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ADOLESENCIA SEXUALIDAD Y EDUCACION SEXUAL


Enviado por   •  4 de Octubre de 2012  •  1.325 Palabras (6 Páginas)  •  595 Visitas

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UNIVERSIDAD JUÁREZ DEL ESTADO DE DURANGO

FACULTAD DE ENFERMERÍA Y OBSTETRICIA

MATERIA

ENFERMERIA OBSTETRICA

TEMA

ADOLESENCIA SEXUALIDAD

Y

EDUCACION SEXUAL

DOCENTE

LIC. SARA OLIVA VALTIERRA GUTIERREZ

ALUMNO

MARIA ESPERANZA ALEMAN GUEVARA SEPTIEMBRE 2012

ADOLESCENCIA SEXUALIDAD Y EDUCACIÓN SEXUAL

La adolescencia suele ser considerada como el periodo en el que se produce el inicio de la actividad sexual y, por lo tanto, el momento en el que la educación parece más necesaria. Conocer cuáles son los conocimientos, las actitudes y los comportamientos sexuales de los jóvenes, resulta imprescindible para definir los objetivos a alcanzar y las estrategias a seguir por una educación afectivo-sexual que ambicione algo más que transmitir una serie de ideas referidas al funcionamiento del sistema reproductivo humano.

La adolescencia es una etapa del ciclo vital en la que se producen importantes cambios físicos, psíquicos y sociales, y representa un momento crítico para el desarrollo posterior, ya que muchas de las actitudes y conductas que se instauran durante estos años van a acompañar a hombres y mujeres a lo largo de sus vidas. Hay que reconocer que los cambios físicos son bastante llamativos y van a tener una gran repercusión sobre su comportamiento. Los cambios físicos asociados a la pubertad van a ponerse en marcha por una serie de mecanismos hormonales iniciados por la actividad del hipotálamo que envía señales a la hipófisis para que ésta comience a segregar hormonas gonadotróficas, que a su vez estimularán el desarrollo de las gónadas sexuales que iniciarán la producción masiva de hormonas sexuales. Estas hormonas sexuales serán las responsables de los cambios físicos que los jóvenes comienzan a experimentar al final de la niñez. También serán las responsables de la intensificación del deseo sexual, que va a acompañar al ser humano durante la mayor parte de su vida, y que le va a proporcionar muchas alegrías, aunque también algunas insatisfacciones.

Hoy en día existen datos que ponen de manifiesto que a pesar de que las gónadas sexuales de encuentran aún inmaduras antes de la pubertad y no son capaces de producir andrógenos y estrógenos, las glándulas suprarrenales van a iniciar una ligera producción de hormonas sexuales en torno a los 9-10 años de edad, con lo que la pubertad sería un proceso mucho más gradual de lo que parece. Esto coincide con algunos estudios que sitúan en esa edad el inicio de la atracción sexual y de la actividad masturbatoria.

Muchos adolescentes se inician en el autoerotismo unos años antes de la pubertad. Entre los chicos ha quedado atrás la imagen negativa que en épocas pasadas se asociaba a la masturbación, y es una práctica generalizada y aceptada de la que hablan con sus amigos sin generar sentimientos de culpa. Sin embargo, entre las chicas la cosa es diferente, ya que el autoerotismo es una actividad clandestina y poco aceptada, sobre todo en la adolescencia temprana y media, de la que se habla poco porque no se quiere reconocer su práctica y que causa bastantes sentimientos de culpa. “Si alguien te dice que una chica ha hecho eso, te parece escandaloso”. Aunque también hay que decir que entre las chicas aparecen diferentes actitudes ante la masturbación: las que niegan su práctica, las que no reconocen como masturbatoria ciertas prácticas auto eróticas.

Quienes sienten importantes sentimientos de culpa tras su práctica, y, por último, quienes tienen una actitud positiva y de aceptación ante la masturbación. Estas últimas suelen ser las chicas de más edad y mayor nivel educativo.

La sexualidad suele hacer explosión en la adolescencia, cuando se inician los cambios hormonales. Si bien, físicamente los o las jóvenes, son capaces de tener relaciones completas, no siempre están listos psicológica ni económicamente para afrontar las posibles consecuencias, como son un embarazo no deseado o infecciones de transmisión sexual. Es esencial, que los jóvenes conozcan el desarrollo de la sexualidad y la realidad total del acto sexual, de manera que aprendan a manejar su sexualidad en forma responsable.

Muchos adolescentes tienen, desde edades tempranas, una vida sexual activa (entendida desde el primer coito), y por ignorancia, por mala información o por temor a indagar con quienes deben saber, no ponen en práctica medidas preventivas como: el uso del condón o de anticonceptivos para evitar, tanto embarazos como infecciones de transmisión sexual.

La educación sexual, se debe iniciar temprano. No hay que temer a mostrarle al niño o al adolescente, en ilustraciones médicas, la anatomía de los órganos genitales y describir su función. Se debe impartir respeto por la función reproductiva y por el sexo opuesto, sin negar el placer e insistir en esperar para iniciar la vida sexual activa.

El embarazo y las infecciones de transmisión sexual, algunas fatales como el sida, otras potencialmente incapacitantes como: la gonorrea, la Chlamydia o el herpes, deben ser objeto de una discusión franca, obviamente "en dosis", de acuerdo con la edad. Predicar y educar contra la promiscuidad, es parte de la formación, ya que su relación con las infecciones de transmisión sexual, es un hecho bien demostrado. A la muchacha adolescente se le debe inspirar la suficiente confianza para que, en caso de quedar embarazada, busque ayuda para tomar las determinaciones a que haya lugar.

CONCLUSIONES

Para transmitir el valor y significado de la sexualidad en nuestros adolescentes tenemos que partir de dos conceptos clave: qué es sexualidad y qué es educación sexual.

Muchas veces la idea que se tiene sobre la sexualidad es estrecha y reductiva: solamente se piensa en los genitales y la relación física. Así muchos programas “educativos” giran en torno a la llamada “reproducción” y, en todo caso, en cómo hacer para evitar el embarazo, como si este fuese el único problema en sexualidad. Visión tan pobre hace que nuestros adolescentes se encuentren desconcertados ante los verdaderos desafíos de la sexualidad.

Las preguntas de los jóvenes no son superficiales, de las respuestas que les demos dependerán decisiones claves para sus vidas.

En esta área más que en ninguna otra se impone el criterio de brindar herramientas para que nuestros jóvenes, hijos descubran por sí misma la verdad y realice su vida en función de ella.

Tenemos que mostrarles a nuestros adolescentes el camino hacia la verdad de su sexualidad. De ahí que la tarea como padres de familia y trabajadores de la salud, no es enseñar “muchas cosas” sino dar elementos para que los jóvenes recorran el camino hacia la verdad. Por eso nunca se recalcará poco que la educación sexual es un campo en el que los trabajadores de la salud son colaboradores de los padres. Pero aun se considera que estamos muy lejos de lograr esta mancuerna ya que muchos padres de familia se resisten a hablar de sexualidad con sus hijos y por consiguiente no acuden a informarse a centros hospitalarios.

BIBLIOGRAFIA

- Documento facilitado por la materia.

- ANTOLOGIA OBSTETRICIA 1 3ª edición 2004 SUA UNAM

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