Degradación del suelo y energía

DEGRADACIÓN DEL SUELO

Actualmente, una de las mayores amenazas al bienestar de la humanidad es la degradación de los suelos, afirmación que se sostiene en la base de hechos como la creciente población mundial, las expectativas de calidad de vida y la escasez de recursos naturales. La tierra es uno de los recursos limitados, de cuyo uso inapropiado, y de la implementación de pobres prácticas de manejo, resulta la degradación de los suelos en su amplia gama de expresiones: erosión hídrica, eólica, compactación, deterioro de la estructura, agotamiento de nutrientes, acidificación y salinización del suelo (López Falcón, 2002).

La degradación del suelo puede definirse como una pérdida o una reducción de las funciones o de los usos del suelo, o sea, el deterioro de la calidad del suelo.

Una mayor pérdida de suelos productivos incrementará la volatilidad de precios de los alimentos y potencialmente causará que millones de personas vivan en la pobreza. (Grupo Técnico Intergubernamental del Suelo, 2006).

La degradación de suelos es más severa en los países en vías de desarrollo, aunque algunos de los más prósperos también enfrentan graves problemas. México ocupa uno de los primeros lugares en degradación, aunque otros miembros experimentan una situación mucho peor. En el contexto latinoamericano, estamos en un punto intermedio entre los países de Centro y Sudamérica.

Si cambiamos las interrelaciones de un ambiente, generamos otras, que pueden conducir a que se favorezcan procesos a” ritmos” o “velocidades” que el suelo no está en condiciones de soportar y conducimos al mismo a su degradación.

Estos procesos que llevan al suelo a disminuir su capacidad productiva inicial se conocen como “Procesos de degradación” y son:

1. Erosión: El agente del clima que “mueve” al suelo desde su lugar original puede ser el agua y en este caso nos referimos al proceso de “erosión hídrica” o bien el viento y entonces nos referimos a “erosión eólica”.

2. Degradación física: Se producen cambios adversos en el suelo que afectan las condiciones físicas relacionadas con el desplazamiento del aire, del agua y nutrientes, y el desarrollo de las raíces.

3. Degradación biológica: La pérdida de la biodiversidad (organismos vivos) y de la materia orgánica (organismos de origen animal y vegetal, parcial y/o totalmente descompuestos o transformados) constituyen los efectos más notorios debidos a la ocurrencia de los procesos de degradación biológica.

4. Degradación química: Ejemplos son el agotamiento de nutrientes y la acidificación del suelo que resultan como consecuencia de, entre otras causas, el agotamiento de la materia orgánica.

5. Desertificación: Afecta al ecosistema en su totalidad. Y ocurre como consecuencia de la explotación por las actividades humanas en donde

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