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Enviado por   •  7 de Agosto de 2014  •  1.377 Palabras (6 Páginas)  •  160 Visitas

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2014

Ensayo: “PROBLEMAS AGRÍCOLAS DE MÉXICO: ¿POR QUÉ EL CAMPESINO SIGUE EN LA POBREZA?”

INTRODUCCIÓN

La pobreza rural, en particular la campesina, está determinada por la estacionalidad de la agricultura y por el hecho que, en el capitalismo, los precios incorporan (como costos) sólo los salarios de las jornadas efectivamente pagadas. Por ello, el campesino debe buscar ingresos adicionales fuera de la parcela. Esta tesis central explica los subsidios agrícolas en los países desarrollados como un reconocimiento social a su derecho a un nivel mínimo de vida, sin tener que degradar su estatus alquilando temporalmente su fuerza de trabajo, lo que significa que el costo social de la estacionalidad lo absorbe la sociedad. Cuando este derecho no se reconoce, se condena a los campesinos a la pobreza

permanente.

La mayoría de estudiantes de posgrado en economía son incapaces de contestar adecuadamente la pregunta sobre las diferencias económicas esenciales entre la agricultura y la industria. Aunque se corra el peligro de decir lo obvio, hay que empezar señalando que la agricultura trabaja con material vivo; que la producción agrícola consiste, básicamente, en cuidar y estimular el proceso. La razón de ello está asociada, sin duda, a la prevalencia de un paradigma en el cual la agricultura desempeña un rol absolutamente secundario y donde, por tanto, a los economistas no se les entrena en economía agrícola. Naturalmente, los economistas agrícolas son una excepción a lo apuntado.

En la agricultura se trabaja con material biológico natural de crecimiento de las plantas. En contraste, en la industria los objetos del proceso de trabajo son materiales inertes. Las plantas tienen un ciclo biológico —un periodo de desarrollo— y crecen en la tierra. Por tanto, los procesos de trabajo en la agricultura tienen que hacerse en función de la etapa de crecimiento de la planta —o del proceso estacional de desarrollo de los frutos— y deben realizarse en el sitio en el cual la planta se encuentra. Es decir, el proceso biológico impone reglas, tanto temporales como espaciales, a las actividades del hombre. En la industria, en cambio, donde se trabaja con fibras, metales, madera, plásticos o granos cosechados, el proceso de trabajo no está constreñido ni espacial ni temporalmente. La velocidad del proceso y el sitio donde se realiza están cabalmente dictados por el hombre.

Estas diferencias pueden resumirse diciendo que mientras en la industria los procesos pueden ser continuos (24 horas al día, 365 días al año), en la agricultura son estacionales (por ejemplo cosecha concentrada en pocas semanas del año).

Una segunda diferencia es que mientras en la industria todas las actividades que constituyen un proceso de producción pueden ser simultáneas (una unidad de confección está siendo cortada mientras otra está siendo cosida y una tercera empacada) en la agricultura son necesariamente secuenciales.

Una tercera diferencia es que mientras en la industria el material puede ser trasladado al operario o a la máquina, en la agricultura es el operario o la máquina el que tiene que trasladarse al sitio donde se encuentra la planta.

Una cuarta diferencia deriva de los factores de incertidumbre asociados al

carácter biológico de la producción agrícola, los cuales no existen en las

actividades industriales. La variabilidad de la precipitación pluvial en zonas sin sistemas de riego, la presencia de plagas, etcétera, determinan el riesgo de pérdida parcial o total de la cosecha. Los riesgos de pérdida de la producción industrial son menores y, salvo los desastres como incendios, explosiones, terremotos, no están asociados a fenómenos naturales fuera del control del productor. Esta diferencia podría sintetizarse diciendo que mientras en la agricultura prima la incertidumbre productiva, en la industria predomina la certidumbre productiva.

Una quinta diferencia deriva del carácter perecedero de los productos

agrícolas, que contrasta con el no perecedero de los productos industriales. Aunque los cereales son mucho menos perecederos que las frutas y hortalizas, tampoco pueden almacenarse permanentemente como, en principio, puede hacerse con la mayor parte de los productos industriales.

ANÁLISIS CRÍTICO REFLEXIVO

Ante esta exposición de los principales problemas de la situación de la agricultura en nuestro país y la

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