La Cabeza Bien Puesta
Caluquito17 de Mayo de 2013
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iércoles, 16 de junio de 2010
LA CABEZA BIEN PUESTA
LA CABEZA BIEN PUESTA
EDGAR MORIN (1999)
En ésta obra el autor propone una educación para una cabeza bien puesta que ponga fin entre las desuniones de las dos culturas, es decir, una movilización de la cultura científica y la cultura de las humanidades y así volverlas actas para responder a los grandes desafíos de la globalidad y la complejidad, en la vida cotidiana, social, política, nacional y mundial.
Pero ahora bien ¿qué estudia cada una de éstas culturas? La cultura humanista según Morín nos dice que alimenta la inteligencia general, enfrenta los grandes interrogantes humanos, estimula la reflexión sobre el saber y favorece la integración personal del conocimiento; mientras que en la cultura científica quien es de una naturaleza diferente separa los campos del conocimiento, el conocimiento, provoca descubrimientos admirables y teorías geniales pero no una reflexión del ser humano y su destino.
En tal sentido la educación, la política, los procesos sociales y económicos no pueden escapar al conocimiento cultural, en cambio las manifestaciones científicas y culturales mantienen una interacción no lineal dentro de la ciencia y la cultura misma.
Al mismo tiempo Morín citando a Montaigne “que la finalidad de enseñanza es crear cabezas bien puestas más que bien repletas”, es decir, disponer de una aptitud para plantear y analizar problemas con principio de organización que permitan darle entrada y vinculación a los saberes además de darle sentido, en lugar de tener un cúmulo de información apilados sin ningún sentido de organización y selección.
También se plantea que mientras más poderosa es la inteligencia general, mayor es la facultad para analizar problemas especiales, es decir que la educación debe favorecer la aptitud natural del pensamiento para plantear y resolver los problemas y así estimular la inteligencia general. Todo esto a través de la facultad más extendida y vivaz de la infancia y la adolescencias “la curiosidad “que muchas veces la instrucción (educación) apaga y que se debería estimular y despertar cuando se duerme. Dicha inteligencia debería ir acompañada del buen uso de la lógica, la deducción, la inducción, la argumentación y la discusión para así hacer un buen uso de ellas en todos los campos de las humanidades y de la cultura científica y obviamente de la vida.
“Una cabeza bien puesta” es una cabeza apta para organizar los conocimientos y reformar el pensamiento, por lo tanto, reformar la enseñanza.
La misión de ésta enseñanza es transmitir no saberes puros y abstractos sino una cultura que nos permita comprender nuestra naturaleza y ayudarnos a vivir; en fin una manera de pensar abierta y libre con autonomía del pensamiento sin encadenamientos locales y particulares.
Publicado por mafer en 22:06
10 COMENTARIOS:
Prof. Luis Chavez17 de junio de 2010 15:03
Hola Mafer, voy a citar algo que mencionas en tu resumen sobre "La cabeza bien puesta" de Edgar Morín. Para ello extraeré textualmente lo siguiente:
"que la finalidad de enseñanza es crear cabezas bien puestas más que bien repletas"
Esto pone en evidencia que lo más importante es formar individuos críticos, con una amplia preparación para solucionar problemas cotidianos. Para ello, es necesario que la información que reciban dentro de un espacio de clase sea, más que cantidad, calidad. Pero, ¿cómo sabemos que hay calidad en la información que transmitimos? Pues, una vez que nuestros estudiantes han mostrado poner en práctica dicho aprendizaje en situaciones reales de la vida cotidiana.
Responder
Levis17 de junio de 2010 15:10
Buenas tardes... Por lo mencionado en tu texto,entonces, como docentes
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