Competencias Comunicativas Con Enfoque de Genero

Universidad Autónoma de Ciudad Juárez

Instituto de Ingeniería y Tecnología

Ingeniería en Sistemas Computacionales

Feminismo  

Francisco Alberto Chong Martínez

Matrícula: 169906

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Competencias Comunicativas Con Enfoque de Genero

Ensayo

Noviembre 12 del 2017

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El siguiente ensayo se refiere al tema del feminismo

El feminismo es un movimiento social y político y que supone la toma de conciencia de las mujeres como grupo o colectivo humano, de la opresión, dominación, y explotación de que han sido y son objeto por parte del colectivo de varones.

La característica principal de este tema es dar conocer los derechos de las mujeres y así estar mejores informados y defenderlos ya que en ocasiones se conocen pero no se toman en cuenta y eso genera desigualdad de género también tocaremos un poco el tema del machismo para estar informados y comparar. También se hablara sobre el tema de si el machismo es lo mismo que feminismo hablara sobre los antecedente históricos del tema actual desde que año fue el primer evento de feminismo en el mundo o por lo menos se piensa que ese fue.

El concepto feminismo es el movimiento de liberación de la mujer, que al paso de la historia ha ido adquiriendo proyecciones importantes. Igual que otros, ha generado pensamientos y teoría, acción y práctica.

También el feminismo propugna cambios en las relaciones sociales que llevan a la liberación de la mujer y también del varón en ciertos casos para eliminar jerarquías y desigualdades entre ambos sexos. Puede decirse que el feminismo es un sistema de ideas que es a partir del estudio y análisis de la condición de la mujer en todos sus rasgos política, familia, educación, trabajo, etc. (al ver estudios de género/perspectiva de género), pretende transformar las relaciones basadas en asimetría y opresión sexual, mediante una acción movilizadora.

El feminismo hace referencia al estudio sistemático de la condición de las mujeres, su papel en la sociedad actual y sus recursos para lograr su emancipación. Se diferencia de los estudios de la mujer por su perspectiva es trágica. Además de ver analizar y diagnosticar sobre la población femenina, busca manifestar los cambios para transformar esa situación.

El feminismo no es homogéneo, ni forma parte de un cuerpo de ideas cerrado ya que las misma posturas políticas e ideologías que engloban toda la sociedad, se entrelazan en sus distintas corrientes internas podemos  decir que este un estilo político integrar contra el sexismo en todos los terrenos (jurídicos, socioeconómicos e ideológico), que expresa la lucha de las mujeres contra cualquier forma de exclusión

Acabando la segunda guerra mundial, las mujeres lograron conseguir el derecho al voto en casi todos los países europeos, pero generalmente se creó un reflujo de las luchas feministas. En una etapa de transición se rescata como precursora a Emma Goldman, quien ya en 1990 había presentado anarquismo y otros ensayos, donde enlazaba la lucha feminista con la de la obrera e incluso hacia aportes sobre la sexualidad de la mujer. En esta etapa localizándolas como iniciantes del nuevo feminismo se destacan los aportes de Simone de Beauvoit, en el segundo sexo  y de Betty Friedan, con el también conocido mística de la femineidad

“El denominado nuevo feminismo, comienza a fines de los sesenta del último siglo en los EE.UU. y Europa, y se inscribe dentro de los movimientos sociales surgidos durante esa década en los países más desarrollados”.^[1] 

“Los ejes temáticos que plantea son, la redefinición del concepto de patriarcado, el análisis de los orígenes de la opresión de la mujer, el rol de la familia , la división sexual del trabajo  y el trabajo doméstico, la. Sexualidad, la reformulación de la separación de espacios público y privado a partir del eslogan lo personal es político y el estudio de la vida cotidiana. Manifiesta que no puede darse un cambio social en las estructuras económicas, si no se produce a la vez una transformación de las relaciones entre los sexos”^[2].

El machismo es la forma de entender que opina que las mujeres estén subordinadas porque es lo que se merecen, la posición en la que les corresponde estar, dada  nuestra naturaleza inferior, secundaria, complementaria.

Y el feminismo radicar es idealizar que las mujeres son gente. Es la forma que ellas opinan que todos y todas debemos tener los mismos derechos y las mismas oportunidades.

