Criminologia
vanessajosa14 de Julio de 2011
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1. DROGADICCIÓN Y CRIMINALIDAD
17. Estupefacientes. Definición
El término "toxicomanía" proviene del griego "toxicon", que significa "veneno", y del latín "mania", que sería algo así como una locura caracterizada por delirio y agitación. Es decir, etimológicamente, la toxicomanía sería una alteración mental que induce al individuo al consumo de un veneno.
El Comité de Expertos de la Sociedad de las Naciones, en 1957, pronunció que la toxicomanía es un estado de intoxicación periódica o crónica, provocada por el empleo reiterado de ciertas sustancias tóxicas.
Es digno destacar que se le otorga a las sustancias tóxicomanigenas la calidad del veneno, lo cual es correcto, toda vez que ellas poseen una marcada toxicidad propia (algunos la denominan "poder tóxicomanogeno", amén de la toxicidad derivada del uso prolongado o repetido.
En el orden clínico, los franceses Antonine y Maurice Porot, definen: la toxicomanía es una apetencia normal y prolongada manifestada por ciertos sujetos hacia sustancias tóxicas cuyos efectos analgésicos, euforísticos o dinámicos han conocido accidentalmente o buscado voluntariamente; apetencia que se ve convertida en hábito tiránico y comporta, casi inevitablemente, un aumento progresivo de la dosis.
La LEY 1340/88 "QUE MODIFICA Y ACTUALIZA LA LEY No. 357/72. QUE REPRIME EL TRÁFICO ILÍCITO DE ESTUPEFACIENTES Y DROGAS PELIGROSAS Y OTROS DELITOS AFINES Y ESTABLECE MEDIDAS DE PREVENCIÓN Y RECUPERACIÓN DE FARMACODEPENDIENTES" en su CAPÍTULO I - DISPOSICIONES GENERALES: Art. 1o. - Esta Ley considera sustancias estupefacientes y drogas peligrosas a: a) Las incluidas en la lista anexa a la Convención Única sobre Estupefacientes y al Convenio sobre Sustancias Psicotrópicas, ratificados por las Leyes Nos. 338 y 339 del 17 de diciembre de 1971. b) Todas aquellas de origen natural o sintético que pueden producir estados de dependencia, estimulación o depresión del sistema nervioso central o que tengan como resultado alucinaciones, trastornos de la función motora y sensorial y modificar el comportamiento, la percepción o el estado de ánimo, o cuyo consumo pueda producir efectos análogos a los de cualquiera de las sustancias indicadas en el inciso a) de este artículo. c) Las sales, preparaciones y especialidades farmacéuticas o cualquier producto empleable en su elaboración, transformación o industrialización. Las sustancias y drogas mencionadas en los incisos b) y c) deberán ser establecidas por Decreto del Poder Ejecutivo originado en el Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social, conforme a un listado que deberá ser actualizado en el mes de diciembre de cada año e identificadas por el nombre genérico adoptado por a la Organización Mundial de la Salud, sin perjuicio de que dicha actualización sea efectuada en cualquier momento que sea necesaria.
La Organización Mundial de la Salud en el año 1965 sugirió reemplazar las denominaciones "adicción" y "hábito", por "dependencia respecto a las drogas". No obstante, se continúa utilizando la palabra "hábito" para clasificar los efectos de aquellas drogas que provocan sólo dependencia psíquica, y el término "adicción" para las que generan dependencia física.
El Comité de Expertos de la Organización Mundial de la Salud, dice: "...dependencia respecto a las drogas es el estado que resulta de la absorción de una droga, repetida periódicamente o continuamente".
2. 17.2. Dependencia. Tipos
Los grupos de estupefacientes que establece Levin se diferencian puramente en los efectos fisiológicos que producen sobre el adicto, lo cual no es, en absoluto, terminante. Caso clásico lo constituye la cocaína, incluida por dicho autor en el grupo "euphorica". Durante la llamada "borrachera cocaínica" se producen, en el adicto agudo, tres fases, que corresponderían a tres grupos distintos de la clasificación enunciada.
Como ya hemos dicho, la Organización Mundial de la Salud sugiere reemplazar el término toxicomanía por dependencia, que sería más apropiado de acuerdo con los conceptos que luego enunciaremos. Dicha organización establece siete tipos de dependencia, que son las siguientes:
o Dependencia morfínica;
o Dependencia cocaínica;
o Dependencia cannábica;
o Dependencia barbitúrica;
o Dependencia anfetamínica;
o Dependencia alucinógena;
o Dependencia alcohólica.
