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El E Sayo


Enviado por   •  14 de Septiembre de 2014  •  4.151 Palabras (17 Páginas)  •  251 Visitas

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Literatura de la conquista

Generalidades

En 1530, Francisco Pizarro reanudó las exploraciones de Sudamérica que mientras tanto se habían abandonado. Su conquista del imperio incaico fue sorprendentemente rápida. La expedición de Pizarro partió de Panamá en 1530 con 180 hombres, entre los cuales estaban sus tres hermanos. Tras establecer un primer asentamiento en la costa de lo que es hoy Ecuador y al oír de un imperio fabulosamente rico, la expedición siguió hasta la ciudad andina de Cajamarca en 1532, sin resistencia alguna de sus habitantes. Aquí Pizarro se entrevistó con el inca Atahuallpa, vencedor en una reciente guerra civil contra su hermano Huáscar sobre la sucesión al trono incaico. Atahuallpa lógicamente se negó a reconocer la soberanía de los españoles y a aceptar su religión. Pizarro y sus hombres entonces atacaron por sorpresa al ejército de casi dos mil hombres que acompañaba al Inca, asesinándolos a todos y haciendo prisionero a Atahuallpa. Éste les prometió un rescate enorme—una habitación llena de oro y plata—, pero aun cuando cumplió su promesa, los españoles lo asesinaron. Un año después Pizarro tomó la capital de Cuzco. De esta manera los españoles conquistaron súbitamente el centro del poder incaico, por otra parte debilitado ya después de la guerra civil entre Atahuallpa y Huáscar y también por epidemias de probable origen europeo que habían llegado a los Andes poco antes que Pizarro.

A pesar de su éxito inicial, los españoles tuvieron que enfrentarse durante muchos años con la tenaz resistencia de grupos de incas que lograron organizarse en territorios más apartados. A Pizarro y a sus hombres les resultó poco conveniente establecer su base de operaciones en Cuzco, la capital de los incas, debido a su ubicación en el terreno montañoso de los Andes. Por eso los españoles establecieron su capital en Lima en 1535, donde la población indígena pronto desapareció. De esta manera surgió una marcada división cultural entre el centro del poder en la costa peruana—principalmente de carácter europeo—y las tierras altas andinas, donde la mayoría siguió siendo indígena. En México, en cambio, donde los europeos construyeron su capital en el mismo lugar que la vieja capital indígena, no hubo una separación tan evidente.

Debido a las peleas entre los propios conquistadores sobre las enormes riquezas del territorio conquistado, los primeros años de la colonia peruana fueron sangrientos. Entre Pizarro y sus hermanos y Diego de Almagro, otro líder de la expedición, surgieron luchas que acabaron con la muerte de Pizarro en 1541. A causa de estos conflictos, la Corona no pudo imponerse en las nuevas posesiones peruanas hasta la década de los años cuarenta. Los reyes tendrán que establecer instituciones burocráticas y sociales que permitirán la imposición de su autoridad en un régimen colonial.

Contexto histórico cultural

Cuando se abordan los periodos del descubrimiento, conquista y colonia hispanoamericana, para su estudio, es necesario tener en cuenta que se está tratando un proceso que comenzó el 12 de octubre de 1492, con la llegada de Cristóbal Colón a las tierras de ultramar.

Los españoles que llegaron a América desconocían por completo las culturas precolombinas.

Con numerosas exploraciones se desarrolló la conquista (Siglo XVI) a través de la cual, se les impulsó a los aborígenes, una cultura ajena, en la mayoría de los casos con violencia y crueldad.

Durante los siglos XVII y XVIII, España puso en marcha en América, un proyecto de colonización y organización institucional, los españoles se trasladaban a América para legislar y gobernar.

El acontecimiento más importante para los europeos de los siglos XV y XVI fue el encuentro con América. Exploradores, soldados y misioneros se enfrentaron a un mundo desconocido, nunca antes imaginado.

Durante el siglo XVII, la colonia se organizó y definió sus estructuras sociales, económicas, y políticas, y de esta forma se establecieron las instituciones más importantes para el gobierno y el funcionamiento del territorio Americano.

Blancos, indígenas y negros se fusionaron en una sociedad jerarquizada. Los españoles peninsulares, controlaban al gobierno, la justicia y la economía. Los indígenas, aunque súbditos de la corona, fueron sometidos a diversas formas de trabajo. Los encomendados realizaban tareas agrícolas bajo la tutela de un español que debía darles protección y evangelización.

Los esclavos negros cuyo tráfico fue monopolizado por Inglaterra, Francia y Holanda, se incorporaron en un primer momento a los trabajos más pesados, pero luego se orientaron a las tareas domésticas.

La construcción de catedrales e iglesias suntuosas fue numerosa, al grado de que la importancia de una ciudad se medía según el número de edificaciones religiosas que poseía.

Las crónicas escritas por soldados y misioneros, inauguraron el panorama literario del siglo XVI novo-hispano. Los frailes enseñaron la religión católica a los indígenas. El teatro fue uno de los medios que se empleó para evangelizarlos.

Durante el descubrimiento y la conquista existieron dos importantes vertientes literarias: por un lado estaban los soldados quienes en parte carecían de cultura, ellos se inclinaron por la lírica un poco rudimentaria, creando las populares coplas. El otro polo lo constituían los funcionarios y secretarios de la conquista, quienes se inclinaron por la prosa, creando las famosas crónicas.

Este nuevo contexto creó una literatura peruana que dejó de ser anónima para convertirse en obras firmadas por sus autores.

La literatura de la conquista que nace en la copla, toma su curso mayor en las crónicas y explican la vida del antiguo Perú. Uno de los cronistas importantes fue Pedro Cieza de León, quien nos dejó sus crónicas del Perú y su crónica de las guerras civiles. Otro de los más notables cronistas fue el Inca Garcilaso de la Vega, a quien se le recuerda por su más famosa crónica “Los comentarios reales de los incas”, obra cimera de la historia y las letras del Perú. Imposible obviar la labor literaria del cronista indígena Felipe Guamán Poma de Ayala, quien nos ha legado su obra titulada: “Nueva crónica y buen gobierno”. Todos estos representantes literarios constituyen la muestra más rotunda del carácter hispánico, y nos devuelven una literatura proveniente de gente misionera, soldados, frailes, doctrineros y otros. Así pues tanto la copla como el romance constituyeron las primeras manifestaciones literarias de la época de la conquista.

Concepto de la

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