Colelitiasis
jorgedavidgc6 de Noviembre de 2013
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GUÍAS PARA MANEJO DE URGENCIAS
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CAPÍTULO VI
Colelitiasis
Roosvelt Fajardo, MD
Sección de Cirugía General
Departamento de Cirugía
Fundación Santa Fe de Bogotá
INTRODUCCIÓN
La patología del árbol biliar se puede dividir
en:
• enfermedad litiásica;
• enfermedad neoplásica:
• enfermedades inflamatorias raras;
• anomalías anatómicas (colangitis esclerosante
y quistes de colédoco).
En nuestro medio, al igual que en el resto del
mundo, la patología litiásica es la más frecuente
en el árbol biliar, a lo cual se ha referido
Patiño y constituye la base de este capítulo.
La colelitiasis es su forma más simple, y se
define como la presencia de cálculos en el interior
de la vesícula biliar. Con el creciente uso
de la ecografía abdominal se diagnostica un
alto número de personas con cálculos, muchos
de ellos asintomáticos. Entre 10% y 15%
de la población total de los Estados Unidos
se encuentra afectada por esta patología, lo
cual corresponde a unos 20 millones de personas
y a un millón de casos nuevos por año;
en ese país se practican unas 750.000
colecistectomías anualmente. R.C. Botero ha
encontrado una incidencia de cálculos asintomáticos
de 8,6% en chequeos médicos de rutina
en hombres sanos en el Hospital Universitario
de la Fundación Santa Fe de Bogotá.
La colelitiasis es más frecuente en las mujeres
en edad fértil, en una proporción mujer:
hombre de 4:1. Asimismo, la obesidad, la
hiperlipidemia, la cirrosis, la anemia hemolítica
crónica, la edad avanzada, la pérdida rápida
de peso y el uso prolongado de anticonceptivos
orales (estrógenos) son factores de riesgo
de desarrollar colelitiasis. Existen factores étnicos
relacionados que explican por qué la colelitiasis
es más frecuente en indígenas de la
tribu Pima norteamericana, así como en las
poblaciones de México y de Estados Unidos.
La prevalencia de esta entidad y la de sus
complicaciones es mucho mayor en personas
de edad avanzada.
Desde el punto de vista clínico, la colelitiasis
puede ser asintomática o manifestarse con
complicaciones tales como colangitis o pancreatitis
biliar, que conllevan una alta mortalidad.
En ciertas regiones del mundo, como
Chile, Bolivia y Nariño (Colombia), la colelitiasis
se asocia con una elevada frecuencia de
cáncer de la vesícula biliar.
Con la edad aumenta la incidencia de colelitiasis,
y también la de complicaciones tales como
colecistitis aguda, coledocolitiasis con colangitis
y/u obstrucción biliar, pancreatitis, fístula
colecistoentérica e íleo biliar, y carcinoma de
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CAPÍTULO VI: COLELITIASIS
la vesícula. Estas complicaciones se acompañan
de considerable morbilidad y mortalidad.
El carcinoma de la vesícula es una entidad
extremadamente agresiva, que exhibe
muy bajas tasas de supervivencia.
La incidencia de coledocolitiasis en el momento
de la colecistectomía aumenta en proporción
directa con la edad (Herman 1989):
31-40 años 9%
41-50 años 9%
51-60 años 14%
61-70 años 31%
71-80 años 48%
81-90 años 96%
MANIFESTACIONES CLÍNICAS
La forma de presentación de la colelitiasis depende
principalmente de la localización anatómica
en que se encuentren los cálculos.
Alrededor de 50% de los pacientes con colelitiasis
son asintomáticos y en ellos el diagnóstico
es incidental. Aunque estos pacientes no
presentan, y nunca han presentado síntomas
correspondientes a su enfermedad biliar, es
importante identificarlos para planear un esquema
terapéutico racional. El riesgo de desarrollar
alguna complicación de la enfermedad
es de 0,33% por año, para un riesgo acumulativo
a los 20 años de 5,8%. En los monumentales
estudios realizados por el grupo de Frank
Glenn (Glenn 1983; McSherry et al 1989) en
el New York Hospital-Cornell Medical Center,
y por otros autores norteamericanos y
europeos, se estableció que con el avance de
la edad los pacientes con colelitiasis asintomática
se convierten en pacientes sintomáticos,
si el seguimiento se hace a largo plazo,
en una proporción de 30% a 50%. Ello significa
que la presencia de cálculos en la vesícula
biliar de por sí constituye indicación para colecistecomía,
con el objeto de prevenir el desarrollo
de complicaciones que pueden llevar a
una operación de urgencia, la cual sería más
compleja y tendría mayor morbilidad y mortalidad
que una colecistectomía electiva o “profiláctica”.
