Jack London

Jack London, nacido en Bahía de San Francisco en 1876 y muerto en 1922, perteneció a una generación heterogenea de escritores, que se caracterizaronn por su forttaleza física, espiritual y literaria, por su voluntad indómita parra salir adelante venciendo obstáculos de cualquier tipo y por su formavion fuera de los ambientes intelectuales y sofisticados . Fue un grupo que no se formó  en medio de las austeras aulas de las universidades , sino en la rudaa escuela de la vida, la gran maestra, la que obliga siempre a dar lo mejor de uno mismo o a sucumbir. Esvritores como Samuel Clemens (mejor conocido como Mark Twain), Herman Melville , Frank Norris. Willam S. Porter( conocido como O´Henry) y mismo London, encarnaron en su vida la grandeza de su obra literaria , obra y vifa formaban parte de una unidad indisoluble.

 La fueza de la palabra escrita era su gran apoyo en la dramática lucha por la supervivencia , y por ello las miles de páginas esvritas a golpes de puño, guiados por la certeza de que el oficio de narrar a veces comenzaba con los bolsillos vacíos para terminar creando novelas que reflejaran cabalmente el amplio concepto de vida que los animaba: la exaltación de la naturaleza, fuera esta la animal, como el caso de Melville y London, o la humana, como fuel el caso de Norris, O´Hernry y Twain.

 La vida de Jack London estuvo caracterizada por un constate reto contra el medio social  y natural, debido a du pobreza tuvo que luchrar denodadamente para sacar adelante un proyecto de vida , constantemente agobiado por la desesperación y la insastifacción individual en un ambiente como el norteamericano, que desde siempre se ha caracterizado por acentuar las diferencias sociales de manera drástica.

Np darse por vencido fue para él la consigna durante sus años de juventud , siempre a la búsqueda de oportuidades para ganar su sustento diario, fue pescador de ostras, contrabandista, cazador de focas a bordo de un barco arponero, vendedor, vagabundo, y hacia el año 1899, buscador del metal dorado durante la llamada “segunda fiebre del oro” en los helados confines de Alaska. “En el klondike me encontré a mi mismo. Ahí nadie habla. Todos piensan. Ahí obtiene uno su verdadera perspectiva. Yo obtuve la mía”, y era la de elevarse por fin socialmente.

La experiencia de Alaska, lejos de resultar esperanzadora fue para él una de las mas difíciles  y dramáticas de su vida porque incluso estuvo a punto de morir. La fiebre del oro atrajo miles de aventureros venids e los cuatro puntos cardinales, y para el otoño de 1899, ka situación se tornó dramática, pues muchos quedaron atrapados en medio de la desolación y de la crudeza del paisaje, perdieron las pertenencias y algunos incluso la vida.

Se vio obligado a permanecer casi seis meses sin actividad durante un largo y crudo invierno ártico, y tuvo que regrsar a San Francisco prácticamente con una mano adelante y una atrás, pero pletórico de ideas y de experiencias, las que para 1902 le permitieron publicar su relato largo, El llamado de la selva, el cual se convirtió en la piedra de toque que le permitió a London alcanzar la ansiada fama.

Y fortuna que tanto había buscado. Toda la experiencia ganada Alaska la volcó en cuentos y novelas, que cimentaron su creciente prestigio como escritor de relatos de aventura. Su estilo estaba influido por el naturalismo francés. Pero siempre tuvo como tema principal el instinto atávico del animal y del hombre, en una combinación extraña del pensamiento de Darwin y Spencer, el materialismo dialéctico marxista y la tesis del superhombre esgrimada por Nietzsche. Con esta singular mezcla su narrativa alcanzó ciertos tonos épicos y trágicos, en la crueldad del paisaje glacial, la de las animales, en especial los lobos.

Y la del hombre mismo, se entremezclan en una serie de circnstancias en que el telón de fondo siempre es -como ya se mencionó- la supervivencia del más fuerte. Colmillo blanco se publicó en 1906. Su protagonista es también un extraño animal mitad perro, mitad lobo. La obra esra dividida en cinco partes y veinticinco capítulos. Fue concebida como uns  novela que fueta el reverso de el llamado de la selva, protagonizada por el perro Buck, y trataba de aprovechar la vena de interés que se había abierto, pues al parecer el público todavía estaba deseoso de seguir leyendo historias acerca de perros capaces de llegar a situaciones límite. Si el perro Buck sale de la comodidad  de un rancho californiano para terminar en medio de las estepas árticas, en Colmillo Blanco su protagonista va haciendo lo contrario, pues sale de la desolación del bosque helado para terminar sus días en la comodidad civilizada del rancho del Valle de Santa Clara, en donde se le llama del Lobo Bendito.

Leemos la novela: “Nunca había visto hombres el cachorro, pero cierto vago, oscuro instinto le estaba diciendo que era preciso reconocer en el hombre al animal que había sabido conquistarse la primacía sobre los demás del desierto… El hechizo de la ley que herencia pesaba sobre el lobato, el miedo, el respero, hijos de siglos enteros de lucga la acumulada experiencia de innumerables generaciones. Ese es el peso de la herencia dominaba con fuerza incontrastable al lobo, que, después de todo, no pasaba aún de ser más que un cachorro… Levantose uno de los indios, echó a andar hacia él y se inclinó sobre su cuerpecillo. El cachorro acurrucándose aún más para aplastarse contra el suelo… involuntariamente se le erizaron los pelos, retiró los labios y sus diminutos colmillos quedaron descubiertos… y el hombre habló entonces, riéndose al mismo tiempo: Waban wabisca ip pit tah. (¡Miren! ¡Qué blancos tiene los colmillos!). Colmillo Blanco tiene lo doble de la extensión de El llamado de la selva, y su personaje lo vemos incluso como a un perro de pelea. De esta novela se alcanzaron a vender, tras algunos años, 438 mil ejemplares. La crítica no recibió de manera favorable a la novela en su momento, pero con el tiempo fue ganando el favor del público y se ha convertido en un clásico que se ha llevado al cine con mucho éxito.

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