ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

Victor Raúl Haya De La Torre


Enviado por   •  25 de Noviembre de 2014  •  8.809 Palabras (36 Páginas)  •  308 Visitas

Página 1 de 36

VÍCTOR RAÚL HAYA DE LA TORRE

INTRODUCCIÓN

Es innegable que en el caso de Haya de la Torre su vida y obra guardaron una rigurosa consecuencia, donde tal vez resida la fuerza histórica del mensaje que viejas y nuevas generaciones han hecho suyo y defendido hasta el sacrificio, con características que solo se dan en el nacimiento de las religiones. Pero aquí – y eso es lo importante-, se trata de asuntos que deben resolverse entre los hombres, y que, para su logro, requieren del fervor místico y de la voluntad insobornable.

Haya de la Torre tuvo en su personalidad esas cualidades superiores. De ahí que tanto sus obras como su vida sean algo más que ejemplo: son mandato al que no se puede renunciar como no sea por razones puramente políticas. Su presencia en la historia del Perú es neta y, como tal, nadie podrá negarla. Se podrá estar o no de acuerdo con su pensamiento, pero para ello habrá que exhibir otro que con ventaja lo reemplace. Queda en toda su vigencia, el pensamiento y la acción de uno de los hombres más singulares que ha tenido el Perú, y que no se detuvo en las fronteras patrias sino que recogiendo el ideal de los precursores vio a la América que nosotros tal vez no veamos, pero que algún día será verdad, y verdad grande.

Sabemos que uno de los mejores tributos que se puede rendir a ese gran maestro que fue Víctor Raúl Haya de la Torre es poner su pensamiento al alcance de la juventud y de los que aun no le conocen bien. Su partido es su ejecutor testamentario. Su pensamiento es universal. Por eso, difundirlo, hacerlo conocer, es tarea de cultura, que también es acción.

Podemos concluir que Víctor Raúl Haya de la Torre, es el ideólogo y político mas destacado de América en el siglo pasado. Creador de una doctrina americanista y antiimperialista, fundó también el primer partido de masas con estructura moderna del continente.

Escritor y maestro, Alberto Guillen escribió para él en 1930 “El Hombre del Alba” poema épico del cual extraemos los siguientes versos:

“De usted, de nosotros, de estos brotes oscuros,

caminadores bajo la tierra de tiempos miopes, iba a salir,

está saliendo el alba. Porque así como los gallos son los

picapedreros de la mañana, de su voz, de vuestra palabra,

va a germinar el día”

1. BIOGRAFÍA

1.1. SU NACIMIENTO Y PRIMEROS AÑOS

Víctor Raúl Haya de la Torre nació en Trujillo (La Libertad – Perú) el 22 de febrero de 1895, sus padres fueron don Raúl Edmundo Haya y Cárdenas, periodista, y doña Zoila Victoria de la Torre descendiente de una vieja familia hispano peruana. Fue el mayor de cinco hermanos, dos mujeres y tres varones.

Víctor Raúl realizo sus estudios escolares en el seminario de Trujillo, dirigido por los sacerdotes lazaristas y en el Colegio de san Juan de la misma ciudad. Practico el deporte con gran entusiasmo y una muestra de sus cualidades de generosidad, agilidad, fuerza y vocación de líder, se advierten cuando contando apenas con 17 años de edad, convocó a un grupo de compañeros de estudios y amigos, y con ellos fundó el club deportivo “Jorge Chavez”.

Sus padres estuvieron siempre muy cerca de sus hijos. El matrimonio haya de la Torre y sus cuatro vástagos (Víctor Raúl, Agustín, Edmundo y Zoila), estuvo siempre muy unido y constituyo un hogar ejemplar. Víctor Raúl quien fue muy vivaz desde pequeño, no oculto su espíritu soñador y la profundidad de su mirada demostró constantemente la honda inquietud de su espíritu. A diferencia de otros hermanos, Víctor Raúl y Agustín formaron constantemente una pareja unida aunque diferente. Mientras Agustín (Cucho para sus amigos) fue un hombre sosegado, Víctor Raúl demostró desde su niñez su profunda vocación social y su gran magnetismo de conductor social y de multitudes.

Siguió estudios de Filosofía, Letras y Derecho en la Universidad de La Libertad, pero, desde 1917, se trasladó a la Universidad Mayor de San Marcos, de Lima, donde culmino su carrera de Jurisprudencia, la de Ciencias Políticas y Administrativas y la de Historia, Filosofía y Letras, sin graduarse en ninguna a causa de las circunstancias hostiles que le brindo la política.

En la Universidad de Trujillo, conoció al gran poeta Cesar Vallejo con el cual cultivo una entrañable amistad. Haya tenía 20 años y escribió para su amigo “Triunfa Vanidad”. Vallejo más tarde diría de Víctor Raúl “Pichón volara muy alto”.

Durante su vida estudiantil fue parte de la llamada “bohemia de Trujillo” conformada por César Vallejo, Antenor Orrego, Alcides Spelucín entre otros. Fue también colaborador del diario La Industria dirigido por su padre.

Cuando nació Víctor Raúl Haya de la Torre, ese año justamente un movimiento acaudillado por el clásico revolucionario de la época don Nicolás de Piérola (el del 95 como se le llamó), acababa de desalojar del gobierno a un grupo militarista que lo había ejercido. Con ese grupo se alejó del poder una tendencia. Pero insurguio otra: la que emergió como resultado de la unión del movimiento populista encarnado por el otro. La tendencia se afirmó en gobiernos civiles que duraron exactamente 20 años.

2. VIDA POLÍTICA

En 1917, viajo al Cusco, en contacto con la tragedia del indio se compenetró por primera vez de sus angustias y problemas; de su miseria y necesidades de luchar por él y por sus reivindicaciones. Al año siguiente fue uno de los líderes de la Reforma Universitaria, eco de la de Córdoba, Argentina y fue elegido presidente de la Federación de Estudiantes del Perú (1919 – 1920), cargo desde el cual dio feliz término a la Reforma. Antes había tomado parte de una Comisión obrero-estudiantil que intervino decisivamente en obtener la jornada de ocho horas para los trabajadores manuales.

2.1. LAS OCHO HORAS, LA U.P.G.P. Y LOS OBREROS

Fue el 15 de enero de 1919 que los trabajadores en el Perú lograron establecer un horario de trabajo de 8 horas. Antas de esa gloriosa jornada los trabajadores laboraban 12 o 16 horas al día sin que, por aceptar esta imposición y este abuso, el patrón fuera sancionado por la ley.

Aunque en 1913 don Guillermo Billingturst había firmado la ley que ordenaba que los obreros portuarios trabajaran jornadas de 8 horas cada día. Las condiciones de la época impedían que dicho dispositivo legal fuera

...

Descargar como (para miembros actualizados)  txt (53.7 Kb)  
Leer 35 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com