Si el feminismo fuera como el machismo, pero lo contrario, procuraría que los hombres vivieran sometidos a las mujeres, que trabajaran sesenta días más al años para cobrar los mismo, cuidaran niños gratis, pensando que es su obligación y por amor, a todas las personas de su entorno; que aceptaran como la única responsabilidad de los trabajos domésticos, que se fueran a salones de belleza imposibles impuestos para su capricho, que su destino fuera satisfacer a la mujer en la cama, y en la calle

 “El feminismo se diferencia del machismo en que es una forma de pensar, de luchar y de vivir, que pretende que construyamos entre todas y todos una sociedad en que ninguna persona tenga menos oportunidades ni menos derechos por ser una mujer, en que nadie tenga represalias ni miedo por su opción sexual, en que todas las personas sean dueñas de su cuerpo y de su sexualidad, y que nadie pretenda secuestrar su capacidad para decidir sobre ningún aspecto de su vida. El feminismo se diferencia del machismo en que el primero es una ideología de la libertad, de la igualdad, y el otro es una ideología de la esclavitud y de la subordinación.”^[3]

Unas de las primeras expresiones sociales y políticas del feminismo (o la primera importante), que se produce alrededor de la Revolución Francesa. Las feministas galas (fundamental, pero no únicamente, provenientes de las clases medias y de la altas burguesía), protegiéndose de las proclamaciones ilustradas de igualdad entendidas como iguales y autarquía y libertad para todos los seres racionales, hicieron movimientos de diversas formas para demandar a los revolucionarios de coherencia política en su trato hacia la mujer                   

Con este propósito se hicieron clubes y salones, se publicaron periódicos y revistas, se difundió panfletos y se hicieron reuniones públicas de carácter político. A través de estas medias las feministas procuraron sensibilizar tanto a las clases ilustradas como a las campesinas y obreras sobre lo injusto de la exclusión social de las mujeres, además de la enorme inconciencia del pensamiento revolucionario que, excluía a la mitad de la población de sus ideales de libertad e igualdad

No pudieron salir del todo bien libradas: sus proclamas fueron destruidas, sus reuniones prohibidas, sus clubes cerrados, sus demandas rechazadas y ridiculizadas y algunas de sus líderes fueron arrestadas. Olympe de Gouges, autora de la declaración de derechos de la mujer y la residente, terminaron sus días guillotinada

A la mitad del siglo XIX el feminismo retoma fuerzas y regresa a por sus privilegios. Tanto en los Estados Unidos como en Europa se organiza en torno a la demanda de igualdad de derechos civiles, jurídicos y políticos para las mujeres.

Lo más importante de esas demandas fue la reclamación del voto femenino, dará su nombre al movimiento, que habrá de ser famoso como sufragismo. La descalificación facilista de que fueron objetivo durante un largo plazo, las sufragistas (motivadas por la pelea sobre devolver el voto), se basaban en la caracterización del movimiento como burgués y simplistas: la mera consecución del voto no aseguraba, según esta crítica, un cambio de fondo de la opresión que se le daba a la mujer y si, en cambio, le hacia el juego al ideario liberal capitalista que tuviera una cortina de humo sobre las causas verdaderas de toda la desigualdad social.

Contra este diagnóstico decimos que el sufragismo logro colocar sobre el tapete de discusión sobre la subordinación femenina como un problema: un asunto de acorte ético con graves problemas políticos, jurídicos y económicos cuya prevalencia cuestiona los principios de legitimidad de la nueva ley. En ambos lados de atlántico, las sufragistas realizaron el cuestionamiento de la dominación masculina a los parlamentos, a los diarios, a las empresas, a  la literatura  y a las discusiones públicas, donde sea que estas se produjesen. La virulencia de la relaciones su contra por parte de establishment es, talvez, el mejor signo de la penetración social que lograron sus estudios.  

Sin embargo, esta penetración social no significo o al menos de una manera rápida una buena acogida de las demandas feministas de equidad de género, por lo contrario la reacción misógina fue fatal y atravesó todas las instancias sociales.

El discurso antifeminista se hizo popular y prácticamente se acabó el liderato, político o filosofo que no acudiese a la burla del sufragismo para allegarse adeptos. Entre las mujeres las cosas no fueron mucho mejor: mientras que en las clases media existía un gran enfrentamiento entre sufragistas y con servadoras, las mujeres de los sectores populares, por varios  motivos que sería  largo reseñar aquí, casi siempre se fueron del lado contrario a los postulados feministas.

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