Esto, sin embargo, es motivo de controversia,
y muchos autores se manifiestan en
contra de la colecistectomía profiláctica en la
colelitiasis asintomática.
Otro de los riesgos es la posibilidad de desarrollar
carcinoma de la vesícula biliar. Se sabe
que 70-90% de los pacientes con cáncer de
la vesícula presentan colelitiasis, y también
que 0,4% de los pacientes con diagnóstico de
colelitiasis, desarrollan carcinoma vesicular.
Tales cifras son mucho más altas en Chile,
Bolivia y Nariño (Colombia). Este porcentaje
aumenta considerablemente cuando existe un
cálculo único >3 cm y todavía más cuando se
asocia con una vesícula en porcelana, condición
en la cual el porcentaje aumenta ostensiblemente
(25-60%).
Existen pacientes que consideramos de alto
riesgo y que, por lo tanto, para ellos se plantea
un esquema terapéutico diferente, fundamentalmente
la consideración de colecistectomía
laparoscópica profiláctica. Estos son:
• Pacientes con enfermedades concomitantes
que en caso de presentar alguna complicación
secundaria a la colelitiasis puedan
tener alta morbilidad y mortalidad a pesar
de un tratamiento adecuado, especialmente
los pacientes con diabetes mellitus.
• Pacientes jóvenes con larga expectativa de
vida, que tienen una mayor probabilidad de
desarrollar complicaciones con el paso de
los años.
• Pacientes con cambios anatómicos de la
vesícula, como calcificaciones (vesícula en
porcelana), que exhiben un mayor riesgo
de desarrollar cáncer de vesícula.
• Pacientes que por razones étnicas y geográficas
tienen una mayor predisposición
a presentar cáncer de vesícula.
GUÍAS PARA MANEJO DE URGENCIAS
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• Pacientes que presentan cálculos grandes
(>2 cm), cálculos muy pequeños (<3 mm),
cálculos calcificados o radiopacos o un cálculo
enclavado en el cístico.
Los pacientes con colelitiasis que sean asintomáticos
y no cumplan con estos criterios se
consideran de bajo riesgo.
El otro 50% de los pacientes con colelitiasis
son o han sido en algún momento sintomáticos.
De éstos, el 75% presenta un cuadro de
cólico biliar, el cual se caracteriza por dolor
abdominal de inicio súbito, generalmente posterior
a una comida rica en grasa, que se localiza
en el hemiabdomen superior, principalmente
sobre el hipocondrio derecho. Puede o no
estar acompañado de náuseas y vómito. En
el examen físico hay leve dolor abdominal a
la palpación sin signo de Murphy (la inspiración
profunda produce dolor cuando el examinador
presiona por debajo y hacia arriba del
arco costal derecho) ni signos de irritación peritoneal.
Es característico que el cuadro ceda
con la aplicación de analgésicos endovenosos,
puesto que no hay obstrucción del cístico.
Un paciente sólo debe ser considerado sintomático
cuando presenta cólico biliar o los síntomas
de las complicaciones de la colelitiasis.
La flatulencia, la dispepsia y el malestar digestivo
general (“todo me cae mal”) no son síntomas
atribuibles a la colelitiais.
Cuando el cálculo migra y obstruye la luz del
conducto cístico, el cuadro evoluciona hacia
una colecistitis aguda, lo cual representa un
5% de los pacientes que son llevados a colecistectomía
(Karam & Roslyn 1997). La colecistits
aguda cursa con fiebre y persistencia
del dolor. Los cambios inflamatorios en la vesícula
pueden evolucionar a gangrena y perforación,
con peritonitis biliar secundaria, en
la cual la bilis aparece infectada hasta en 50-
75% de los casos. Los gérmenes más comúnmente
aislados son los Gram negativos y los
anaerobios (E. coli, K. pneumoniae, Clostridium
sp).
Otro grupo de pacientes presenta cuadros
recidivantes de cólico por obstrucción parcial
o temporal del conducto cístico, lo cual significa
inflamación recurrente que lleva a fibrosis
de la vesícula y colecistitis
...