Anemia en niños.
Eduardo DCTesina22 de Mayo de 2016
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UNIVERSIDAD VERACRUZANA[pic 2]
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FACULTAD DE BIOANÁLISIS
REGIÓN VERACRUZ
ANEMIA EN INFANTES
EDUARDO MARTIN DOMINGUEZ CORTESANO
Veracruz, Ver Mayo 2016
Índice
Marco Teórico
Planteamiento del Problema
Justificación
Hipótesis
Variables
Objetivos
Metodología
Cronograma de actividades
Bibliografía
Anexos
Conclusión
Marco Teórico
Anemia es la disminución de los eritrocitos, el hematocrito (Ht) y la hemoglobina (Hb); está por debajo de los valores de referencia de un paciente normal de la misma edad, sexo, raza y en condiciones ambientales diferentes. (1)
La información que se requiere para iniciar el estudio de un niño con anemia son:
1. Edad de 1 mes a 2 años: Peso al nacer, historia nutricional, enfermedades previas, edad de principio, tiempo de evolución, lugar de residencia; investigar signos y síntomas de enfermedad de otros órganos o sistemas tisulares.
2. En recién nacidos buscar datos de sangrado oculto, perinatal, anemia hemolítica ó infecciones intrauterinas o neonatales.
3. En preescolares la incidencia de anemias nutricionales desciende de manera evidente, como consecuencia cobran mayor importancia las anemias sintomáticas.
4. En escolares la anemia por deficiencia de hierro solo se observa en presencia de sangrado crónico. La deficiencia de folato y vitamina B12 son de excepción.
5. En la adolescencia vuelve a incrementarse el riesgo de anemia por deficiencia de hierro. Desciende la incidencia de anemias sintomáticas, pero se amplía la diversidad de anemias específicas de los tejidos sanguíneos.
Nutrición: En los lactantes es imprescindible tener información bien definida de cómo se ha alimentado al niño; la dieta inadecuada puede impactar la condición hematológica de un lactante más que a otras edades. El peso del niño en el momento de su estudio, su peso al nacer y su progreso en peso y talla en relación con la edad, debieran obtenerse en el primer contacto con el enfermo.
Evolución: El tiempo de evolución de los signos y síntoma de anemia, así como la curva de las cifras de hemoglobina si se cuenta con estudios previos. La hipótesis clínica se confirma con un estudio de sangre periférica (Biometría Hemática). (2) (Anexo 1)
El examen para valorar una anemia es la biometría hemática, también llamado citología hemática, es uno de los estudios de laboratorio que con más frecuencia se solicitan inicialmente tanto para los pacientes ambulatorios como para los hospitalizados.
Es el primer examen al que se enfrenta el clínico en la valoración diagnostica de un paciente, y aunque se considera como un solo examen de laboratorio, en realidad, valora el estudio de tres líneas celulares, cada una con funciones diferentes entre sí, pero que tienen en común que las produce la medula ósea: eritrocitos, leucocitos y plaquetas. (3)
La clasificación morfológica esta se basa en los valores de los índices eritrocitarios, entre los que se incluyen: el volumen corpuscular medio (VCM), la hemoglobina corpuscular media (HCM) y la concentración de hemoglobina corpuscular media (CHCM). Se reconocen tres categorías generales: anemia microcítica, macrocítica y normocítica. (4) (Anexo 2)
Anemias Macrocíticas, se definen por una cifra de VCM por encima de dos desviaciones estándar de la media normal correspondiente a edad y sexo. Son relativamente infrecuentes en niños y la etiología más frecuente es el déficit de ácido fólico y de vitamina B12. Otras posibles causas incluyen las enfermedades crónicas y hepáticas, el hipotiroidismo y las enfermedades mielodisplásicas.
Déficit de ácido fólico: aparece en lactantes y niños alimentados básicamente con leche de cabra, o bien, asociado a malabsorción, anemias hemolíticas crónicas (por aumento de las necesidades), trastornos genéticos o adquiridos del metabolismo del ácido fólico o tras la ingesta de fármacos que alteran su metabolismo (metotrexate, mercaptopurina, difenilhidantoína o trimetoprim-sulfametoxazol). El tratamiento es la administración oral o parenteral de ácido fólico a dosis de 1-3 mg diarios.
