidas tan similares, pero tan inmensamente distintas a la vez.

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