ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

Centro Penal De San Pedro Sula

neusincer24 de Noviembre de 2012

961 Palabras (4 Páginas)793 Visitas

Página 1 de 4

San Pedro Sula, Honduras

La iluminación es muy poca al cruzar la “zona muerta” del Centro Penal de San Pedro Sula. Ese es el espacio que señala hasta dónde hay permiso de caminar dentro del recinto. A medida que se avanza, el olor a cigarro y a humedad impregnan el ambiente.

Son las once de la noche en el presidio de la ciudad, hora indicada para conocer la realidad que viven los 2,258 reos en un lugar sobrepoblado en 400%. La capacidad original era sólo para 800.

El silencio es a veces interrumpido por quejidos que vuelven sombrío y tétrico el entorno. La noche que recorrimos el recinto llovió y la brisa corría fresca, lo que favorecía a los ‘inquilinos’ acostumbrados a soportar el calor desesperante, que a veces alcanza temperaturas arriba de los 35 grados.

En el pasillo que conduce a las celdas yace un inmenso letrero que dice: “La sangre de Cristo tiene poder”. En esta área, los presos deambulan de día. Por la noche es otra historia.

¿Esto será rápido, verdad?, nos pregunta uno de los coordinadores de los internos que fungió de guía. “Este penal es una bomba de tiempo, todos lo saben; pero vengan, comprueben que acá se duerme como animal porque ya no hay cama para tanta gente”, advierte.

“Este es el hogar de ingresos, acá caen los que vienen por primera vez”, confirma uno de los custodios de la prisión. Es imposible no detenerse ante la celda, el cuadro es realmente inhumano. Un grupo de más de diez hombres dormían tirados en el piso casi uno sobre otro, la mayoría jóvenes. Allí duermen los que van llegando mientras los trasladan a otra bartolina.

Más allá, separado por barro- tes de hierro, encontramos a otro grupo de hombres en iguales circunstancias. “Vea, por lo menos el piso está fresco ahorita”, dice uno de los prisioneros que se percata de la presencia del equipo periodístico.

Las condiciones no son mejores que las del primer día para estos internos y en el resto de ‘hogares’ la situación es similar. Cada bartolina es sinónimo de hacinamiento.

Hasta allí es la vida del preso común, porque en este sitio también se puede ver el poder del dinero, aunque también la antigüedad pesa.

Pocos han convertido los camarotes en cuartos privados cubiertos con sábanas donde poseen televisor, ventilador, radio, fotografías y artículos personales.

“Viven bien” al comparar su situación con quienes cada noche tiran una sábana y una almohada al piso para conciliar el sueño o con otros que no tienen ni siquiera cobijas y duermen sobre el suelo húmedo por las goteras que se filtran.

Deficiencias y capacidad

El Centro Penal Sampedrano tiene 28 celdas, las más grandes fueron diseñadas para un máximo de 50 personas, pero hoy viven hasta 350 en cada una.

El hacinamiento es el mayor entre tantos problemas; el sistema eléctrico está en mal estado, los muros están a punto de caer y el techo se ha convertido en un colador.

Como si eso fuera poco, el coordinador general de los internos del Centro Penal, Mario Antonio Henríquez, explica que tienen problemas por el agua porque el tanque no funciona. “El líquido es insuficiente para la cantidad de personas que hay”, asegura.

La luz del flash de la cámara fotográfica interrumpe el sueño de algunos reos que no dejan de inquietarse con la sorpresiva visita. Con caras de pocos amigos evitan hablar.

En esas celdas hay hondureños, guatemaltecos, españoles, israelíes, nicaragüenses, colombianos y panameños, muchos ya sentenciados. Hay 34 extranjeros en total.

Es ya la medianoche y en cada celda los internos se las ingenian para dormir lo mejor posible. Algunos han forrado botellas plásticas con un pedazo de trapo para que les sirvan como almohada. Es difícil imaginar el cuadro hasta que se ve.

Más adentro, en otra de las

...

Descargar como (para miembros actualizados) txt (6 Kb)
Leer 3 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com