ANÁLISIS DE LA APLICABILIDAD DE BASILEA III AL SISTEMA FINANCIERO COLOMBIANO.

El sistema financiero de Colombia está integrado principalmente por la autoridad monetaria, los bancos comerciales, las corporaciones financieras, las corporaciones de ahorro y vivienda y las compañías de financiamiento comercial. Para que los sistemas funcionen se hace necesario de ejercer vigilancia, inspección y controles, y el sistema financiero no es ajeno a estas condiciones; y para efectuar estas actividades el gobierno ha creado instancias, para cumplir con estos objetivos, para nuestro caso esta función la realiza la Superintendencia Financiera que tiene por objetivo supervisar el sistema financiero colombiano con el fin de preservar su estabilidad, seguridad y confianza, así como, promover, organizar y desarrollar el mercado de valores colombiano y la protección de los inversionistas, ahorradores y asegurados.

Como máximo ente regulador se hace necesario que esta entidad se rija según las mejores prácticas de gobierno corporativo aceptadas a nivel internacional, así mismo una adecuada coordinación entre las diferentes entidades del Estado que tienen competencia en materia de regulación y supervisión del sistema financiero constituye un elemento fundamental ante un sistema financiero cada vez más globalizado e interconectado. Colombia y su sistema financiero no puede ser ajeno a lo que ocurre en el exterior, por ende debe atemperarse a los lineamientos que emiten organismos en pro de mejorar la capacidad, estabilidad y seguridad que deben ofrecen estos establecimientos a sus clientes.

En el mundo actual la tendencia es la estandarización a las normas internacionales, y como se ha hecho en otras materias como la contable, la de auditoría entre otras, la bancaria no puede ser la excepción; y es el Comité de Basilea el organismo internacional que emite los lineamientos y directrices que deben cumplir; en especial lo referente a la gestión de riesgos y manejo de capital de estas entidades.

El mundo de los negocios contemporáneos gira alrededor de conceptos tales como: calidad, eficiencia, productividad y competitividad; para lo cual se requiere de sistema de control que permitan garantizar el logro de estos objetivos; es así como el sistema bancario requiere de controles internos y externos; ya que no ha sido ajeno a situaciones que ponen en riesgo sus objetivos misionales. Dentro de los lineamientos que tiene este sector de la economía a nivel externo están los emitidos por el Comité de Basilea.

ORIGEN Y EVOLUCIÓN DEL COMITÉ DE BASILEA

El Comité de Supervisión Bancaria de Basilea, es creado en 1974 por el grupo conformado por los bancos centrales de los países integrantes del G-10; con el propósito de restaurar la confianza y estabilidad del sistema financiero, el cual se encontraba al punto de colapso, a raíz de la crisis financiera originada por el cierre del BANKHAUS HERSTATT en Colonia, Alemania, situación que generó a su vez que el Chase Manhattan de Nueva York, banco corresponsal del Herstatt en USA, quien rehusó a cumplir con órdenes de pago y cheques contra la cuenta del banco Alemán.

Es así como se nace este Comité, el cual tiene su sede principal en Basilea – Suiza; en la actualidad el número de países miembros es de aproximadamente veinte; además que cuenta con el reconocimiento del Fondo Monetario Internacional y del Banco Mundial como buena práctica internacional. Este Comité tiene entre otras funciones las siguientes; formular estándares y pautas generales de supervisión bancaria, emitir declaraciones de mejores prácticas y crear mecanismos de control que permitan la detección temprana de riesgos que puedan ocasionar nuevas crisis; los países adaptan estas recomendaciones a sus propios sistemas.

El Comité en lapso de 1975 a 1988 emitió una serie de documentos entre los cuales están:

 El concordato; inicialmente consistía en el establecimiento de responsabilidades del supervisor bancario hacia los bancos locales que tenían sedes en el extranjero. Este documento fue mejorado en 1983 donde se dan mayores responsabilidades a las autoridades encargadas de realizar la supervisión bancaria.

 Consolidación de los balances de los bancos; se recomienda que se incluyan en los balances tanto las operaciones nacionales como las extranjeras; como método de supervisión de la solvencia bancaria.

 Administración de los préstamos internacionales; con este documento se buscaba que los supervisores analizaran el riesgo que se tenía al exponerse a un crédito internacional.

 Propuesta para estándares de medición de capital; proponía la creación de una herramienta uniforme para evaluar el capital mínimo requerido para cubrir, en principio, la eventualidad de no pago, en aras de proteger el sistema financiero internacional y alcanzar niveles adecuados de competencia y transparencia en la información.



Finalmente en 1988, se consolida lo que conocemos como BASILEA I, que prevé la aplicación de un marco de medición del riesgo de crédito con un nivel de capital mínimo de 8% entre el capital y los activos ponderados por riesgos, a finales de 1992.

Luego en 1996 el Comité publica la "Enmienda al Acuerdo de Capital" para incorporar Riesgos de Mercado, el cual fue actualizado en el 2005.

En el 2004 se ve la necesidad de generar un nuevo Acuerdo debido a los cambios generados por los riesgos más complejos que se derivan del desarrollo, evolución e innovación de las actividades financieras; este Acuerdo se conoce como BASILEA II, el cual tiene la siguiente estructura.

Para desarrollar esta estructura este nuevo acuerdo tiene como objetivos:

 Afianzar la solidez y las garantías del sistema financiero mundial.

 Establecer unos nuevos mecanismos de cálculo para los requerimientos de capital y de recursos propios que se adapten mejor al nivel de riesgo real asumido por cada entidad.

 Ampliar el concepto de riesgo, que incluirá tanto el riesgo de crédito, como el riesgo de mercado y el riesgo operacional.

 Incentivar una mejor gestión de los riesgos por parte de las entidades.

 Fomentar una legislación uniforme para todos los países.

 Lograr una igualdad competitiva entre las entidades.

 Dotar de mayor protagonismo a los órganos supervisores.

 Fomentar la transparencia informativa tanto de los órganos supervisores, como de las propias entidades

...