EN SAYO DE METODOD DE CASCADES
ENRIQUE CABRERA VERAEnsayo11 de Noviembre de 2016
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EN SAYO DE METODOD DE CASCADES
ENSAYO SOBRE EL METODO CASCADES
El objetivo de este ensayo es hacer un análisis crítico del enfoque que en la actualidad se le da a la administración, su papel en la empresa y la sociedad, la formación y el valor del capital humano y proponer unos cambios sustanciales para mejorar.
Hoy en día cuando uno escucha la palabra Administración en el contexto de una empresa, visualiza una jerarquía muy bien determinada, con una cabeza que es el administrador y que en la mayoría de los casos es el dueño de la empresa o un familiar.
La finalidad primordial de la labor del administrador es producir buenos resultados económicos en su gestión en la empresa.
Este administrador toma todas las decisiones importantes de la empresa y la gerencia está a su cabeza, tiene potestad y poder ilimitado para hacer los cambios que considere necesarios, como ubicación del personal en los diferentes puestos o cargos, su continuidad, el salario, elección de sus trabajadores, permisos, capacitación si es que la hay, porque en la mayoría de los casos, se le exige al personal que por su cuenta se capacite, insinuándole que tipo de carrera o capacitación es la que está requiriendo la empresa, de acuerdo al sector de la factoría en el que desempeña su labor. Pero no cuenta con una ayuda económica, sino que se limita a otorgar unas horas de permiso, según el estudiante requiera, para cumplir su horario académico, con el compromiso de reponer estas horas de trabajo en otro horario, para cumplir con sus tareas y las horas de trabajo reglamentarias.
De otro lado la participación de los trabajadores en la toma de decisiones y en la organización del trabajo es nula, pues esto es competencia del jefe inmediato o los jefes de sección, que a su vez replican las órdenes del gerente.
La comunicación de los obreros con sus superiores es muy precaria porque hay una diferencia muy marcada en cuanto a su preparación y capacitación, al igual que la gran diferencia existente en cuanto a nivel socio económico y cultural de las partes, los obreros en una fábrica generalmente son personas que no han recibido ni siquiera la primaria y algunos escasamente saben leer y escribir. Debido a estas grandísimas diferencias los obreros sienten temor a interactuar con sus superiores y la comunicación entre las partes se limita a obedecer y en algunos casos se presta para el abuso, insulto y humillación.
También por esta marcada diferencia los empleados solo se relacionan con los de su mismo nivel y en muy pocas ocasiones se comparten actividades entre todos los estamentos de la empresa, salvo en alguna actividad recreativa o deportiva, como un partido de futbol por ejemplo. Esto fomenta que los jefes y el administrador se conviertan en personas orgullosas, egoístas, soberbias y porque el medio social y cultural lo acentúan.
El trabajador por su parte busca empleo para satisfacer sus necesidades primarias, no tiene opción de escoger de acuerdo a sus propias capacidades o gustos, sino que es enganchado en lo primero que salga, porque no se puede dar el lujo de elegir, debido a su necesidad apremiante.
Al trabajador lo único que lo motiva a cumplir es la necesidad del pago y se limita a hacer las labores asignadas, no le interesa la empresa, no tiene ese deseo de estudiar, de formarse, de aprender nuevas cosas, ni siente la necesidad de progresar y si la siente, como no encuentra apoyo en su empresa busca otro trabajo.
Por su parte las directivas no permiten la formación de sindicatos porque van en perjuicio de la empresa.
La escasa educación y la falta de conciencia social, no le dan las herramientas necesarias para asumir actitudes críticas, respecto de las actividades que la empresa realiza en cuanto a su entorno, los recursos naturales, la distribución de la riqueza, la función social de la empresa y la promoción del trabajo.
Ahora pasando al campo de la educación y formación se puede decir que nuestra educación procura el aprender muchos conocimientos especialmente en matemáticas y las ciencias básicas, con muy poca formación en humanística, antropología y relaciones sociales, que no contribuyen a desarrollar un pensamiento crítico, respecto del medio que nos rodea y de la situación del país respecto de las potencias que nos rodean, tampoco desarrollamos la capacidad investigativa, ni crítica, respecto del mundo globalizado que cada día nos absorbe, con sus patrones equivocados y es por esto que nos alienamos con lo poco que conocemos, somos incapaces de abrir nuestras mentes a nuevos métodos y razonamientos y a diferentes formas de pensar porque no nos gusta leer ni investigar.
Son pocas las empresas que a su cabeza tienen un administrador bien educado y formado porque nuestras universidades forman con patrones en desuso, anticuados, no se fomenta la investigación, es decir nuestra universidades y sus profesores enseñan las teorías y lo mismo que hace veinte o treinta años, nuestro nivel está muy por debajo del de los países desarrollados, porque la educación durante mucho tiempo fue publica y con escasos recursos para invertir.
Los administradores se forman con la firme convicción que lo más importante es el éxito económico, en detrimento del capital humano, los recursos naturales y de la sociedad en general.