A continuación se describirán brevemente las características más salientes de cada una de dichas dependencias.
a) Dependencia morfínica.- Se llama comúnmente "adormidera" una variedad de amapola ordinaria del Asia Menor. Su nombre botánico es Papaver Somniferum, y de sus cápsulas (frutos) se extrae, mediante una adecuada incisión, un látex que, por oxidación al aire adquiere un color pardo oscuro: es el opio, producto rico en ciertos alcaloides provistos de potente acción farmacológica: morfina, papaverina, codeína y tebanía. Del opio se obtiene la morfina, polvo blanco cristalino, que mediante un proceso químico relativamente sencillo se transforma en heroína (diacetil morfina)
Cada planta de amapola rinde unos cinco gramos de opio bruto, que contiene alrededor del 10% de la morfina.
Tanto la morfina como la heroína son utilizadas por los adictos por vía endovenosa, mediante la autoinyección. Ambos alcaloides producen efectos hipnóticos y analgésicos de gran intensidad. Engendran verdadera dependencia física, con un dramático síndrome de abstinencia (en ese estado el adicto es capaz de realizar cualquier delito para lograr la droga)
La codeína es otro alcaloide del opio, también capaz de engendrar dependencia, aunque en menor gravedad. Los adictos la utilizan como droga supletoria, ingiriendo comprimidos de medicamentos y jarabes antitusígenos de fabricación comercial, en grandes cantidades (decenas de comprimidos, varios frascos de jarabe)
b) Dependencia cocaínica.- La cocaína es un alcaloide que se extrae de las hojas de un arbusto ordinario de América del Sur, el Erythoroxylon Coca. Desde tiempo inmemorial, los indígenas de extensas zonas de Bolivia y Perú mascan las hojas del arbusto, práctica denominada "coqueo", a fin de aumentar su resistencia a la fatiga, el hambre y la sed. Las hojas contienen alrededor del 1% de un alcaloide denominado cocaína, que transformado en clorhidrato por aspiración del producto tal cual, que constituye un polvo blanco cristalino, el cual se absorbe a través de la mucosa nasal, pasando rápidamente a la sangre (cocainomanía), y de ahí al sistema nervioso central.
La facilidad de la disolución del clorhidrato en agua contribuye al uso de esta droga por vía inyectable, con frecuentes accidentes tóxicos, y aún fatales, por sobredosis.
En los últimos tiempos se ha difundido el fumado del alcaloide en su forma básica, es decir, no salificado como clorhidrato, mezclado con tabaco o marihuana, modalidad llamada "crak". El alcaloide es absorbido en este caso por vía pulmonar, llegando al cerebro en contados segundos y produciendo un intenso y súbito "rush", una enorme euforia, que dura varios minutos para pasar luego a una muy desagradablemente depresión, lo que lleva al adicto a volver a fumar; de esta manera se suceden euforias y depresiones, lo que puede conducir al sujeto al paro cardiorrespiratorio fatal. Tradicionalmente se consideró que la cocaína no producía dependencia física. Con la aparición del "crack" esta afirmación se desvanece: un adicto a la cocaína, que utiliza tal forma de consumo, no deja de fumar mientras disponga de droga, o de los medios para conseguirla. La demanda psíquica es de una violencia tal que el sujeto constituye un serio peligro para el personal médico y de seguridad.
Delincuencia derivada de la aplicación de erróneas medidas de represión del alcoholismo
c) Dependencia cannábica.- Las propiedades embriagantes del cáñamo –Cannabis Sativa- cultivado en las mesetas de la India, cuya resina es llamada "haschish", se utilizaban hace siglos para provocar exaltación dionisíaca en ciertas ceremonias religiosas.
Esta especie vegetal presenta dos formas de consumo. Por un lado, la resina segregada por las flores femeninas, recolectada adecuadamente, se consume con diversos nombres: el ya citado haschish, charas, chira, etc. La otra forma, más común y accesible, es el producto obtenido por secado y picado de las hojas y sumidades floridas de las plantas, con el que se arman cigarrillos, que son fumados por los adictos para el logro de los efectos psicotóxicos (alucinógenos) buscados.
El principio activo de la marihuana, responsable de la acción psicotóxica buscada por los adictos a esta droga, es el tetrahidrocannabinol (THC) El contenido medio de THC en la marihuana es del %. Se estima en cincuenta microgramos de THC por kg de peso del sujeto, la dosis umbral para el logro de los efectos alucinógenos buscados por el fumador de este estupefaciente. De acuerdo con lo consignado, un "porro" contendría alrededor de cinco mil microgramos de THC, dosis más que suficiente para que un sujeto de setenta Kg. de peso alcance tal umbral.
Se acepta actualmente que el Cannabis produce el fenómeno de tolerancia, e inclusive se conocen casos adictos que han sufrido el síndrome de abstinencia. Está comprobado que el consumo de THC produce un alto grado de tolerancia, que obliga a aumentar radicalmente las dosis iniciales (de diez a veinte veces, para lograr iguales efectos)
Atento a la distribución irregular del THC en
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