BIOÉTICA Y MUERTE: ¿QUIÉN PUEDE DECIDIRLO?

BIOÉTICA Y MUERTE: ¿QUIÉN PUEDE DECIDIRLO?

La bioética es el estudio de los aspectos éticos en cuanto se habla de las ciencias de la vida (medicina, biología, etc.), el manejo de mantener existente una vida no depende de cualquier persona, debe de ser un especialista dependiendo el caso de la enfermedad  predominante.

 Si las cosas llegan a complicarse a tal grado de tener que decidir entre dejar a la persona dependiendo de una maquina o medicamentes o simplemente quitarle los medios para que deje de vivir, quizá suena simple ¿no?, mientras no se trate de nosotros, la pregunta suena tan absurda si llega a ser planteada  ¿vivir o morir?, pero lamentablemente no es como decidir entre que es lo que quieres comer ese día en la tarde, ¿Quiénes somos en realidad para decidirlo o no?.  

  El siguiente trabajo se hace con el propósito de relacionar la ética y sus conceptos derivados con estos casos que intervienen en el tema: suicidio asistido, la eutanasia y  el embazo interrumpido, además de mi postura sobre ellas.

“Lo único que nos separa de la muerte es el tiempo”. Ernest Hemingway (1899-1961)

LA MORAL Y ETICA

La ética es un conjunto de costumbres y normas que dirigen o valoran el comportamiento humano en una comunidad.

La moral es un conjunto de valores y normas que  nos hacen actuar de cierta forma en la sociedad, ante cierta situación que se nos presente.

Estos conceptos son la base de saber que es lo correcto o incorrecto, que es lo que se debe de hacer y cómo se debe hacer ante ciertas situaciones, pero más aún, cuando se trata de situaciones de vida, si se trata de nosotros, de alguna persona o familiar que tengamos

¿Qué es la muerte? En los diccionarios se dice que se trata del final del organismo vivo que se había creado a partir de un nacimiento, hay distintos tipos, puede ser natural o quizá violenta, etc. Siempre termina habiendo una falla en el sistema, puede fallar cualquier órgano vital para la existencia.

Con el paso de los años el ser humano ha logrado prolongar su existencia gracias a las nuevas, mejores condiciones y medios  que no poseía en años anteriores, ahora bien,  éticamente hablando, ¿hasta dónde se le es éticamente permitido alargar la vida?, la tecnología y la medicina  en la actualidad ha avanzado lo suficiente como para mantener la vida de una persona más de lo que se esperaba, esto en sí no es malo, ya que desde el punto de vista ético, en la actualidad, mantener la vida de una persona se consideraría como costumbre, la acción correcta que se debe de llevar a cabo.

Claro que todo tiene un límite, es muy diferente salvar la vida de algún paciente y querer forzar su mantenimiento a tal grado de que con el tiempo, la persona tenga que depender completamente de otros medios cuando la persona ya no responde, cuando la persona se encuentra ya en coma o en estado vegetal, ese momento en el que ocupa de medios exteriores para seguir respirando, pero: no por voluntad propia.

Así, se dice que un organismo no ha muerto  mientras siga viva la última de sus células, pero cabe recordar las disputas acerca de si a una persona en coma profundo e irreversible se le deba continuar haciendo respirar con pulmotores, es decir, aparatos que necesitan, u otro ejemplo el hacer circular su sangre con

 bombas especiales, hacer que vacíe la vejiga a través de sondas, o el inyectarle cualquier producto o medicamento en las venas para que su organismo siga funcionando o más bien respondiendo a ello, quizá en estos extremos la ética considere estas situaciones como algo inaceptable al querer alargar la vida de alguien que le queda poca esperanza de volver a responder, visto desde mi punto de vista está bien, aquí es donde podemos aplicar la empatía, es decir colocarnos en una realidad  ajena a la nuestra, donde supongamos que somos los familiares de esa persona, dudo que muchos quieran desconectarlo de una máquina de la cual depende.

SUICIDIO ASISTIDO Y EUTANASIA

Este es el momento donde se entra al tema del suicidio asistido y la eutanasia, la primera, su término obedece a circunstancias específicas, se trata de ayudar a alguien incapaz físicamente de llevar a cabo una actividad o acción que termine con su vida. Mientras que la segunda se trata de la acción que acelera la muerte de un paciente con la intención de evitar sufrimiento y dolor.

Son algo confusos estos conceptos pero la diferencia radica en que mientras en el suicidio asistido se le proporciona al paciente alguna sustancia mortal para acabar con su vida, es decir que se adelanta a la acción de la naturaleza, mientras que la eutanasia simplemente se le deja de suministrar paulatinamente los medios de los cuales depende la persona y pierde la vida, conforme la acción de la naturaleza.

Hace poco salió una noticia en la página de actual.com anunciando en el estado de California, Estados unidos, la práctica del suicidio asistido a pasado a ser legal, uno de los 4 estados en los que se es permitido, segundo datos recientes, en los últimos meses en E.U.A el 43% de los pacientes a elegido este método para llevarlo a cabo.

Algo que se me hizo muy interesante fue la gran cantidad de argumentos negativos o en contra que daban hacia los doctores, tales como: “¿médicos o verdugos?”, “la obligación moral de los médicos es salvar vidas, no acabar con ellas”. Pero, como saber que es lo correcto o incorrecto, tratándose del suicidio asistido, recordemos que este se hace a partir de la decisión del paciente.    

Así que considero que la moral de un médico no tiene por qué verse afectada mientras no sea su propia decisión, además de que se está hablando se casos extremos como este, de hecho pienso que jamás se verá afectada porque él hace su mayor esfuerzo en todo momento para mantener la vida de su paciente.

Por otro lado está la eutanasia, existen distintos tipos;

-Activa: se utiliza un tratamiento para causar una muerte indolora.                                           –Pasiva: Se renuncia a los métodos que mantenían con vida al paciente.                         –Voluntaria: donde el paciente aprueba la eutanasia.

Existe un cuarto y quinto tipo que sería la involuntaria y no voluntaria, que en si consisten en lo mismo, donde el paciente no cuenta con la capacidad de decisión.

Ante los ojos de la ética el acabar con la vida de una persona s e consideraría la decisión incorrecta, pero el también hacerla durar cuando ya no tiene caso seguir manteniéndolo así dependiendo de algún medio, delito o no, ilegal o ilegal, por voluntad propia o no, el acabar con una vida es malo visto desde cualquier punto, visto desde el médico, el paciente o los familiares, pero entonces, ¿Qué es lo correcto?

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