Mexico Y Sus Etnias

1 INTRODUCCIÓN

A la llegada de los descubridores de América a nuestra región, el territorio era ya habitado por una gran cantidad de grupos aborígenes dispersos. Desde entonces la marginación social de las etnias en México inició, y aún continúa, sin parecer tener fin.

Los sucesos que actualmente se viven en la mayoría de los pueblos indígenas, entre ellos los yoremes, yaquis, rarámuris y otros muchos de los 56 grupos étnicos del país, que padecen ancestrales rezagos en salud, vivienda, derechos de tierras, y otros males sólo por mencionar algunos, son muestra manifiesta de tal marginación; ahí podemos encontrar pobreza extrema, hambre, insalubridad, inseguridad, violencia, frío, destierro, analfabetismo, desempleo, etcétera, etcétera, lo que se traduce en vivas consecuencias de separación social.

Ello ha obligado a los más pobres de los pobres de México ha revelarse ante los gobiernos. Como sucedió a finales de 1990, hace 15 años, cuando en Chiapas los diversos grupos de indígenas al darse cuenta que no tenían nada que perder decidieron tomar las armas, para llamar la atención de la autoridad y la sociedad civil, en busca de justicia social, respeto, y autonomía de los tiranos que hasta hoy han ignorado su realidad.

La explotación de los grupos étnicos no es propia de un lugar y tiempo determinado; ésta se ha dado a lo largo de los siglos. De los más lamentables sucesos de marginación indígena –capítulos que avergüenzan la historia de nuestro país-, lo fue el destierro que vivió el pueblo yaqui a inicio del siglo XX, cuando el entonces gobierno los vendía como esclavos a 65 pesos cada uno para trabajar en el cultivo de henequén en Yucatán.

Otras formas de marginación social de las etnias de México se ha dado en la represión y falta de respeto a sus creencias y costumbres, lo que ha llevado al exterminio de pueblos enteros, como ocurrió en 1891 con los Tomoches, enclavados en la sierra de de Chihuahua, quienes por orden del gobierno debían ceder sus tierras a una compañía agrícola del estado y los bosques pasarían a poder de las empresas mineras, además de la prohibición oficial para que se efectuara una procesión para hacer llover. Sin embargo a la oposición de los pobladores a tales arbitrariedades fueron asesinados a mansalva por militares, quienes arrasaron con el pueblo prendiendo fuego a las casas y rematando a los moribundos indígenas.

Así, desde siempre las etnias de México, primeros pobladores de nuestro país, han sido víctimas de la marginación social, lo que los mantiene sumidos en la pobreza con todas sus consecuencias, sin que sus ancestrales reclamos de justicia y respeto sean escuchados, mucho menos atendidos y satisfechos.

Todos y cada uno de nosotros tenemos compromiso de colaborar en la solución de la cuestión indígena en México, respetando las singularidades en la forma de vida de estos grupos, que sin buscarlo forman parte medular de nuestra nación mexicana y de nuestra cotidianidad.

Hoy día, basta con visitar cualquier comunidad indígena del país o la región para cerciorarnos de que la marginación de los indígenas mexicanos y sinaloenses aún no ha terminado. Tenemos por ejemplo que en nuestro estado estas poblaciones se encuentran enclavadas en áreas geográficas carentes de servicios vitales como son el agua y los servicios de salud, entre otros; pasando por alto la falta de caminos accesibles, escuelas, hospitales, vivienda digna, electrificación; y por si fuera poco el abandono y apatía de parte de la autoridad.

Mientras esto siga sucediendo, y mientras la desigualdad entre los mexicanos, indígenas y no indígenas, crezca más, difícilmente podremos decir que en México la marginación social de las etnias no existe.

Rarámuris, Triques, Tojolabales, Lacandones, Tepehuanos, Huicholes, Tarascos, Seris, Yaquis, Pápagos, Mayos, Guarijios, Kumiais, Paipais, Coras, Yoremes y una larga lista de etnias mexicanas esperan aún pacientemente el regreso de la tranquilidad y el respeto a su idiosincrasia que por siglos le ha sido arrebata.

Históricamente la marginación a las etnias en México se ha presentado de distintas formas y a tal grado que, algunos grupos étnicos han decidido organizarse y armados con palos, piedras, machetes y otras armas en la mano, exigir al gobierno la restitución de sus derechos naturales, culturales y demás; y por ende la mejora en la calidad de vida de los indígenas.

Tal organización dio vida al Ejercito Zapatista de Liberación Nacional, quien declarara el estado de guerra al gobierno mexicano demandando el cese a las injusticias, y a la ancestral marginación en que se mantiene sumidas a las etnias de México.

Esta situación, de reconocimiento internacional, es prueba palpable de que en nuestro país la cuestión marginal de los aborígenes mexicanos, después de más de 500 años de sobrevivencia a la llegada de los conquistadores aún sigue sin solucionarse.

Sin embargo la solución pudiera estar en la participación de cada uno de nosotros…

¿No lo cree así Usted

2 TERRITORIO Y RECURSOS

La altiplanicie Mexicana domina gran parte del país y está dividida en dos zonas: altiplanicie septentrional y meridional, limitada en sus flancos este y oeste por dos cadenas montañosas que descienden de manera abrupta hasta estrechas llanuras costeras: la sierra Madre occidental al oeste y la sierra Madre oriental al este (véase Sierra Madre), que son la prolongación de las montañas Rocallosas y los montes Wasatch, respectivamente.

Ambas sierras son interceptadas al sur por el eje o cordillera Neovolcánica transversal, faja formada por montañas volcánicas que atraviesa el país de este a oeste por su parte central y que encierra por el sur la altiplanicie Mexicana; este eje contiene los

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