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ANTECEDENTES

gfdc94Examen2 de Febrero de 2015

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ANTECEDENTES

A medida que pasa el tiempo distintas personas fueron utilizando diferentes técnicas para mantener asepsia, si bien muchas de ellas no eran acertadas fueron un avance para la época.

Hipócrates (460 – 377 AC) Es quien incluye el concepto de asepsia y promueve el uso de vino y agua hervida para el lavado de heridas. Galeno (131 – 200 AC) Hierve su instrumental para curar heridas. Por otro lado Giorlano Fracastoro (1878- 1553) descubre que el contacto directo con las heridas produce infecciones.

En 1847 el médico húngaro Ignacio Semmelweis (1818 – 1865) consiguió disminuir la tasa de mortalidad en un 70% por sepsis puerperal, determino la transmisión de la fiebre puerperal, además estableció el lavado de manos obligatorio con agua, jabón, cepillo y cloro. Años más tarde Louis Pasteur (1822 -1865) descubre que las enfermedades son producidas por gérmenes, y publica la hipótesis microbiana. Basándose en los descubrimientos de Pasteur, Joseph Lister en 1867 utiliza el ácido fenico como método aséptico, extendió la práctica quirúrgica higiénica al resto de especialidades médicas.

De igual manera se destaca Ernest Von Bermann, quien en 1886 utilizo el vapor para disminuir los gérmenes a través de la autoclave (producto sanitario que permite la esterilización utilizando el vapor de agua a alta presión y temperatura). Los siguientes fueron, Terrier y Terrillon, quienes en 1888 establecieron que las salas quirúrgicas debían tener pisos y paredes lavables, además de muebles metálicos. Estas salas debían contar con el uso de la autoclave y estufa seca, no obstante debía permanecer el lavado con agua y jabón, incluyendo OH y bicloruro de hg. Ya para el año 1890 W. Stewart Halsted, incorporo los guantes de goma asépticos. En el siglo XIX se dieron a conocer los descubrimientos de ATB, los vestuarios de cirugía unificados y la estandarización de equipos quirúrgicos.

Finalmente en el año 1979 se crean los comités de Infecciones Intrahospitalarios, con el objetivo de coordinar el programa o plan local de control I.I.H, para asegurar impacto, continuidad y solidez en los procesos involucrados.

PRÁCTICAS COMUNES DE ASEPSIA.

Existen dos formas de asepsia: asepsia médica y asepsia quirúrgica. La asepsia médica se logra con la ausencia de patógenos, mientras que la asepsia quirúrgica se alcanza mediante la ausencia de microorganismos. A menudo, la asepsia médica recibe el nombre de “técnica limpia”, mientras que la quirúrgica se designa como “técnica estéril”.

Los principios de asepsia médica se aplican a todos los aspectos del cuidado del paciente con el fin de garantizar su seguridad, se comienza a practicar la asepsia médica al limitar el número de piezas de joyería que se viste cuando se atiende a los pacientes a una alianza y, quizá, unos pendientes pequeños si se tienen los lóbulos perforados.

Las uñas de los dedos de las manos son cortas y se encuentran en buen estado. El cabello está retirado del cuello y controlado para evitar la contaminación de campos estériles o su caída en los alimentos o las heridas del paciente.

Entre las medidas de asepsia se debe tomar en cuenta:

• Las habitaciones de suministro se designan como zonas para material limpio y sucio. No se deben colocar artículos en un área equivocada, con el objeto de evitar la contaminación cruzada.

• Los artículos depositados en el suelo se consideran contaminados y deben desecharse del modo indicado. Si la ropa de cama cayera al suelo de manera fortuita, se depositará en un cesto para ropa sucia.

• Los pacientes deben usar zapatillas o zapatos cuando no estén en la cama.

• Cada paciente dispondrá de sus propios materiales e instrumentos, que no serán utilizados por otros pacientes. La esterilización o la desinfección de los equipos se llevarán a cabo en el período transcurrido entre dos utilizaciones.

• Se utilizan pañuelos de papel para eliminar las secreciones del paciente y son desechados.

• Limpiar y aclarar los instrumentos con agua fría con el fin de eliminar las secreciones antes de remitirlos al área central de material.

• El jabón y el agua son los mejores productos de limpieza debido a que ayudan a degradar la suciedad para facilitar su eliminación. Aunque los detergentes pueden ser más eficaces con agua dura o fría, pueden ocasionar daños a los tejidos.

• Se pueden añadir germicidas al jabón o el detergente para potenciar la eficacia del producto de limpieza.

• Se utiliza fricción para facilitar la eliminación de la suciedad. Se puede emplear un cepillo, una esponja o un paño para frotar.

