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Economía En El Siglo XlX


Enviado por   •  28 de Agosto de 2014  •  1.458 Palabras (6 Páginas)  •  306 Visitas

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Economía del México Independiente

La formación de una nueva Nación a partir de la Independencia de México fue una tarea difícil en todos los aspectos, en especial en el económico. Esto debido a varios factores. En primer lugar, la economía mexicana estaba totalmente desvertebrada; la lucha por la independencia dejó al país con la mitad de su fuerza de trabajo; La deuda heredada ascendía a 45 millones, por lo que la bancarrota era total. Durante el llamado período del México Independiente(1821-1854) se contaba con un vasto territorio agrícola en manos del clero. Otra gran parte de las tierras estaba en manos de las familias privilegiadas y la menor parte se componía de fincas rústicas. La ganadería estaba en la misma situación que la actividad agrícola. El principal impulsor de la economía en México fue el ministro e ideólogo conservador Lucas Alamán, a quien se debe la fundación del Banco del Avío. La minería se encontraba abandonada después de las guerras, pues muchos inversores retiraron sus capitales para colocarlos en el comercio o en otras actividades. Aun así, las minas de Taxco, Guanajuato y Real del Monte tuvieron gran auge gracias a su producción de oro y plata. El comercio se posicionó como un negocio redituable, pues las exportaciones a Europa y Estados Unidos alcanzaron altos niveles, aunque en la importación de productos se limitaba a las clases altas. El papel moneda y el sistema métrico decimal se adoptaron en 1862. El comercio interior y las aduanas fueron importantes medios de riqueza en aquella época. Los principales puertos fueron Veracruz y Tampico.

La economía en el sector público: La difícil situación económica dio lugar a dos ideologías que se desarrollarían en este período de la historia de México. Por un lado estaba el Partido Liberal cuyos miembros eran conocidos como los liberales, que planteaban como solución la desamortización de los bienes del clero, lo cual permitiría aliviar la deuda y movilizar la economía. Por otro lado estaban los miembros del Partido Conservador, conocidos como conservadores, que no querían tocar los bienes de la Iglesia y creían que la solución estaba en la centralización, el proteccionismo y los impuestos directos. Incluso la iglesia carecía de efectivo, y a pesar de esto tuvo que sufrir el hostigamiento de todos los gobiernos. El problema hacendario se convirtió en una causa del fracaso del Primer imperio mexicano. Se intentó convertir el monopolio del tabaco y la minería en pilares de la economía, para ello se tomaron medidas que buscaban impulsar estas industrias, medidas que no tuvieron éxito y terminaron por reducir los ingresos para 1822. Iturbide al carecer de una fuente de ingresos, recurrió a contribuciones voluntarias y al ser insuficientes, comenzó a descontar sueldos a civiles y militares. Buscó préstamos en el exterior. Todas estas medidas no fueron suficientes y el imperio tuvo que recurrir a los impopulares préstamos forzosos, así como a impuestos directos a las provincias y llegando hasta la subasta de bienes de temporalidades, como se conocía a las propiedades particulares de los eclesiásticos. Esto culminó con el fracaso del imperio. Por su parte, la republica significó un respiro ya que terminó con los préstamos forzosos, detuvo la emisión de papel moneda y se hizo un esfuerzo por economizar; aunque esta tranquilidad no duró mucho. Los ingresos del gobierno constaban de impuestos ordinarios; el producto del monopolio del tabaco, el cual comenzó a tener severas fluctuaciones debidas en parte al contrabando; y la contribución fijada a los estados, la cual también fracasó debido a que el único estado que pagó la aportación completa fue Zacatecas. Ante la imposibilidad de conseguir más recursos, en 1823 se autorizó un préstamo extranjero de 8 millones y terminando adquiriéndose dos deudas, una con Barclay Herring y otra con B.H Goldschmidt por las que se pagaron intereses altísimos. Durante el gobierno de Bustamante se logró cierto orden gracias que hubo una recaudación organizada. Se restableció el monopolio del tabaco y Lucas Alamán realizó grandes esfuerzos por impulsar la industrialización. Este periodo de orden relativo, culminó en 1832. Finalmente después de un fallido intento por restaurar el orden mediante nuevas políticas, el experimento federalista fracasó. Fue en parte debido a esta debilidad fiscal que se recurrió a la adopción del centralismo. El cual tampoco logró darle solución. Las amenazas externas significaban también un gran problema ya que además de requerir recursos, bloqueaban los escasos ingresos del gobierno provenientes de los puertos.

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