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Nuevas esperanzas


Enviado por   •  14 de Mayo de 2016  •  Biografías  •  1.945 Palabras (8 Páginas)  •  207 Visitas

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NUEVAS ESPERANZAS

Recuerdos de un exiliado

Una vez, en un seminario que di en Buenos Aires en 1970, un joven me pregunto como había llegado a ser un empresario tan rico y reconocido. Solo sabían que era un inmigrante español, que mis padres eran abogados y que había llegado a la Argentina a fines de 1936. Dentro de todo, eso era cierto.

-¿Pues si mis padres hubiesen sido ricos, yo también lo seria no? -dijo uno entre risas.

En ese momento se me ocurrió contar mi historia, por diferentes motivos tarde 25 años en llevarlo a cabo y lo mas importante de todo, volver atrás.

Nací en 1917 en Santiago de Compostela, La Coruña. Fui el primer hijo de Francisco Casale y de Candelaria Arriguchi. Me bautizaron como Alejandro Francisco Casale. Mi padre era abogado y fundador del diario Novo Sol y trabajaba en la secretaria del partido republicano de Manuel Azaña en Madrid pero cuando yo nací decidió instalarse definitivamente en La Coruña para estar mas cerca de mamá y de mi. Cuando creci a demas de saber gallego, castellano e italiano aprendi frances e ingles. Todos los años Tita (hija de nuestra cocinera) y yo participábamos en todas las fiestas parroquiales, como la ofrenda a Apóstol Santiago, la Romería de San Lázaro etc. Realicé el bachillerato en el Instituto de San Isidro en Madrid. La idea de papá era que me convirtiera en abogado y trabajara con él. En vacaciones de invierno volvía a casa para estar con mis padres, ya podía escuchar a Tita decir algo como esto:

-¡Chegou Jandrito! -en casa me llamaban así por que cuando era niño siempre que alguien preguntaba por mi nombre yo respondía "Jandro". Mamá emocionada de verme llegar, mandaba a la cocinera para que cocinara mis platos favoritos. En las reuniones que papa hacia en casa, no dejaba de aludir que su hijo era todo un prodigio que seria un excelente abogado.

Podría decirse que tenia la vida perfecta de un niño mimado, tenia el mejor promedio del instituto, había sido becado en varias ocasiones, cada año recibía un diploma de honor, practicaba esgrima y atletismo, era popular entre las chicas, las mejores universidades de España me querían. Cada año con mi familia y mi querida amiga Tita íbamos a conocer lugares de Europa. Pues si, como te dije anteriormente mi vida era "perfecta".

Entonces todo paso muy rapido como cuando a un árbol en todo su esplendor de repente le llega el invierno. A comparación del árbol a mi me llego el verano de 1935. Papá nos dijo que teníamos que viajar a Francia temporalmente, habían rumores que pronto el gobierno de Manuel Azaña, para el cual papá trabajaba, sufriría un derrocamiento por el militar Francisco Franco. No pudimos concretar nuestro viaje, mi madre había enfermado gravemente asi que tuvimos que quedarnos en casa. La situación económica familiar había empeorado notablemente, abandoné la idea de realizar una licenciatura de derecho en la UCM puesto que en esos momentos no podía dejar a mi familia. En ese entonces el descontento social y los enfrentamientos ideológicos crecían constantemente, o estabas del lado la segunda republica o de la revolución. Nos obligaron a cerrar el periódico, el repudio hacia nuestra familia era notorio, trataban a papa como un militante de la anarquía española.

Cuando ya nada podía ir peor llego julio de 1936, el gobierno de la segunda republica sufre el esperado golpe por parte del frente sublevado. Aunque la zona sublevada fracasó, en La coruña tuvo una gran acogida. Días mas tarde llegaron noticias de que el alcalde Anxel Gosenge había sido fusilado. El 20 de agosto de 1936 planeamos partir a Sevilla pero dos días mas tarde a las 05:00 am, grupos militares entraron a casa.

-¿¡Familia Casale? Esta es una orden del nuevo . . .

-¿JANDRO? ESCUCHAME, TES QUE SAÍR DE AQUI. VAN A MATAR -dijo que tenia que salir lo antes posible.

-Tene coidado, laméntoo. A tua mama e eu te amamosche fillo.

No podía irme, no podía dejarlos

-Por favor vaiche. Faino por Nos -vete por nosotros dijo. Es difícil explicar como me sentí, eran dos voces dentro tuyo que se peleaban para ganar.

Salí por la puerta trasera, escuchaba los gritos de mamá, quise volver mil veces pero no lo hice. Aparecí en el jardin y alli encontré una de las cintas del pelo de Tita. Se me cayó el alma a los pies. Salí a su búsqueda y en segundos la encontré, tenia el vestido desgarrado, le habían pegado un tiro en la parte posterior de la cabeza al lado suyo se encontraba su madre, mi madre y mi padre. Me senté y lloré.

Pensé en mil cosas, ahora no tenia a nadie ni nada. Pensé en suicidarme ¿Por qué ellos estaban muertos y yo no? Pero me equivocaba, si tenia algo, ellos se habían sacrificado por mi. Decidí seguir adelante, hacerlo por ellos, yo se los debía. No podía permanecer mas tiempo en la casa, me encontrarían y me matarían. Enterré los cuerpos al lado del huerto, saque un par de cosas y partí rumbo a Sevilla.

Cuando por fin llegue a la estación de Sevilla, un hombre con una pistola se acerco y me arrebato la mochila. No tenia mucho dinero, pero ahora cada centavo contaba. Trabajé tres meses en el puerto como ayudante en un buque

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