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Hablemos De Hoy


Enviado por   •  11 de Diciembre de 2012  •  694 Palabras (3 Páginas)  •  445 Visitas

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Puerto Rico está lleno de problemas los cuales muchos tenemos el atrevimiento de criticar. El puertorriqueño por lo general siempre habla de los problemas de esta bella isla y siempre busca una manera de echarle la culpa a los políticos o a las otras clases sociales. Es normal hablar de los problemas de la isla y decir: “Si yo fuera gobernador….” Es muy lindo que todos estemos tan pendientes del bienestar de nuestra isla sin embargo, las acciones no se las lleva el viento. Hay un elefante dentro del cuarto y curiosamente nadie lo ve. El doctor José Vargas Vidot ha visto este elefante del cual hablo y está determinado a curarlo y con sus acciones crear un cambio en la sociedad actual puertorriqueña. Hay un elefante en el cuarto y se llama exclusión social.

La exclusión social la vemos en las calles de Puerto Rico día a día. Ese “tecato” al que le viraste la cara, el hombre parado en la esquina a penas de pie, el señor acostado a los pies de la catedral de San Juan, el joven que te dice: “primo dame un menudito pa’ ver si me como algo” ellos son los que componen el elefante de la exclusión social. Durante 32 años el Dr. José Vargas Vidot se ha dedicado a trabajar con las personas sin hogar, los adictos, las trabajadoras sexuales, los excluidos sociales en fin. Vargas Vidot busca transformar la comunidad a través del servicio directo a la gente y a través de la ayuda que puedan proveer estudiantes universitarios. Vargas Vidot cuenta con un censo de 1,300 pacientes que acuden a la clínica Iniciativa Comunitaria localizada en Hato Rey. En la clínica Iniciativa Comunitaria se trata de eliminar toda barrera jerárquica de modo que los estudiantes y voluntarios pueden interactuar directamente con el paciente y aportar al cambio y bienestar de la comunidad. Hay un elefante en el cuarto y Vargas Vidot con su obra continua expandiendo las alas de la labor comunitaria , creando consciencia, llevando su labor a lugares como Haití. Podemos hablar de los problemas que abarca nuestra isla del encanto. Pero solo la intención acompañada por la iniciativa pueden crear un cambio.

Hoy en Puerto Rico atribuimos mucho de los esfuerzos de lucha contra el VIH al salubrista Vargas Vidot. Un hombre humilde, proveniente de la pobreza, con muchas de las características que se dan en personas que luego terminan en las calles. Vargas Vidot, un hombre con todas las posibilidades de perder pero persiguiendo el sueño de ganar y alcanzar todo lo que ha logrado. A menudo veo deambulantes tirados en esquinas con vasos en sus manos o caminando por pasillos de carros en las luces con caras tristes y brazos cubiertos de yagas, a lo que cualquier puertorriqueño diría: “que se busque un trabajo” o “si le doy chavos los usa pa’ drogas, yo sé como es la cosa mijo”. La adicción es una enfermedad y dar tu menudo aunque sea para drogas es una ayuda. Muy pocos quisiéramos ver a estos drogadictos re-habilitados. Vivimos con este problema pero optamos por ignorarlo y excluirlos socialmente. Actuamos como si no existiese porque los drogadictos no componen nada en la sociedad, solo llenan de mugre las aceras y gritan al cielo lamentando una vida menos afortunada.

¿Queremos un cambio en Puerto Rico? Somos el cambio, somos el mañana y cuantas veces hemos escuchado la misma frase pero la juventud está a cargo de hacer que este elefante de la exclusión social sea visto por todos, que el mensaje del salubrista José Vargas Vidot sea escuchado por todos y hagamos que las acciones no sean como las palabras y no haya viento que las haga volar. Que las acciones de nuestra generación vayan formando bloque por bloque la estructura de un mejor Puerto Rico. Un Puerto Rico con una comunidad limpia de adicciones, disminución de transmisión VIH y manos a la obra comunitaria. De parte de todo aquel que crea, que hablar no es suficiente; la acción es imperativa. Habrán más José Vargas Vidot.

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