Ciencia en el Siglo XXI

Ciencia en el Siglo XXI

¿Qué es el código genético? Para muchos, esta pregunta no trasciende los géneros de la investigación, donde los individuos con batas blancas y ratas de laboratorio realizan experimentos en las profundidades de sus bunkers o en los altos edificios de las compañías farmacéuticas. Sin embargo, dediquemos a esta tarea un momento de reflexión.

El código genético es una estructura de moléculas orgánicas (hechas de carbono), condensadas, que definen todas nuestras características físicas, las enfermedades que tendremos durante nuestra vida, e inclusive como luciremos al envejecer. Como si fuera un guion de una obra compleja y larga, determina nuestro futuro. Sin embargo, todo esto lo aprendimos hace muy poco, en el siglo XX, cuando otras ciencias brillaban, preparando el terreno para lo que nos espera en los siguientes años.

Si los siglos XIX y XX estuvieron dominados en materia de ciencia y tecnología por la física y la química, respectivamente, la manipulación genética marcará la pauta de la investigación experimental durante el siglo XXI.

El ser humano ha sobrevivido a estas últimas décadas gracias a la manipulación genética de otros seres vivos. Sin los cultivos transgénicos, el hambre hubiera sido el mayor enemigo de este siglo. Hemos dejado que la humanidad se reproduzca incansablemente, y los insectos solo se han fortalecido. Claro ejemplo de esto es el caso de la mosca de la fruta, que desarrolló compuestos en su piel que transforman el peligroso veneno "DDT" en un compuesto inocuo. Es por esto que los cereales y oleaginosas genéticamente modificadas resultaron ser nuestra forma de batallar la evolución natural de los mas bíblicos enemigos de nuestra especie: las plagas.

Uno de los lemas tácitos del capitalismo es "siempre debes estar listo para vender". En nuestro mundo consumista, ya no se acepta la existencia de "fruta de estación", o "cosecha de verano". Los clientes requieren que sus productos favoritos estén en los estantes a lo largo de todo el año, y todos los que no cumplen desaparecen como competencia. Aquí surgen los transgénicos, dándonos rosas rojas en invierno, frutillas en otoño y pollo fresco producido en la mitad del tiempo que tomaría naturalmente.

Ahora bien, quizás pienses que los ejemplos antes mencionados no se comparan con la modificación genética humana. Uno de los obstáculos que esta posee es la moral religiosa que aun impera en parte de la población. "Jugar a ser Dios", como muchos lo describen, es una de esas frases utilizadas hasta el hartazgo con poco fundamento. Los científicos que enfrentan estos retos saben cuan serio es lo que están haciendo y avanzan a "pasitos de bebe", comprobando constantemente que el piso este firme antes de continuar. Sin embargo, los prejuicios irán cediendo a la par del progreso de la educación. Los sistemas educativos cumplen un rol fundamental al momento de eliminar tabúes e ideas preconcebidas para así comprender las ventajas que implican
retocar un poco al ser humano.

Modificaciones ligeras de ciertos genes antes de la fecundación de los embriones pueden resolver enfermedades hereditarias como el Síndrome de Down, la Fibrosis Quística y reducir las posibilidades del desarrollo de cáncer a lo largo de la vida del individuo. Pero esto no es lo más impresionante. No solo se
obtiene una persona sana, sino que toda una línea generacional. Los descendientes de una persona con una “vacuna genética” a falta de un termino mas preciso, también están protegidos. ¿Te imaginas un futuro donde un caso de cáncer sea una noticia para los diarios y no una estadística? ¿Donde se estudie la obesidad en las clases de historia y no en las de ciencias naturales? Tus nietos podrían preguntarte un día: “¿Abuelo, que son esos lentes de cristal que llevas en la cara siempre?” con sincera curiosidad.

...