Los profesores de las universidades nunca han participado en la administración de una empresa, no la conocen por dentro, desconocen como interactuar con los clientes, los sindicatos, los ambientalistas, los diferentes mandos de una empresa. Generalmente son elegidos por sus excelentes calificaciones durante el trascurso de la carrera, son estudiantes recién graduados o son elegidos por recomendaciones políticas o influencias de personas prestantes en el medio. No poseen postgrados, menos doctorados, ni han sido investigadores; su formación se basa en la emulación de administradores, modelos exitosos y estudios de casos muy sonados o sea lo que podíamos llamar casuística.
El administrador debido a su poca cultura general no es ser integro, moral y espiritualmente, que busque siempre el bien común, por encima del bien particular, les interesa muy poco la situación real y social del trabajador a su cargo, su familia, su bienestar, su formación y promoción.
Los administradores generalmente obtienen su título mientras trabajan y estudian en horarios nocturnos con poca formación humanística.
Ahora si miramos el pensamiento y el actuar de los alumnos de la facultad de Ingeniería Industrial, me encuentro que la mayoría de los estudiantes estudian con el objetivo de pasar o aprobar, cada una de las materias del pensum académico, sin visionar, ni valorar siquiera cual es el aporte que cada una de ellas, le va a dar a su formación profesional y el beneficio que va a representar en su vida profesional, la mayoría quiere obtener el título profesional, para aspirar a un mejor salario, con un ascenso en la empresa que trabaja y si no tiene posibilidad de ascender en ella, buscara otro empleo; son muy escasos los que tienen la visión de formar empresa por el bajo nivel económico que poseen. Nosotros vemos la formación humanística como materias de relleno.
Ahora después de haber leído y estudiado el caso de la Compañía CASCADES encuentro unos nuevos criterios, que han transformado mi manera de pensar y mi visión acerca de la administración, ellos son:
- gestión y poder compartidos: un modo de administración que se presenta como auténticamente “participativo”. Es decir, donde la participación no se detiene solamente en los aspectos operacionales de la conducta de la producción, sino que se extiende ampliamente hasta compartir la reflexión sobre las estrategias y los proyectos futuros, sobre los por menores de las decisiones tomadas o a tomar, sobre los correctivos a aportar en camino a las realizaciones en curso, sobre las tasas y destinaciones de las utilidades realizadas, planta por planta… Todas las informaciones, de toda naturaleza (técnicas, contables, financieras, estratégicas…) son compartidas en tiempo real, con quien lo quiera, cuando lo quiera… Y también, quien quiera, puede ser “emisor” de información y tener la garantía de una escucha idónea, incluso a los más altos niveles.
- formación "incesante" delegada, en apropiación, de alta incitativa y flexible: conduce a una situación donde la formación y la auto-cualificación permanentes se vuelve la preocupación y el deber recíproco de cada uno hacia cada uno, ampliamente apropiado y constituido en deseo-acto propios.
- Cambios en la formación Administrativa: habría que despojar la enseñanza administrativa y económica de esta ideología del capital como único factor que corre riesgos. no enseñar solamente en nuestros cursos de administración cómo maximizar los intereses del capital, sino también cómo negociar con los sindicatos, los Estados, los ecologistas… decisiones conjuntas. El ser intermediarios entre los intereses del trabajo, de la naturaleza y los del capital. Deben asegurarse, por la propia supervivencia del capital, que las actividades de la empresa no afecten letalmente al hombre y a los ecosistemas. Este papel de mediación a los administradores les implica negociaciones, concertaciones, decisiones conjuntas entre varios grupos de intereses.
- Humanización de la formación administrativa: Se debería restablecer una proporción de 30 al 50% de cursos relacionados con las humanidades en las escuelas de gestión si se quiere desarrollar la cultura general de los futuros administradores y despertar su sensibilidad. Eso permitiría promover conocimientos más finos y más diversificados sobre el ser humano, dejar de considerar este último como un «recurso», al igual que los recursos financieros, materiales o tecnológicos.
- Formación de campo en la Administración: Después de una formación teórica en administración y en las ciencias humanas, habría que enviar los estudiantes a hacer campo, tanto cerca del obrero, como del sindicato, del cliente, del ecologista, de las colectividades locales, de los desempleados, etc. Este enfoque permitiría desarrollar la sensibilidad de los estudiantes, ver la situación en conjunto, vivirla desde el interior para comprenderla y transponerla luego en descripciones que hagan el lazo entre la experiencia adquirida y las teorías aprendidas.
- Cambios de los profesores de Administración: el formador en administración debería tener mayores cualidades en el futuro acerca de:
- una sensibilidad humana y una tendencia a la desviación
- una gran cultura general;
- una experiencia de campo.
Basándome en los nuevos criterios aportados por la Compañía CASCADES, me veo abocado a plantear unos cambios significativos en cuanto a la problemática, primeramente expuesta, que hoy vive la administración en los diferentes niveles así:
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