• Cuando se use una técnica aséptica, la limpieza se llevará a cabo desde la zona más limpia hasta la menos limpia.

PRECAUCIONES GENERALES EN LA ASEPSIA.

Las medidas de aislamiento en la actualidad han sufrido múltiples modificaciones, con el fin de evitar de manera aún más eficiente la propagación de agentes infecciosos de paciente a paciente o de paciente a trabajador, las medidas de aislamiento buscan evitar con medidas razonables y efectivas la transmisión de microorganismos que perjudiquen o pongan en peligro la salud en los centros hospitalarios.

El Centro de Control de Enfermedades en Atlanta o CDC (USA), publicó en 1970 un manual de técnicas de aislamiento; estas se mantuvieron vigentes hasta la década de 1980, en 1983, el CDC publicó las guías para precauciones de aislamiento en Hospitales, aislamiento estricto, respiratorio, de contacto, para la tuberculosis, para las secreciones, la sangre y otros líquidos corporales. A mediados de los años ochenta, en relación a la epidemia del SIDA aparecieron las recomendaciones conocidas como Precauciones Universales. Y son las que a continuación se presentan.

Es necesario considerar a todos los pacientes como potenciales infectantes, ya que así surge la obligación de todo el personal de llevar a cabo los mecanismos de prevención de manera constante y con cada individuo sin excepción alguna. Las precauciones generales, fueron diseñadas para reducir el riesgo de transmisión de patógenos transmitidos a través de la sangre, atmosfera, entre otros aspectos. Este tipo de recomendaciones o medidas deberán utilizarse en todos los pacientes hospitalizados e incluye:

 Lavado de manos.

El lavado de manos es la principal medida para evitar las infecciones nosocomiales. La técnica del lavado de manos depende del tipo de maniobra que se realice o se haya realizado. Se diferencia el lavado de manos higiénico o corriente del clínico y el quirúrgico. El jabón a emplear debe ser líquido y para el lavado habitual no se requiere que tenga capacidad antiséptica. La pastilla de jabón no es recomendable por su facilidad para colonizarse por gérmenes.

Lavado de manos corriente:

Debe realizarse antes y después del contacto con el paciente aun cuando se hayan utilizado guantes. El procedimiento recomendado de éste es el siguiente:

• Emplear jabón antiséptico, 3-5 ml. de jabón por cada mano.

• Para obtener capacidad antiséptica, el jabón debe estar en contacto con la piel por lo menos 10 segundos.

• Prestar especial atención al área subungueal (las uñas deben mantenerse cortas).

• Quitarse siempre los anillos antes del lavado.

Lavado de manos clínico:

Todos los miembros del equipo quirúrgico deben realizar el cepillado de manos y brazos antes de entrar en la sala de operaciones. El cepillado puede hacerse por número de pasadas o por tiempo para asegurar el adecuado cepillado de todas las zonas. El procedimiento recomendado de éste es el siguiente:

1. Quitarse el reloj de pulsera y los anillos.

2. Lavarse las manos y brazos con jabón antiséptico.

3. Limpiarse la región subungueal con una lima de uñas.

4. Cepillar cada lado de cada dedo, entre estos y el dorso y palma de la mano durante dos minutos.

5. Cepillarse los brazos manteniendo la mano más alta que el brazo. Cada lado del brazo debe cepillarse durante un minuto.

6. Si en algún momento la mano toca algo que no sea el cepillo, el cepillado se prolongará un minuto más en la zona contaminada.

7. Enjuagar las manos y brazos pasando el agua desde la punta de los dedos hasta los codos.

8. No sacudir los brazos y entrar en la sala de operaciones sosteniendo las manos por encima de los codos.

9. El secado se realiza con un paño estéril, realizando un movimiento rotatorio desde la mano hacia el codo, empleando el otro extremo del paño u otro diferente para el otro brazo.

Lavado de manos quirúrgico:

Está indicado antes de intervenciones quirúrgicas, de la colocación de catéteres centrales, realización de maniobras que requieran un elevado grado de asepsia. Ha de realizarse con jabón antiséptico de povidona yodada 7’5-10% o bien clorhexidina. Su duración es de aproximadamente 10 minutos y consta de tres tiempos que se explicaran a continuación:

Primer tiempo:

1. Tomar el cepillo estéril y verter suficiente jabón sobre del mismo, dejándolo que corra a la mano y antebrazo y parte inferior del brazo.

2. Empezar a cepillarse con movimientos circulares la palma de la mano (10 veces).

3. Continuar con los dedos y espacios interdigitales.

4. Se continúa con el orden lateral de la mano y dedo

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