ECOLOGÍA PROFUNDA: UN NUEVO PARADIGMA
montg_Ensayo10 de Julio de 2016
3.430 Palabras (14 Páginas)302 Visitas
LA TRAMA DE LA VIDA
ECOLOGÍA PROFUNDA: UN NUEVO PARADIGMA
Los daños por los que la biosfera está atravesando en la actualidad, pronto serán irreversibles. Dichos problemas son sistémicos, lo que significa que éstos no pueden verse por separado ya que están conectados entre sí. Problemas como la pobreza, la extinción a gran escala de especies animales y vegetales, escasez de recursos y deterioro ambiental, son resultado de una crisis de percepción del mundo. Algunas soluciones a éstos problemas son sencillas pero sin un cambio ideológico y de valores, es imposible aplicarlas. Desde la perspectiva sistémica, las soluciones que tienen futuro son las sostenibles, dejando como reto principal: crear entornos sociales y culturales en donde podamos satisfacer nuestras necesidades sin afectar a las generaciones futuras.
En las primeras tres décadas del siglo, la física ha sufrido cambios significativos en sus conceptos e ideas. Para Thomas Khun, los cambios de paradigma son rupturas discontinuas y revolucionarias. Además, define al paradigma científico como una constelación de logros-conceptos, valores y técnicas. En la actualidad el nuevo paradigma es el social, que se define como una constelación de conceptos, valores, percepciones y prácticas compartidos por una comunidad. Es decir, ve al mundo como un todo. La ecología profunda reconoce que los individuos y las sociedades están incluidos en los procesos cíclicos de la naturaleza y cuestiona el viejo paradigma desde la perspectiva de cómo nos relacionamos con los demás, con las generaciones del futuro y con la trama de la vida. Además de ésta ecología, existen ecología social y el ecofeminismo. El objetivo principal de la ecología social, es mostrar las características culturales y los patrones de organización social, que son responsables de la crisis ecológica actual, mientras que el ecofeminismo, se centra en la dominación del hombre sobre la mujer y señala que la explotación de la naturaleza ha ido de la mano con la mujer, ya que ésta ha sido identificada a lo largo del tiempo. Esto ha dado pie a la vinculación de feminismo y ecología. Para lograr alcanzar el nuevo paradigma, se requiere una expansión de nuestra ideología y pensamiento. Es por eso que primero debe haber un cambio de jerarquías en la organización social, que es patriarcal.
Los valores son una parte fundamental en la ecología profunda ya que está basada en la interacción de la naturaleza con uno mismo. Cuando la percepción ecológica se convierte en parte de la vida cotidiana surge un sistema ético nuevo. Implementar ésta ética es urgente, ya que los científicos no siempre son respetuosos con la vida. La física ha perdido el rol como ciencia principal, aunque no es reconocido del todo. Hoy en día es necesario cambiar el paradigma de la ciencia desde lo más profundo, o sea, desde la física hasta las ciencias de la vida.
DE LAS PARTES DEL TODO
El autor comienza con una breve plática acerca del paradigma Mecanicista con la Ecología. Este cambio ha provocado discusiones en la comunidad científica. Esta tensión básica se da por partes y en todo. Cuando abarca partes algunas denominaciones son Mecanicista, Reduccionista y Atomista; pero cuando hace énfasis en el todo, se denomina Holístico, Organicista y Ecologista. El autor comenta que los términos Ecológico y Sistémico los ocupará sin diferenciación alguna.
La problemática acerca de Holismo y Mecanicista surge cuando se trata de unir sus definiciones para intentar comprender un poco más acerca de la biología. Para argumentar esto, el autor toma datos de pitagóricos y de Aristóteles, quienes distinguían a cantidad de substancia.
Después de esto, el autor se enfoca en los cambios en los siglos XVI y XVII cuando el mundo se regía en la filosofía aristotélica y en la teología cristiana, implementando elementos mecanicistas de reconocidos científicos de la época.
Comenzando con la historia acerca de la discusión, a finales del siglo XVIII y en el siglo XIX se da la primera oposición frontal al paradigma cartesiano mecanicista partiendo del movimiento romántico en el arte, la literatura y la filosofía.
Posteriormente en la segunda mitad del siglo XIX se menciona que hubo un retroceso hacia el mecanicismo cuando el recientemente microscopio fue perfeccionado y haciendo destacables progresos en la Biología. A partir de estos descubrimientos se estableció una concepción mecanicista, pero llevando también en sus raíces una oposición como lo fue la biología organicista, separándose de la Biología celular ya que desconocía las operaciones que hacían a la célula funcionar como un todo.
En el siglo XX los biólogos organicistas se opusieron al mecanicismo y al vitalismo, tomando el problema de la forma biológica con nuevo entusiasmo, elaborando y redefiniendo muchos de los conceptos clave de Aristóteles, Goethe, Kant y Cuvier. Extensas reflexiones surgieron a partir de lo que hoy llamamos pensamiento sistémico.
