EL TALENTO DE MR. RIPLEY

ANÁLISIS TÉCNICO

Título: El Talento de Mr. Ripley.

Autor: Patricia Highsmith.

Editorial: Anagrama S.A.

Colección: El país

Capitulación: treinta capítulos

Paginación: trescientas diez y ocho páginas.

RESUMEN

Un día Tom Ripley estaba sustituyendo a un amigo suyo, el cual trabajaba de pianista en las fiestas de la alta sociedad. Tom llevaba una chaqueta que le había dejado su amigo, la cual tenía la insignia de la universidad en la que había estudiado Dickie Greenleaf. Entonces al terminar la actuación el Sr. Greenleaf y la Sra. Greenleaf le abordaron, preguntándole haber si conocía Dickie. Tom pese a no conocerle respondió que si, incluso les preguntó a los señores Greenleaf a ver que tal estaba. El Sr. Greenleaf le dijo a Tom que al día siguiente fuera a sus astilleros a verle.

El Sr. Greenleaf era un hombre muy importante en la ciudad de Nueva York, porque era el propietario de los astilleros más grandes de toda la ciudad.

Al día siguiente Tom fue a los astilleros a reunirse con el señor Greenleaf, éste le encargó una misión, que era la siguiente: ir a Italia, concretamente al pueblo de Mongibello e intentar convencer a Dickie de que volviera a Nueva York. Tom aceptó y el Sr. Greenleaf le hizo entrega de un pasaje de primera clase en un transatlántico para ir de Nueva York a Francia y luego de un billete de tren para ir de

París a Nápoles, después Tom tendría que coger un autobús para llegar hasta Mongibello. Tom se marchó inmediatamente a su apartamento y empezó a preparar el equipaje.

A la mañana siguiente el Sr. Greenleaf envió un coche a recoger a Tom, y estuvo viajando siete días aproximadamente. Cuando llegó a Mongibello alquiló una habitación en el hotel Miramonte y estuvo observando a Dickie a su novia Marge desde su habitación mientras aprendía unas lecciones de italiano. Al día siguiente Tom se compró un bañador y fue a la playa, pasó por al lado de Dickie y se presentó a este. Dickie no tenía ni idea de quien era Tom, pero le invitó a almorzar y Tom aceptó. Fue a casa de Dickie y Marge y almorzaron juntos y estuvieron hablando sobre el padre de Dickie. Tom dijo que al día siguiente se marcharía de Mongibello, por lo cual, al día siguiente fue a despedirse, y dejó caer premeditadamente de su bolsa unos discos de Jazz, porque sabía que a Dickie le gustaba el Jazz. Entonces Dickie le dijo que se quedara en su casa y que fuera con él y con sus amigos esa tarde a Nápoles a un bar en el cual salieron a cantar Dickie, Tom y Fredy, un amigo de Dickie. Luego volvieron a casa y así estuvieron una temporada. Un día el señor Greenleaf le escribió a Tom diciéndole que no le iba a enviar más cheques para sus gastos, porque se le había acabado el tiempo para cumplir su cometido. Entonces Dickie le dijo que fuera con él a Roma para ir a celebrar su despedida, a un lujoso restaurante y al día siguiente por la mañana

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