Déficit de vitamina B12: es excepcional, salvo en vegetarianos estrictos. También puede ocurrir en casos de malabsorción por alteraciones del íleon terminal y excepcionalmente por alteración de las células parietales del estómago que sintetizan el factor intrínseco (cofactor de la vitamina B12) o por trastornos del metabolismo y transporte de la vitamina B12.
Puede producir alteraciones neurológicas por degeneración de los cordones posteriores y laterales de la médula. (5)
Exámenes de laboratorio: Hemograma: En la serie roja: - Macrocitosis con un Volumen corpuscular medio > 100 fL, y generalmente la hemoglobina corpuscular media está elevada; Ovalositos, dacriositos, cuerpos de inclusión: en el frotis de sangre periférica (Howell- Jolly y anillos de Cabot); Incremento del índice de anisocitosis. En la serie blanca: Leucopenia en casos severos, un signo precoz de megaloblastosis carencial es la hipersegmentación de los Neutrófilos; Recuento de plaquetas: no suele alterarse pero puede haber trombocitopenia severa.
El tratamiento está íntimamente ligado a la causa. Los objetivos del tratamiento de la deficiencia de vitamina B12 son: corregir la anemia y los trastornos epiteliales, reducir los trastornos neurológicos o prevenir su aparición y normalizar los depósitos hísticos de cobalamina. Además de la corrección de la dieta, el tratamiento específico de efectúa con cianocobalamina; en los casos de anemia grave debe plantearse la corrección mediante transfusión sanguínea. Si la causa es carencial, se administra por vía oral 50- 150 mg de Vit B12 por día. (6)
Anemias Normocíticas, la presencia de anemia normocítica obliga, en primer lugar, a descartar una pancitopenia, en cuyo caso es necesario realizar un estudio de la médula ósea mediante biopsia o aspiración. Si no se detecta pancitopenia, el siguiente paso es determinar si la anemia es debida a una destrucción aumentada o a una baja producción de hematíes.
En el primer caso se observa un recuento alto de reticulocitos junto a niveles elevados de LDH y bilirrubina y puede haber signos de destrucción de los hematíes en la extensión de sangre periférica (esquistocitos, células drepanocíticas y poiquilocitos). Si se trata de una disminución de la producción se observará un recuento de reticulocitos bajo en relación a la concentración de hemoglobina.
Anemia de la enfermedad crónica: es la causa más común de anemia normocítica y la segunda forma más frecuente de anemia tras el déficit de hierro. Se asocia con una amplia variedad de enfermedades crónicas, incluidos trastornos inflamatorios, infecciosos, neoplasias y enfermedades sistémicas.
Enfermedades hemolíticas congénitas: son debidas a alteraciones de la membrana eritrocitaria, alteraciones metabólicas por defectos enzimáticos o alteraciones en la Hb.
La esferocitosis hereditaria es la anemia hemolítica congénita más frecuente en muestro medio y puede ir desde formas leves, sin anemia y con reticulocitosis moderada, a formas graves, con hemólisis intensa que requieren transfusiones.
El diagnóstico se basa en las manifestaciones del síndrome hemolítico crónico (anemia, esplenomegalia e ictericia) y en la comprobación de esferocitosis y fragilidad osmótica aumentada.
Anemias Microcíticas, es producto de un defecto cuantitativo en la producción de la Hb durante la maduración del eritrocito. En niños, por lo general, el diagnóstico diferencial se limita a unas pocas entidades patológicas, siendo la anemia ferropénica la más frecuente.
Anemia ferropénica: el déficit de hierro es una de las carencias nutricionales más frecuentes constituyendo la deficiencia nutricional de mayor prevalencia en la primera infancia en los países desarrollados.
Se calcula que 1000 millones de individuos en el mundo tienen carencia de hierro, por lo que la Organización Mundial de la Salud la considera un problema de salud pública mundial. (7)
El 88% de las anemias de los niños son anemias por deficiencia de hierro o anemias sintomáticas o secundarias. (2) (Anexo 3)
Prevalece mayormente en la edad preescolar, en especial entre los 6 y 24 meses de edad. De acuerdo con la Encuesta Nacional de Nutrición y Salud, en nuestro país presentan anemia 16% de los menores de 5 años, 35% de los niños de 6-24 meses de edad y 20% de las mujeres en edad fértil. Esta prevalencia varía en las distintas regiones, con valores considerablemente mayores en las de peores condiciones socioeconómicas. (7)
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