Steve Jobs supo tener una meta y una misión lo suficientemente poderosas como para no perder la motivación por el camino y disfrutar de lo que hacía.

PROPÓSITO: Steve Jobs supo tener una meta y una misión lo suficientemente poderosas como para no perder la motivación por el camino y disfrutar de lo que hacía.  Su gran misión fue trasladar la tecnología más avanzada a todos los usuarios y así poner el mundo en sus manos. Es considerado como el mayor inventor de la historia despues de Edison.

PERSONALIDAD: Lo importante para Jobs no era ganar dinero en sí, sino el proceso de creación. “Ser el hombre más rico del cementerio no es lo que me interesa”, decía. “Irme a la cama cada noche sabiendo que hemos hecho algo maravilloso. . . eso sí es importante para mí”.
“Cambiaría toda mi tecnología por una tarde con Sócrates”, es otra frase dicha por Jobs, en la cual podemos darnos cuenta que su pensamiento estaba por encima de programas y pantallas.

Otro de los aspectos más importantes en la personalidad de Jobs está el perseguir sus sueños, algo que demuestra cuando al abandonar sus estudios por falta de recursos, continuó asistiendo como oyente a pesar de las múltiples dificultades que pasaba como dormir en el piso, juntar tapas de botellas de refrescos para cambiarlas por dinero, y asistir al templo Hare Krishna una vez a la semana para poder tener una comida decente; él llamó a ésta la etapa más bonita y apasionada de su vida.

PUBLICO: Jobs usaba su habilidad de persuasión para contratar a quien él quería en su empresa, en 1983, él quería al presidente de Pepsi, John Sculley, como líder de Apple, pero este se negó, hasta que un día Jobs le dijo la famosa frase que lo convenció: “Quieres seguir produciendo agua azucarada toda la vida, o quieres cambiar el mundo “. A un ingeniero brillante –Bob Belleville– que trabajaba en Xerox lo convenció con esta frase: “He oído que eres muy bueno, pero todo lo que has hecho hasta ahora es pura basura. Ven a trabajar conmigo “.
Jobs trabajaba con personas especializadas y multifacéticas, a él no le importaba el lugar del que venía el trabajador, solo quería personas talentosas para darles espacio y que pudieran brillar.

PRODUCTO: Jobs era un excelente vendedor de sus ideas y sus productos, incluso al punto de crear sus propias verdades y convencer de ellas a los demás a fuerza de su convicción y carisma. Esta habilidad le permitió cerrar negociaciones muy duras, como las que logró con las disqueras y los estudios de cine y televisión para que distribuyeran su contenido a través de la tienda iTunes Store. Igualmente, le permitió convencer a su rival Bill Gates de invertir en Apple y continuar desarrollando programas para el Mac a finales de los años 90, cuando todos pensaban que Apple se iría a pique.

POSICIONAMIENTO: La visión de marca de Jobs tenía una cualidad y es que, para él, la estética era tan importante como el funcionamiento mismo, es por ello que vendió sus productos no solo por su funcionamiento sino también por la estética que les da a sus clientes tener esos productos en sus manos y contar cada día con ellos, como sucedió por ejemplo con el iPad.
Para Steve Jobs la innovación no es solo un valor, sino la esencia de todo corporativo, su lema siempre fue “piensa diferente”.

PROMOCION: Jobs era un líder diferente, era rudo con sus trabajadores, con su entorno, sin embargo, era inspirador. Según Louis Gassé, Steve Jobs era un tirano, pero uno con ideas tan claras y con una pasión tan grande que la gente lo seguía, pese a lo duro que podía ser trabajar con él.
Jobs tenía fama de ser implacable, de ofender en público a las personas cuando algo no le gustaba, de exigir jornadas de trabajo abrumadoras y de ser intolerante cuando algo le parecía estúpido o poco informado, y aún asi los de su entorno lo seguían, la razón, sus empleados sienten que todo lo que hacen es de un nivel superior, que es arte. Él los había convencido de que lo que estaban haciendo era histórico y “haría una marca en el universo“, como solía decir, y por eso todas sus exigencias eran simplemente pasos hacia un gran resultado.
“Sé que se quejan de mí, pero más adelante van a ver esto como la mejor época de sus vidas. Ellos no lo saben, pero yo sí“, le dijo alguna vez a Jay Elliot, ejecutivo de Apple. Su teoría era que si uno realmente creía que estaba cambiando el curso de la historia, trabajaría las horas que fuera necesario y renunciaría incluso a su vida personal, ya que se consideraría uno de los elegidos, un privilegiado.

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