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EL ESPÍRITU INVESTIGATIVO DEL ASOMBRO A LA CRÍTICA


Enviado por   •  9 de Septiembre de 2017  •  Resúmenes  •  1.391 Palabras (6 Páginas)  •  1.434 Visitas

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EL ESPÍRITU INVESTIGATIVO

DEL ASOMBRO A LA CRÍTICA

(Carlos Alberto Ospina)

  1. Descripción sintética del contenido

Ospina hace mención a diferentes actitudes y cualidades que según él es necesario propiciar para investigar, especificando atributos del conocimiento científico, como lo es el asombro que discrepa con la simple acumulación del saber. Dando muestra de la necesidad de cuestionarse de forma crítica, porque el conociendo no es un dogma sino que se debe propiciar su constante renovación, mediante una explicación que trascienda el acto de la emoción, que cumpla con la objetividad e inteligibilidad propias de la acción investigativa.

  1. Ideas o tesis principales del texto

Dentro de las ideas principales que plantea el autor está la del asombro como instrumento indispensable para llegar al conocimiento, como este lleva irremediablemente al acto de cuestionarse diversos aspectos y evadir los dogmatismos. Entendiendo también que es necesario entender el mar de conocimientos y ser humildes a la hora de vislumbrar que no se puede alcanzar todo, sino que se da una migaja que permita satisfacer el espíritu investigativo, que este no lo tienen todos, aunque si se debe fomentar. También que el mejor método a usar es el de la crítica, el de hacer lecturas e interpretaciones objetivas.  

  1. Argumentos que sustentan las ideas principales

Dentro de los argumentos que usa Ospina probar que todo investigador debe poseer capacidad de asombro, está el apoyarse en los ilustres filósofos Aristóteles y Platón, al mencionar la doctrina promulgada por ellos de que el origen del conocimiento está en el asombro. Delimita que no es de ninguna manera tener miedo de lo desconocido, solo buscarlo por una necesidad de acumular conocimiento o una simple curiosidad, sino más bien, un deseo de explicar el fenómeno que motiva el asombro con una nueva mirada. Pues este asombro lleva a reconsiderar y remover las creencias, para encontrar explicaciones propias evadiendo lo que se da por hecho, iniciando con preguntas removedoras de dogmas; porque el asombro no paraliza el espíritu sino que lo mueve a buscar las propias deducciones desligándolo de lo emocional, lo místico y despertando del sueño en el que se cree tener respuesta a todos los fenómenos que ocurren alrededor, como lo hacen los niños cuando sienten asombro al hacerle lecturas nuevas a lo que los rodea. Por ello el autor también hace un llamado a retomar los textos clásicos de los grandes pensadores, que al leerlos se les encuentre un nuevo motivo de asombro, al encontrar una desconocida idea valiosa que aporta inconmensurablemente a la formación del individuo que se intriga y no solo quiere hacer como el erudito que acumula datos.

Así mismo postula que para formar la capacidad analítica necesaria para la investigación es necesario encontrar preguntas qué resolver, es hacer un análisis más allá de lo  sensible. Para lo que se debe cuestionar aquello que provoca asombro, no basta con maravillarse, sino, preguntarse el motivo por el cual ocurre, llenarse de preguntas que puedan propiciar una explicación satisfactoria, puesto que de nada sirve dar una explicación de proverbio popular a lo que ocurre, esto de ninguna manera propiciará una pregunta y, por ende, mucho menos una investigación. En la teoría y la práctica surgen problemas para la indagación, de no ser así será un camino en el activismo ciego sin una razón social, pues se requiere según Ospina separarse de una  inocencia natural y adentrarse en una reflexión consiente, para liberar sus sentidos de una función meramente biológica y relacionarlos con los entorno en el que se encuentra.

También destaca que no se puede partir de la nada para la observación y estudio, pues los conocimientos previos, lo cual denomina como un marco teórico dan la posibilidad de ver un fenómeno más allá de lo sorpresivo o bello que puede ser, ejemplificando con un astrónomo y un profano que miran por un telescopio, las experiencias previas le dan la posibilidad al astrónomo de vislumbrar mayores aspectos que en el profano se reducen a lo emocional. Así pues, dice que el deseo de la investigación no surge en todos, y por ende, no se debe esperar que en el ámbito educativo y formativo todos sean investigadores, sin embargo si propiciar este deseo.

El trabajo investigativo se debe orientar más en la profundidad y claridad más que en la extensión, pues a medida que se conoce se entiende más el mar que se desconoce, por lo cual es preciso ser consientes en la limitación de incursionarse responder diversas cuestiones, en lo que es destacable lo inoficioso que resulta divagar y no ser concreto.

El método a usar a la hora de dar solución al problema investigativo no debe ser rígido e inflexible, sino uno en el que se exploren diferentes posibilidades de proceder para alcanzar la idea concluyente, ciñéndose a la objetividad, inteligibilidad y la crítica. Donde la objetividad no debe ser asumida de manera que se lleve una creencia hasta que se encuentre refutada, abriéndose a nuevas posibilidades superando así los prejuicios; la inteligibilidad como el mostrar humilde y no pretenciosamente el conocimiento y la critica que implica comprender a cabalidad el entorno y lo que se desea criticar, para así crear un gusto, un espíritu que interpreta y evalúa diversos aspectos de su realidad.

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