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ENFERMEDADES MATERNO INFANTIL


Enviado por   •  27 de Noviembre de 2018  •  Síntesis  •  12.305 Palabras (50 Páginas)  •  367 Visitas

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CONCEPCIÓN Y DESARROLLO DEL ÓVULO

Maduración del ovulo: Antes de que el óvulo pueda ser fecundado, debe someterse a un proceso de maduración. Esta maduración se lleva a cabo antes o inmediatamente después de su salida del folículo, y consiste en la subdivisión desigual del óvulo, primero en dos células y luego en cuatro. Tres de las cuatro células son pequeñas, incapaces de seguir su desarrollo, se denominan cuerpos polares, mientras que la cuarta célula es grande, y constituye el óvulo maduro. Esto sucede generalmente de 12 a 16 días antes del comienzo del siguiente periodo.

A medida que se acerca la ovulación, el cuerpo segrega cantidades cada vez mayores de una hormona llamada estrógeno, que provoca que el endometrio se haga más denso y ayuda a crear el entorno adecuado para el esperma. Estos altos niveles de estrógeno provocan el aumento súbito de otra hormona llamada hormona luteinizante (LH). El aumento de esta hormona provoca la liberación del óvulo maduro del ovario. A esto se le llama ovulación.

La ovulación tiene lugar normalmente de 24 a 36 horas después de la subida. Por este motivo, el aumento de la (LH) es un buen indicador de fertilidad máxima. La fecundación del óvulo sólo puede producirse, como máximo, 24 horas después de la ovulación. si no se fecunda el endometrio se desprende (y el óvulo con el) y comienza el periodo.

Espermatozoide: Son las células reproductoras masculinas maduras, cuya misión es unirse con un óvulo, la célula reproductora femenina. Así se inicia el proceso de la fecundación que llevará al embarazo y desarrollo del futuro bebé. Los espermatozoides se producen a un ritmo de unos cincuenta mil por minutos cada hora desde la pubertad hasta la fase final de su vida. Son producidos por los testículos, órgano que cuelgan del cuerpo protegidos en el interior de una bolsa de piel denominada (escroto) donde se mantiene a una temperatura inferior a la del resto del cuerpo. Esta temperatura más fría permite una mejor producción de espermatozoide, que al mantenerse a la temperatura del resto del cuerpo no podría llegar a desarrollarse de una manera adecuada. Los espermatozoides recién producidos pasan luego al epidídimo un conducto situado por detrás de cada testículo donde se maduran y guardan hasta ser eyaculados.

Si bien los espermatozoides pueden vivir hasta 72 horas en el tracto reproductor femenino, tiene una elevada tasa de mortalidad, si la eyaculación se produce en un momento en que la mujer es fértil, por regla general sólo un espermatozoide logra penetrar el óvulo. Por otra parte, los espermatozoides que no son eyaculados son reabsorbidos por las glándulas linfáticas masculinas una vez pasado por cierto periodo. Los espermatozoides son portadores material genético masculino. La cabeza del espermatozoide contiene la mitad de los cromosomas que definen la constitución genética de un nuevo ser humano, ya que el óvulo aporta la otra mitad. Los espermatozoides definen el sexo que tendrá el feto.

Estos se asemejan en su forma a un renacuajo microscópico, con una cola que le permite nadar desde la vagina, pasando por el cuello del útero y el útero, hasta las trompas de Falopio, donde se encuentra con el óvulo. Cada espermatozoide está provisto de un acrosoma que rodea el núcleo de la célula y contiene enzimas que le permite penetrar la capa que recubre la superficie del óvulo.

Fecundación e implantación del ovulo: La fecundación y la implantación, también llamada anidación son dos procesos complejos y diferentes que se dan al momento de la concepción. La fecundación consiste en la unión de un óvulo femenino con uno de los muchos espermatozoides masculinos, de esta unión nacerá una célula, el cigoto, a partir de la cual se desarrollará una nueva vida.

Durante la eyaculación masculina, el esperma expulsado a través del pene, alcanza la parte superior de la vagina y comienza un largo viaje, si no hay ningún obstáculo (métodos anticonceptivos) el semen pasara por la vagina, atravesará el útero y llegará a las trompas de Falopio. De los cientos de miles de espermatozoides, solamente unos pocos llegarán hasta el óvulo y solo uno podrá atravesar la membrana plasmática del óvulo y producirse la fecundación. Esto da lugar a una nueva célula llamada cigoto, de 46 cromosomas, 23 de ellos heredados del espermatozoide y 23 del óvulo materno. Este cigoto experimentará después una serie de mitóticas.

Aproximadamente tres días después de la fecundación se da el proceso de implantación, el embrión estará compuesto por 12 a 16, células que se disponen formando una estructura similar a la de una mora. Durante esta fase el embrión ha llegado al útero y para poder sobrevivir tiene que implantarse o adherirse al endometrio, que es el tejido interno del útero, si este proceso no se desarrolla correctamente, el embrión no consigue sobrevivir porque deja de tener acceso a las sustancias nutritivas.

El proceso de implantación se da en tres fases que duran unos 7 días:

Aposición: Cuando el embrión entra en contacto con el endometrio.

Adhesión: Cuando el embrión se adhiere al endometrio.

Invasión: El embrión penetra en el endometrio hasta estar completamente implantado.

Así, toda esta fase termina más o menos 14 días después de la fecundación y el éxito de esta determina el desarrollo del embarazo.

PROBLEMAS GINECOLÓGICOS MÁS FRECUENTES EN LA MUJER

Las mujeres, a lo largo de su vida, pueden padecer diversos problemas ginecológicos que pueden afectar al útero, los ovarios, la vagina o las mamas entre otras áreas del sistema reproductor femenino. Entre los problemas ginecológicos más comunes padecidos por las mujeres encontramos:

Alteraciones de la regla: El ciclo menstrual, que normalmente se presenta cada 28 días, puede presentar trastornos en cuanto a la regularidad, la cantidad de sangrado y los dolores asociados a la regla. Cuando se presentan algunos de estos síntomas es recomendable consultar con el ginecólogo para descartar alteraciones hormonales, lesiones de cuello uterino u otras dolencias.

Las infecciones vaginales: Que se presentan con síntomas como secreciones anormales, ardor, irritación o picazón. Si se presentan estos síntomas es necesario consultar al médico para determinar el tratamiento. La candidiasis es una de las infecciones vaginales más frecuentes y afecta a 3 de cada 4 mujeres al menos una vez en la vida.

Los

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