Ideas propuestas por biólogos en el siglo xx, ayudaron a la formación de una nueva manera de pensar llamada “pensamiento sistémico”. A lo cual se refiere que propiedades esenciales hacen que cada individuo sea diferente pero a la vez conforme un todo. Estas propiedades se eliminan cuando un individuo es aislado. La aparición esto, constituyó una profunda revolución en la historia del pensamiento científico occidental.
Mientras los primeros biólogos organicistas se enfrentaban con el problema de la forma orgánica y se discutían méritos relacionados al mecanicismo y al vitalismo, los psicólogos alemanes desde el principio contribuyeron al diálogo. Denominar la forma orgánica es Gestalt (a diferencia de forma, que denota aspecto inmanente) y el muy discutido tema de la forma orgánica era conocido como el Gestalt problema en aquellos tiempos. A la vuelta del siglo, el filósofo Christian von Ehrenfelds fue el primero en usar Gestalt en el sentido de una pauta perceptual irreductible, sentido que impregnaba la escuela de psicología Gestalt. Ehrenfelds caracterizaba la Gestalt afirmando que el todo es más que la suma de las partes, lo que se convertiría en la fórmula clave de los pensadores sistémicos en el futuro.
A la par que los biólogos organicistas se encontraban con la el dilema de los organismos, los físicos cuánticos en los fenómenos atómicos y los psicólogos Gestalt en la percepción, los ecólogos la hallaban en sus estudios de comunidades de animales y plantas. Una nueva ciencia de la ecología emergió de la escuela organicista de biología durante el siglo xix, cuando los biólogos comenzaron a estudiar comunidades de organismos.
Se crearon dos nuevas definiciones siendo la primera ecología en 1866 por el biólogo alemán Ernst Haeckel, quien la definió como “la ciencia de las relaciones entre el organismo y el mundo exterior que le rodea”. Siendo utilizada por primera vez por el biólogo báltico y pionero ecológico Jakob von Uexküll. Y ya en los años veinte, los ecólogos centraban su atención en las relaciones funcionales en el seno de comunidades de animales y plantas. La siguiente fue término biosfera siendo utilizado por primera vez a finales del siglo xix por el geólogo austríaco Eduard Suess, quien describió la capa de vida que rodea la Tierra.
La nueva ciencia de la ecología enriqueció el emergente pensamiento sistémico introduciendo dos nuevos conceptos: comunidad y red. Al contemplar la comunidad ecológica como un conjunto de organismos ligados en un todo funcional por sus mutuas relaciones, los ecólogos facilitaron el cambio de atención de los organismos hacia las comunidades y en general, aplicando conceptos similares a distintos niveles de los sistemas.
LA TEORÍA DE SISTEMAS
En los años treinta, la mayor parte de los criterios clave del pensamiento sistémico habían sido formulados por los biólogos organicistas, psicólogos de la Gestalt y ecólogos. El estudio de los sistemas vivos, partes de organismos y comunidades de organismos había conducido a los científicos a la nueva manera de pensar términos de conectividad. Este nuevo pensamiento se veía además reforzado por descubrimientos revolucionarios de la física cuántica en el reino de los átomos y las partículas subatómicas.
El primer y más general criterio es el cambio de las partes al todo. Los sistemas vivos son totalidades integradas cuyas propiedades no pueden ser reducidas a las de sus partes más pequeñas. Sus propiedades esenciales o “sistémicas” son propiedades del conjunto que ninguna de las partes tiene por sí sola. Otro criterio básico del pensamiento sistémico sería las habilidades para focalizar la atención alternativamente en distintos niveles sistémicos. Las propiedades sistémicas de un nivel concreto reciben el nombre de propiedades “emergentes”, puesto que emergen precisamente en aquel nivel. La ciencia sistémica demuestra que los sistemas vivos no pueden ser comprendidos desde el análisis. La s propiedades de las partes no son propiedades intrínsecas y sólo pueden entenderse desde el contexto del todo mayor. Por tanto, el pensamiento sistémico es un pensamiento “contextual”, y puesto que la explicación en términos de contexto significa la explicación en términos de entorno, podemos también afirmar que el pensamiento sistémico es un pensamiento medioambiental. En el nuevo pensamiento sistémico, la metáfora del conocimiento como construcción queda reemplazada por la de la red. Al percibir la realidad como una red de relaciones, nuestras descripciones forman también una red interconectada de conceptos y modelos en la que no existen cimientos. Para la mayoría de científicos, esta visión del conocimiento como red sin cimientos firmes resulta aun sumamente inquietante. Pero, a medida que el planteamiento de red se expanda por la comunidad científica, la idea del conocimiento como red encontrará sin duda una creciente aceptación.
...