Adaptación Masticatoria a los Cambios Oclusales
Enviado por HEKA19 • 23 de Octubre de 2020 • Resúmenes • 1.033 Palabras (5 Páginas) • 217 Visitas
Adaptación Masticatoria a los Cambios Oclusales
La masticación en condiciones bucales saludables normales se describe primero, seguida de una breve presentación de los mecanismos de adaptación masticatoria en el sistema nervioso.
A continuación, se definen la capacidad, la incapacidad y la adaptación compensatoria exitosa de la masticación, junto con los diferentes métodos utilizados para su evaluación.
Esta fase cefálica también se produce durante la masticación propia, cuando el alimento se transforma en un bolo alimentario por las acciones de los dientes a través del esfuerzo de los músculos linguales, faciales y masticatorios y con la ayuda de la saliva.
La variación de los parámetros de masticación permite la adaptación a varios tipos de cambios derivados del entorno o del individuo.
Se pueden distinguir cuatro situaciones de adaptación/variabilidad: los ciclos de masticación varían durante una sola secuencia para adaptarse a los cambios en los alimentos durante su transformación en bolo alimentario, la programación de la masticación varía para adaptarse a los tipos de alimentos, la masticación se somete a una reprogramación lenta para adaptarse a condiciones cambiantes como los movimientos de ortodoncia, el desgaste dental o el envejecimiento, y la masticación también debe adaptarse a discontinuidades como la pérdida de dientes o la rehabilitación
Todas las formas tomadas por la adaptación a la masticación tienen una base común, a saber, la rítmica y la coordinación de los músculos masticatorios, la lengua, los labios y las mejillas, que dependen de un generador de patrón central situado en el tronco cerebral.
La integración de las entradas periféricas y corticales por estas neuronas podría explicar en parte el primer tipo de variabilidad/adaptación, es decir, las variaciones instantáneas en los ciclos que se producen mientras que la masticación propia está transformando progresivamente el alimento en un bolo alimentario.
El segundo tipo de adaptación, es decir, la adaptación de la masticación a cada tipo de alimento, probablemente se programa antes de que comience la secuencia de masticación.
La plasticidad cortical parece subyacen a la adaptación de la masticación que acompaña a la evolución de condiciones tales como movimientos de ortodoncia, desgaste dental o envejecimiento, y eventos más repentinos como pérdida de dientes o lesiones fortuitas del área orofacial.
El bolo alimentario cumple con todos los requisitos de deglución establecidos con un indicador de bolo alimentario normal como MNI. La adaptación compensatoria se produce cuando la masticación se altera ligeramente, pero el individuo interesado puede implementar una adaptación fisiológica, principalmente un aumento en el número de ciclos, que hace un bolo normal.
El ensayo de masticación debe diferenciarse de la prueba de masticación, que da una indicación directa sobre la capacidad de masticación.
Así se puede evaluar la fuerza muscular, la amplitud y la trayectoria de los ciclos masticatorios de la mandíbula, la duración de un ciclo de masticación y la frecuencia de los ciclos de masticación.
Muchos experimentos han estudiado el papel de las propiedades reológicas de los alimentos, la dureza, la plasticidad, la viscosidad o la elasticidad, para observar la adaptación de la masticación a estos estímulos extrínsecos.
El ejemplo más evidente de que ocurren lentamente, cambios directamente visibles de los arcos dentales es el desgaste dental, que ofrece un ejemplo de una adaptación gradual, recíproca de masticación y oclusión.
El área de contacto oclusal de los dientes postcenios está correlacionada con el pequeño tamaño medio de partícula obtenido al final de una secuencia de masticación.
La medición directa de las áreas de faceta desgastadas en las superficies oclusales del arco reveló diferencias de área de izquierda a derecha en aproximadamente la mitad de una muestra de adultos jóvenes, lo que sugiere que aproximadamente un individuo de cada dos tenía un lado preferido de masticación.
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